Verbitsky dice que el gobierno giró a la derecha

LO QUE DICE  VERBITSKY Y CÓMO LO DICE-se puede tener una vida no episcopal (dicho sea de paso: ¿en qué quedó la campaña para hacer de Mortadela el sucesor presidencial de su madre? ¿Los Salieris de Mami perdieron entusiasmo? ¿En qué anda el enamoradizo Oscar Cuervo y el gordo chanta de Fernández? El Kumpi Reibel mandó a reactivar a los temibles blogueros K, lo hacen cada 6 meses, dos días, no funciona. Nada puede funcionar como dispositivo cultural si se lo trata de institucionalizar. Tantos análisis de medios y aún no aprendieron cómo funciona la cultura popular, berracos).

¡Hola Diego! Tanto tiempo...¡Sandraaaaa !

Dice que a Macri y Massa les duele el cuello de tanto girar a la derecha, temerosos de que desde el gobierno los corra por derecha.
Traducido para beliebers K: ¡Hurra! ¡Nuestra Amada Líder sigue conservando la iniciativa, el centro de la escena y el perrico Simón! ¡Venceremos! ¡París o Muerte! ¡Hay que crear uno, dos, mil campos de concentración!

(Acá entre nos, la omisión del "Total apoyo" al fascismo que contiene el nuevo Código Penal de Randazzo; por parte de la terrateniente que ejerce la presidencia de la nación en sus ratos libres, no es para nada inocente)

Alto, camaradas! No todas son malas notis: lean este imperdible párrafo de defensa de Boudou, el Numismático Calcográfico

Amado Boudou es el jocker del mazo, el comodín. Todos arman juego con él. Podrá ser más o menos culpable en el caso Ciccone, o incluso inocente de toda inocencia. Pero ver involucrada su figura, la de segundo hombre en la línea de sucesión presidencial, en un caso de corrupción supuesto altamente novelizado, pudo haber llevado al CEO de una empresa japonesa que pensaba invertir en la Argentina después del exitoso trato con el Club de París a justificar su negativa ante los accionistas porque, como puede advertirse con la escandalosa noticia del llamado a indagatoria del vicepresidente en ejercicio, el país estaría gobernado por un grupo de funcionarios envilecidos. La escena es ficticia, claro, aunque verosímil. 

Roberto Caballero, defensor de la pulcritud de los fondos buitres japoneses.