Boludita

Ni un futbolista falta al trabajo 2 meses como la vieja por una torcedura en el tobillo. Pero la vieja volvió disfrazada de paralítica a su show televisivo donde nos explicó que el caso del intento de asesinato a ella -donde por error pasaba un tal Nisman y resultó asesinado- fue similar a cuando Mariano Ferreyra asesinó a Néstor Kirchner.
Antes de ir a China a endeudar el país a cambio de que acepten ponerle el nombre de su marido a una represa inaugurada apenas 80 veces; la vieja mostró su calidad intelectual y apego al trabajo lloriqueando por un tuit de tinta de un secretario de Nisman.
Hay que entender esa cabeza: un tuit sin menor valor, mal escrito y sin contenido, le resulta a la vieja tonta un agravio inconmensurable antes de ir a saltar de alegría como una boludita por un arreglo floral que le dejó en la habitación algún general de la dictadura China.
Hay que ponerse en la cabeza de esa boludita que gastó una bocha de guita ajena para verse en un suplemnto alquilado a un diario yanqui.
Hay que ponerse en la cabeza de esa boludita que se pavoneaba de enseñar economía en el G-20 cuando la soja estaba por las nubes.

Hay que ponerse en la cabeza de esa boludita si por segundo día consecutivo los principales diarios del mundo te llaman fascista, asesina y rascista.

El Congreso debería intervenir en la montaña de justificaciones de médicos privados por el escaso apego al trabajo de la presidente y debería designar un tribunal de médicos de hospitales que hagan una pericia psiquiátrica a Cristina Kirchner.
Ojo, en los futuros cargos judiciales por instigación al magnicidio, los resultados de esa pericia psiquiátrica la pueden favorecer; pero lo importante ahora es el país