lunes, enero 11, 2016

Los Superprófugos de la Mesa Cuadrada




Los superprófugos, a los que Clarín en un golpe de magia les cambió la carátula de sicarios a narcotraficantes, estaban más tirados que Minguito.
El papelón mundial se coronó entre las fuerzas represivas que estaban pelotudeando cuando no se cagaban a tiros entre ellos, sus jefes de CABA, Bs As y Nación decían las habituales tonterías guionadas, pero mal guionadas y los superprófugos estaban en el corazón sojero de la pampa húmeda, para completar la metáfora de la enorme farsa montada en torno al fenomenal negocio de ilegalizar drogas de consumo masivo. Ahí están los puertos, los bancos, los silobolsas y la agroindustria, esa que transforma hojas de la naturaleza en drogas. Algunas legalizadas, otras ilegalizadas. Depende de cómo se plantee el negocio. Lo deciden unos señores gordos de Estados Unidos que mandan pendejos extranjeros a realizar diversas masacres mundiales que les aseguren hermosas ganancias. Pero las hojas no dejan de ser las mismas que le tapaban los pezones a Eva cuando Dios creó un mundo con vacas, trigo, girasol y gallinas, pero tuvo que venir el hombre para hacer con eso milanesas. El hombre hizo del mediocre mundo de Dios algo con más onda. Y lo sigue haciendo. Por eso de vez en cuando hay que apretar F5 y actualizar el Dios qe el hombre creó a su imagen y semejanza, porque hoy un Dios sin Twitter es como un Musulmandia sin bombas.
Pero también el hombre se excedió con sus creaciones a partir de la naturaleza y eso explica los yonquis y los gordos que hacen ganancias desde lejos. Comen muchas milanesas esos señores gordos y respetables que necesitan guionar el mundo legal a su imagen y semejanza. A veces se zarpan de teatralidad, incluso. Como en este caso, el de Los Superprófugos de la Mesa Cuadrada.
El gobierno de Cristina Kirchner, probablemente el que más favoreció a los bancos y los laboratorios desde el retorno democrático, seguía también el guión macrista del mamarracho de la resistencia si no le renovaban los contratos, porque es sabido que los beliebers K quieren combatir la dictadura desde adentro de las cajas, pero el malo de Macri no los deja.  Excepto que venga de parte de Monsanto, como Lino Barañao o de parte de Chevrón, como Galuccio.
Hay tres países. El macrista, diseñado a medida de Clarín, el de Telefónica para los beliebers K y el 97 por ciento de la población restante que sufre esta guerra simiótica- semiótica de simios- entre Puerto Madero y Barrio Parque.
Si no hicieran tanto daño, serían divertidísimos. Como Los Super Genios De La Mesa Cuadrada, el primer programa de Chespirito.
Ahí nació ese invento que tanto disgusta al PRO y a los Beliebers K, la Realidad. Aunque ellos le llaman Chicharra Paralizadora.

sábado, diciembre 26, 2015

Kirchnerismo iletrado.





