El fallo de la corte suprema de pollo -esa agencia de autopublicidad- sobre el aborto clava una bandera en el pecho de la patria, qué frase, pero en serio: gran fallo. En cierto sentido, la subjetividad conforme la desigualdad de géneros es el aspecto civilizatorio que aglutina los traumas de la historia universal, se ancla ahí el principal obstáculo para un horizonte igualitario. Por que, la desigualdad social, tiene una articulación fina, imperceptible -o bien, no sé explicarlo creo, más aún, no sé explicarlo: ni para mí mismo- con la desigualdad de género, la diferencia, estatutaria en la cultura, entre el hombre y la mujer. En cierto modo (y dale con relativizar, pasa que no sé cómo explicarlo), la historia de la filosofía es la historia de las justificaciones y argumentos sobre la superioridad del hombre sobre la mujer. Ningún horizonte de justicia en el plano social puede realizarse sin contener la doctrina de la igualdad, no de sexos, aunque sea el escalón previo imprescindible, sino de géneros, de manera tal que habilite la creación de géneros, la capacidad humana de inventarse, de desplegar la condición humana definitiva: la imaginación.
Bueno, qué tanto, no sé, otro tema (no es fácil saber de todo y tener posiciones sobre todo, como mi caso. Y es que no es fácil ser así, tipo re influyente, entendés) Moyano es un caso único de la manera sutil de chocarse una calesita (metáfora). Manejando un camioncito, de juguete (no metáfora). Subió, rudo y grandote, al ring (metáfora). Y se recontracagó a trompadas, solito. Tantas piñas se pegó que se contó hasta diez, se declaró el knockout y salió a festejar, rodeado de su familia. Dejando, incluso, la remanida metáfora de "la sombra de una duda" sobre si no habrá algún dato que explique, le otorgue racionalidad, a su autocagada a trompadas para asustar abuelitas (como éstamos con el autoalgo), derecho a chocarse la calesita. No toda la familia habrá festejado. El Hijo Tonto, Pablo, sí, pobrecito, opinador serial, se destaca por los comunicados de prensa que le escriben. El Wachiturro, Facundo, es el principal damnificado por el autogolpe de Moyano. La señora Sarlo debería reconocer ésto: el silencio K -por llamarlo de algún modo- fue efectivo, en este caso (que no es menor ni en un contexto menor ni de menores repercusiones, hacia adentro y afuera del kirchnerismo, hacia adentro y afuera del mundo sindical, hacia adentro y afuera de la oposición, hacia adentro y afuera de mi ego: por que yo fui de los poquitos que creí que no había vuelta atrás, allá por diciembre, y más aún, que creí que Moyano Papá subía al ring solito y se iba a cagar a trompadas, contra todos los que le encontraban virtudes atemorizantes y presagiaban tantísimos apocalipsis prontos e inminentes, no jodas, le acerté, como siempre, jugale al 23 a la quiniela, sale mañana, chau paréntesis) y la historia de huracanes presagiados decae por carecer de un guión más o menos creíble.
Los perros crearon el mundo. Los perros crearon a dios. No diga que sea así, pero es una idea a considerar.
Los poetas que quise, que sentí como propios, estaban, ya entonces, todos muertos. Yo les conocía su vida. Me empapé de las atmósferas, ciudades sucias y atravesadas por misterios, cantinas y militancias, causas que habían envejecido, ya entonces, aventuras universitarias, pobreza, locura, amor, todas esas cosas, hoy lejanas. Tuve una adolescencia literaria, continuidad de una infancia poblada de sueños.
Los libros que ahora leo son otros.
Pero se me da por espiar, calladito, lo que pasa en el panorama de la literatura. Hay toda una generación nueva, sub 25, criada al calor de este proceso, que es, no sé, más libre, más suelta, más democrática, con los problemas de traer lo distinto. Hay que estar atentos, bah, no sé para qué, para calmar las ansiedades -en mi caso, por lo menos- de una escena literaria que desde los ochenta se volvió monárquica, consagratoria, tremendamente aburrida. Esa cosa tan institucionalizada, tan traumada, tan ajena. Todo bien. Grandes escritores. Valores que trascienden. Y etcétera. Pero pasaron 20, 30 años. Hay nuevas generaciones de lectores, el boom "latinoamericano" de los años 60 ya está para canon no para, con perdón de la palabra, vanguardia. Y el punto no es de la trama, menos de los estilos, y menos hacer adolescentismo tecnológico, esas bobadas de programas de TV ochentosos -"ahora vamos a ver qué dice la gente en Twitter" qué moderno, le falta el wakman (ni me acuerdo si se escribía así, el wakman, era un aparato que, decían los chantas de academia de aquel momento -fines de los años ochenta- iba a cambiar...EL PARADIGMA CIVILIZATORIO, nada más- y que bueno, ya deberían estar en los museos) y el Muro de Berlín- sino una cierta sensibilidad distinta, y distintas problemáticas, y por ende, nuevos escritores que enriquezcan el legado, ciertamente imprescindible. Chau putos.
Ah, una cosa más. Acá se puede bajar el autoinforme (je) que se mandó a hacer la dictadura militar sobre la guerra de Malvinas, lo estoy leyendo, es largo. Besos. Ah, una aclaración: es un quilombo descargar el informe por que se satura si tiene "muchas" descargas. Una cosa muy loca -y amateur- es que el link de Casa Rosada, donde está sistematizada la información, remite al sitio de la ANSES -¿qué mierda tiene que ver el ANSES?- y bueno, ese sitio, es cualquier cosa. Y descargar un archivo PDF -o sea, en el formato más viejo posible- se vuelve una osadía. ¿Tanto cuesta hacer un sitio específico, o poner los milicos a laburar y hacer algo recontracomplejo como abrir una página de internet; tanto, mis amores? ¿No se podría hacer un sitio específico sobre el tema Malvinas, con información oficial, una política comunicacional (ya que estamos) para los que ocupan las Malvinas y para los ingleses que viven en Inglaterra y las excolonias británicas, para tener de aliados a esas poblaciones de excolonias, mis amores, tanto cuesta, eh, papá, siglo 21, corazones, los quiero a todos, y buenas noches, eh? Pero los sitios de descargas deben pensarse, razonablemente, para conexiones lentas de internet, que son, mis queridos, la inmensa mayoría, nacional y popular. Aunque Argentina lidera -por las políticas aplicadas en la economía y en la educación- a los países latinoamericanos en el uso de internet, la concha de la lora, la mayoría de las conexiones, son lentas, y todavía, bagayos presumidos, no se me bajó el putísimo archivo, por que el Norton, no el vino sino el antivirus, saltó protestando, pero no por la Anses, mandarinas, sino por que clikeé un archivo de trolas, seguramente, no sé qué pavada me mandaron por Twitter, algo de la CIA seguramente, y chilló el Norton, esa niña sensible que todos llevamos dentro de nuestro sistema operativo, y entonces, te decía, se pudrió todo, por que además, mientras tanto, estaba bajando un documental sobre Ópera, mirá qué sofisticado el peronista, sabía leer, buenas noches, saludos a Majul.
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