El coronel Berni no tiene quién le escriba

Tino y Gargamuza, los suboficiales Salinas y Fernádez, se autoconsideran incapaces de hacer un análisis político. Hay que reconocerles la humildad de aceptar la verdad. En su taquería sólo pueden hacer purgas ideológicas con argumentos pueriles que, encima, la mayoría de las veces son choreados de por ahí. Pero el problema que tiene hoy el sciolismo -Berni, Manzano, Casal, Cristina, Juan Carlos, Puricelli, Báez, Larroque, Milani, Moria, Electroingeniería, Hadad, Susanti Pancho- es la falta de escribas. Los que tenían, hace rato que huyeron.  Entonces reciclan hasta el hartazgo categorías que sus creadores hace rato explicaron que ya pasaron. Pero, para peor, la realidad les muestra la ineficacia de esas lecturas.
Por eso, el Comité Literario de Casa Rosada, los abogados que se mandan cagadas solamente cuando actúan, que es bien poco por suerte, están contratando gente, los contratos son bastante buenos.  Aviso para tanto oportunista que anda buitreando. De nada. Total...
El núcleo del devenir político sigue residiendo en la economía y en la ineficacia política para imprimirle una dirección, por más chamuyo que se haga. De hecho, el chamuyo es inversamente proporcional a la deficiencia económica.
Si la conducción económica no es sacrificable, entonces, irán (no los poderes corporativos, que, en algunos casos, también están enfrentados y no por los errores del kirchnerismo, sino por sus aciertos) por Cristina. Simple. Sencillo. Contundente.
Para todo lo demás, está Radio Reibel.