Le están saliendo las cosas bien al Presidente Durán Barba.
Mientras el Cocoliche Iletrado nos informa sobre la vida y obra de su hija Antonia y su esposa, o comprando botines con ese negoción bancario que es Ahora 12 o dando partes turísticos en lugares que no están inundados, la señora de los velorios, Gabriela Michetti, se encarga de cicatrizar por antagonismo los tiempos en que la psicópata de Cristina Kirchner bailaba sobre los muertos junto a la única kirchnerista que estuvo presa por robo, Moria Casán.
Le salió bien la salida del cepo cambiario, la baja de las retenciones, incluso a niveles mucho mayores que las que la tenía Néstor Kirchner, la beneficencia a los jubilados y excluidos crónicos, el acuerdo con el peronismo mientras inventa peleas con el sector fascista del FPV a través de decretos autoritarios e ilegales, como en el caso de Martín Sabatella, que tras perder nepóticamente Morón, perder con Aníbal Fernández la gobernación bonaerense y no tener ni un solo logro en el KAFSCA como empleado de Telefónica, vuelve a la vida como mártir republicano y encima tiene razón, aún cuando los asesinos de Nisman quieran darnos lecciones morales y republicanas como si fueran la Naranja Mesiánica, Elisa Carrió, que hoy reza en esos templos republicanos que son los bingos del conurbano, porque parece que el compañero Cristóbal López no se sumó a la resistencia partisana de los Believers K. Nunca se me pasó por la cabeza que Cristóbal no fuera un convencido del modelo industrial con matriz diversificada y movilidad social ascendente en Puerto Madero.
La dilución del peronismo con votos en una mucama obediente del PRO trasncurre con total normalidad mientras los Beliebers K debaten el rol de la vieja en el concierto mundial de los próximos 600 años y los venerables ancianos que firman el fotolog del Cocoliche Iletrado creen que están salvando la República con novedosos argumentos propios de la Comisión Reafirmadora de la Revolución Libertadora.
Mientras tanto, se va implementando un modelo económico que es básicamente kirchnerismo iletrado. El Presidente Durán Barba sigue con sus idioteces del amor cortés, la mujer idealizada y todas viejas tonterías escolásticas vendidas como posmodernas. Pero las cosas le están saliendo bien, las cosas que importan que es la continuidad de la brutal desigualdad social sin que nada estalle del todo y el mantenimiento de la Patria Contratista y el Lumpenburguesariado, sin que se enoje el otro sector rentístico, la vagancia sojera.
Todo seguirá igual, les conviene a todos los actores en juego.  La devaluación la pagan los jubilados y excluidos crónicos, como en el 2014 y 2002, la guita se la llevan las privatizadas y la oligarquía, el Estado lo asaltan las bandas autoritarias que se reacomodan al mejor postor y la prensa militante adorna estos cambios al interior de Puerto Madero y Barrio Parque como conquistas intergalácticas en una batalla naval boliviana.
Kirchnerismo iletrado.
El Presidente Durán Barba ya se comió la UCR, ahora va por el PJ.
Creo que lo logrará fácilmente.

jueves, diciembre 17, 2015

Destino de Centro Cultural




Es tan fuerte el consenso al interior de la Industria de la Política en torno  a lo que supuestamente debe hacerse con la economía, consenso cuya estela alberga hoy, quizás no solo temporalmente,  el gobierno de Macri - que está aplicando las promesas de campaña de Scioli- que la discusión pasa siempre por el aburrido asunto del Ceremonial y Protocolo. En realidad, es el Ceremonial para el Proctólogo, pero hoy eso nadie quiere escucharlo.
Que si el bastón, que si los asesinos de Nisman marchan contra el procedimiento, sólo y solos contra el procedimiento por el cual Macri pensó en abolir el Poder Tribunal, etc, que el espacio para el disenso profundo,  para la imaginación y la crítica, está reservado a la marginalidad.
La aparición del abuelito de Heidi, Andrés Larroque, cuestionando los nombramientos en la Corte y proponiendo una marcha con iraníes por la independencia judicial,  se complementa con Ottavis, que fue tan kirchnerista que vive en un gran hotel extranjero, luego tan sciolista que le pegaba a la mujer con un solo brazo y hoy es tan macrista que dice que no tiene empleada doméstica, sino una paraguaya puesta en comisión hasta que haya cenado.
Los grandes consensos suelen ser tan efímeros en la Argentina de las crisis cíclicas, que apenas hay que sentarse a esperar el desbarranque.
Sorprende Macri, en su necesidad de contar con el Brancatelli de la economía, que es Kicillof, como contradictor deseado, que vuelve mágico a quien lo trata de idiota, sorprende que aún no se dé cuenta que así en vez de aislar a la vieja hotelera, que el peronismo quiere, con su habitual mansedumbre,  tirar por la ventana, le retrasa el inevitable aislamiento.
Dando tiempo, un tiempo estratégico, para que los residuos del kirchnerismo  se metan bajo la ducha del próximo súper prócer de la patria, sea De La Sota, Urtubey, Massa o algún derechista de similar calaña. Todos los beliebers K llevan dentro de su corazón un Jorge Telerman cuando el cajero automático marca la sentencia final del saldo no disponible.
El gran negocio de Macri sería dividir a los radicales entre perritos falderos del PRO y perritos falderos de lo que haga Stolbizer, que en última instancia va a ser luego todo comido por el socialismo santafesino. De la misma manera que el peronismo se dividirá, para confirmar su final, en la pata camorrera de las semi alianzas que encabezarán el PRO y el socialismo enfrente de acá a cuatro años, haciendo realidad finalmente el sueño de Torcuato Di Tella y Néstor Kirchner.  Ambos fundadores de centros culturales, aunque el segundo recién conoció un centro cultural cuando ya había fallecido.

sábado, diciembre 05, 2015

Una transición tranquila. O sea, aburrida.





Pongámoslo así, estimados maricones, tres conceptos: transición, alternancia y alternativa. Transición llamemos al cambio de gobierno dentro de una misma corriente política (el caso, por ejemplo, de Menem en su reelección, a quien le entregó la banda presidencial el vicepresidente del senado, su hermano Eduardo; o el caso de Cristina en 2011, que se hizo entregar la banda presidencial por su hija, a la que aún ni siquiera le había inventado un pasado como talentosa cineasta).
La alternancia puede darse cuando se traspasa el mando desde un mismo partido político pero hacia corrientes políticas internas distintas, algo clave en nuestra corta y fragmentada democracia donde los partidos políticos son como las estadísticas de Kicillof: viven en Narnia. Donde todos somos felices, mi amor.


Alternancia puede ser el traspaso de Yrigoyen a Alvear, de Lastiri a Perón, de Rodríguez Saá a Duhalde.
Alternativa, es otro cantar. Es cuando se cambia de signo político. Alfonsín a Menem es casi el único ejemplo de la era democrática. Otro, que tiene mucho de transición aunque formalmente fue alternativa, es el traspaso más tranquilo de la historia: Menem a De La Rúa.
El segundo traspaso más tranquilo de nuestra historia - o sea, bajo nuestros cánones históricos patéticos que con candorosa histeria se suele pasar por alto- es también una mezcla de alternativa (es otro partido el que asume) y alternancia (propone mucho de continuidad en las áreas importantes: economía, deuda externa, relaciones internacionales, pobreza y  desigualdad social) y es el de Cristina a Macri, que es Mauricio. Así como Cristina es Fernández. No, perdón, es Kirchner, como toda feminista está contra el aborto y usa el apellido del marido.
El asunto del bastón de mando es una pavada desconcertante: ¿quién carajo toma en serio un debate en torno a esa estupidez? ¿Desde cuándo una discusión sobre Ceremonial y Protocolo entre dos ególatras enfermizos como Macri y Fernández incide  en la realidad cotidiana de los ciudadanos, queridos amigos?
Puro y tonto Relato del entusiasta apoyo del jovaterío del periodismo militante macrista.
Por cierto, el Relato Amarillo es increíblemente pelotudo.
¿No tienen un cuentito que pueda ser tomado en serio por mayores de 13 años, señores sin apellido con cara de ser más buenos que Bambi aunque vengan de macabras multinacionales que nos cagan a diario?



Entiendo que el Relato Amarillo busca ser pavote para contrarrestar la vagancia intelectual de los beliebers K, pero fuera de esos microclimas que se autogestionan con dinero ajeno y se necesitan para sobrevivir, hay un país entero al que estas cuitas le chupan soberanamente un huevo.
A mí también, además.
Y yo soy más importante que todo el pueblo junto, no hace falta recordárselos, pelotudos ambulantes.



jueves, diciembre 03, 2015

¿Se fue todo a la mierda?




La pérdida de solidez política y sustancialidad ideológica de los gobiernos de América del Sur que encabezaron el neodesarrollismo, predominante en todo Sudamérica, con prédica progresista, es un hecho comprobable, que solo los ciegos de vocación impugnan con su obstinada y contraproducente negación, password elemental para incorporarse a cualquier secta y recibir las dádivas espirituales del caso. Incluso, algunos, como en el caso Argentino, perdieron todo. Pero la negación, en vez del análisis frío y propositivo,  deja poco espacio para la reflexión, volviéndose una calesita que no va a ningún lado , aunque puede viajar, gracias a la imaginación, a cualquier estratósfera de ocasión.
Se puede situar esta posibilidad de debacle políticamente a partir de la muerte de Néstor Kirchner, el fin de la presidencia de Lula y la muerte de Chávez.  Económicamente, se puede situar en la caída de los precios de los productos primarios en el mercado mundial.  Culturalmente, en la fatiga por la corrupción, el nepotismo y el corso idiota. Socialmente, en que jamás se modificó la desigualdad estructural aunque en momentos sí se mejoró la situación económica de los deciles más débiles y su correlativa, hasta cierto punto, autoestima.
Probablemente, la causa sea múltiple y encierre, con matices, distintos grados de cada variable.
Pero ante los hechos, basta corroborar, además, que ni la integración regional ni el condimento indispensable para cualquier desarrollismo, así sea "neo", que es la industria, lograron estándares de calidad ni sustentabilidad si cambiaban, como está, aunque aún tibiamente, sucediendo, si cambiaban los precios internacionales.

La manufactura de esclavos que administra burocráticamente la dictadura más grande del mundo, China, posibilitó tanto la suba de los precios de los commodities como un freno a la industrialización de sus principales vendedores de materia prima, ubicados en Sudamérica y África. Así, China, la dictadura capitalista más grande y feroz del mundo, comandanda por el Partido Comunista,
logró sentarse a la Mesa de los Galanes que juegan al poker con el mundo entero. La democracia y los derechos humanos son enunciados de psicópatas a la hora de la verdad. China es una manudictafactura.
Pero esa manufactura de esclavos bajó tanto los precios de los productos industriales de mano de obra intensiva, que imposibilitó el desarrollo industrial, mientras en Sudamérica crecía el sector "Servicios" como complejo vinculado a lo agrotécnico y, a veces, agroindustrial.
Con estas viejas categorías se podía ver que el modelo económico redefinía los cuellos de botella expresados en otra vieja teoría, la de la dependencia.
Las guerras en Medio Oriente que desencadenaron las invasiones anglosajonas, hicieron subir el precio del petróleo, lo que terminó siendo usado con habilidad por Estados Unidos para equilibrar relaciones de fuerza con Sudamérica, Rusia, Venezuela, Irán y varios países más, con repercusiones claras en la Argentina de Chevrón.
Pero también fueron esas desastrosas matanzas en Medio Oriente el vehículo de distracción, la condición de posibilidad de la emergencia de los gobiernos neodesarrollistas en Sudamérica.
Ambos efectos chinos y yanquis, a favor y en contra del proyecto neodesarrollista sudamericano, coincidieron con, primero, la emergencia de Lula, Chávez y Kirchner, luego, en su fase contraria, con los cachivaches de Maduro, Dilma y la mamá del diputado Larry de Play.
En esta segunda fase, encima, aparece Susanti Pancho a salvar el quebrado estado Vaticano, la teocracia de pedófilos que necesitaba, urgente, un ambicioso telepredicador con habilidad para las selfies, capaz de recaudar dinero y suturar las pérdidas, a la vez que incidir en el debate interno sobre si la Iglesia Católica debe cerrarse en sus dogmas para sobrevivir, en un mundo que de tanto relativismo aún tiene parias que necesitados de una identidad prefieren rezar 10 avemarías por engañar a su esposa que entrar con un chaleco de bombas a una estación de trenes a  la espera de 70 vírgenes en el más allá. En el más acá solo quedan 70 pedacitos irreconocibles de carne humana. O bien abrirse a los "católicos no practicantes"; esto es, los principales enemigos de la curia realmente existente: los que creen en los postulados cristianos y católicos pero no, casualmente, en esa curia que los odia. La renuncia del anterior Papa, un cruzado de esta posición sectaria, saldó el dbate. Se alinearon los planetas y acá están los resultados.
La austeridad y apertura de Susanti Pancho terminó de demoler cualquier esperanza redentora en los neodesarrollismos dirigidos por una oligarquía política dedicada al delito y sin un proyecto que no atrase: ni ideas novedosas, ni creatividad ni mística. Esto parece tierra arrasada.
Y es el comienzo.
Es una pena.

sábado, noviembre 28, 2015

El fin del peronismo




Así como el kirhcnerismo no se explica sin la implosión de la UCR tras el desastre que heredó De la Rúa del entonces presidente Menem, la victoria del PRO no puede entenderse sin entender la desaparición del peronismo.
Ya con cierta distancia presupuestaria de los delirantes sermones de la vieja, la ortodoxia peronista conservadora del norte preparaba el fuego para asar el oso que aún Scioli no había cazado. Y jamás cazó. Aunque la piel ya la vendieron.
Solo quedó en pie el ala conservadora del peronismo: los gobernadores del norte que necesitan imperiosamente que la Nación les preste papeles pintados para pagar el aguinaldo. Ese es todo su horizonte político. Pero la cosa aún puede empeorar: ungir a Fellner contra Aníbal Fernández en ese Club de Perdedores que se ufanan de ser la nación, lo popular, un frente y para la victoria; es lo mismo que regalar el peronismo conservador a Macri.
Oh, sí, el que va a resistir mucho va a ser el comandante revolucionario Urtubey y el Camilo Torres del Vaticano: son capaces de tirar a la basura los cheques siempre y cuando la transferencia sea electrónica.
La oposición social a Macri no querrá cargar con el lastre de Cristina Fernández, entre otras cosas porque todo indica que el modelo industrial con matriz diversificada y movilidad social ascendente (traducido: vendemos soja y petróleo y la mitad del país vive bajo la pobreza, según los cánones alemanes) continuará, solo que probablemente se termine la acefalía presidencial. Eso y todo la runfla de ladrones. Veremos.
¿Puede sobrevivir el peronismo? Sí, claro. Todo país necesita un partido de los pobres, un universo simbólico y aspiracional que si no lo ocupa a política, sucede lo que hoy sucede en los sectores populares: los maneja la policía, con la colaboración estratégica de las redes internacionales del narcotráfico, la amenaza de bajezas de exclusión aún más pronunciadas y las distintas iglesias regalando manuales de autoayuda para gente predispuesta a la resignación en un país con altísimas tasas crónicas ya de desempleo y la mitad de los trabajadores en negro. Sobre ese matorral de angustia se establecen redes de supervivencia marcadas por la violencia, la explotación y la aplicación antojadiza de la ley, hecha y derecha contra esos sectores.
El problema es que todo eso termina transando en el territorio con el peronismo realmente existente una convivencia inmobilizadora, mientras las turbinas del sistema económico están ajenas a estos suburbios y siguen generando desigualdad social, cultural y educativa ampliando la brecha entre incluidos y excluidos, quizás como nunca antes en la historia de la especie humana.
Esos dos mundos, los pobres y los ricos, no son antagónicos porque no los regula la lucha de clases sino la díada exclusión-inclusión. La grieta verdadera. Que es una sensación de grieta, porque la mayoría vive en el medio de esas dos tensiones, haciendo de ese intermedio una tríada demoledora de las viejas certezas, mitos y construcciones sociales que pretendieron dar por cierta durante un siglo y algo la existencia, dentro de la República Argentina, una Nación Argentina que aún espera ser conformada, aunque nadie, ningún sujeto social concreto, hoy lo necesita. Así que no termina de ser más que la materialidad de elucubraciones literarias.
Al perder, el peronismo, patrimonio simbólico como Partido de los pobres, el peronismo tenderá a fusionarse con los nuevos tiempos. El problema, muy parecido al debate al interior de la Iglesia Católica y la religión judía, es que adaptarse a los nuevos tiempos implica desaparecer. Cerrarse en sí mismo, implica reducirse. Intensidad versus despliegue. El dilema de la supervivencia de todo grupo humano que pierde su función social.
Al no ser los trabajadores sindicalizados un sujeto social de importancia en el país real, al no tener sentido una alianza con cualquier sector que se quiera de las fuerzas armadas y al perder predicamento entre los humildes el catolicismo (no la fe ni el cristianismo); el peronismo se fue diluyendo como razón histórica. La narrativa de los beliebers K, anclados en Palermpo y soñando con una década del 70 completamente imaginaria, falaz y encima heroica, no quedaba otra que esta capitulación sin gloria, sin honor y sin sentido hacia el Arca de Noé que era el gobierno de la provincia de buenos Aires.
El Arca no la maneja ya Noé. Hay un nuevo Capitán.
Subirse es dejar de existir, bajarse es quedarse solo.

viernes, septiembre 04, 2015

El pobrezismo




El Pobrezismo es un amplio y transversal espacio cultural que, en sus razones últimas, jura y recontrajura que quiere erradicar la pobreza. Completamente. Hasta que no quede ninguno. lPero ninguno, ninguno, ninguno.
Y deletrea con orgásmica pasión y un toque justo de pena una catarata de eslóganes vacuos en los que, a juzgar por el brillo de sus ojos, parece creer: educación, igualdad de oportunidades, inversiones genuinas, asociación público-privada, incorporación de valor agregado, desarrollo...
Al principio, incluso, es probable que el pobrezista haya hecho algo concreto contra la pobreza. Antes de vencerlo el cinismo quizás dio apoyo escolar, se movilizó con organizaciones villeras, formó cooperativas, enseñó oficios, leyó la literatura de ocasión y cantó, soñando un mundo mejor, todo el repertorio del folklore progresista.
Llegó, quizás, a amar la pobreza como una bendición de Dios.
Mientras la pobreza aumentaba. Y aumentaba. Y aumentaba.
Pobreza Estructural. Nueva Pobreza. Pobreza Extrema. Pobreza Racial. Pobreza de Género. Pobreza Infantil. Pobreza para todos los gustos y colores, multiplicándose sin ton ni son aquí y allá. Hasta volverse insoportable.
Pobreza. A la que nombra con eufemismos varios, para no estigmatizarla: son "la materia pendiente", son "lo que falta", son "la herencia recibida", son "nuestro querido pueblo"... Es muy difícil que les digan, que los nombren, sencillamente, por lo que son: pobres.
Porque para el pobrezista lo que no se nombra, no existe.  Por eso hasta erradica la pobreza. De las estadísticas. Y las culpas. Esa especie de INDEC del alma que alguna vez le causó dolor. Hasta que comenzó a fraguar las estadísticas de su corazón.
Así ¡PUM! por arte de magia, dejaron de existir los pobres. No los Pobrezistas, esos siguen existiendo y a menudo, hasta se hacen homenajes por ser tan buenos y querer tanto a los pobres.
Claro que aunque no los nombran sí hablan en nombre de ellos. De hecho, andando el tiempo, el pobrezista habla en nombre de los pobres para enriquecerse. Es decir, que si realmente no hubiera pobres, el pobrezista no sería rico. O sea que, si el pobrezista terminara con la pobreza, la pobreza terminaría con él. Está bien entonces que no los nombren por su nombre: nadie está obligado a declarar en su contra.
El pobrezismo, que es el tío canchero del progresismo, necesita tanto a los pobres que no puede ser otra cosa que conservador. Eso sí, popular. Conservador pero popular. Muy popular. Cumbia, show y fútbol.
Ojo, no es que los pobrezistas sean demagógicos. No, tienen un modelo, un proyecto, metas y logros que defender y bancar. Su modelo se llama "vivir con lo nuestro". Claro que lo entienden a su manera.
Y efectivamente viven con lo nuestro.
Lo bien que viven.

Esto con De La Rúa no pasaba...



El sciolismo explicado a los niños