La comunicación en tiempos de crisis

El modelo Bielorrusia de africanización con inclusión satelital tiene problemas de comunicación

¿Se radicalizará la mirada policial sobre la economía?
No podemos saberlo. Sí, en cambio, se puede establecer la hipótesis de que el registro discursivo preeminente en el gobierno seguirá siendo el de categorías policiales. No tiene manera de escapar a su propia celada.


Son legión, más en el cristinismo, los que curran con la industria del humo: la comunicación.
La creencia entre los belivers K -que miran el mundo desde la TV- de que tenemos el mejor gobierno del mundo lástima que comunica mal, deja el campo fértil para que crezcan esos negocios. El hipódromo de las palabras.
Y Cristina, que compra cualquier verdura, se compra este buzón y así estamos.

Sacaron a Marcelo Araujo en el momento donde había que tapar el desastre de Remes Kicillof en 678. Jugadas de corto vuelo. Todo muy municipal. Porque también sacaron al pavote que hacía propaganda en medio del relato del partido. Un boludo sin mayor relevancia.
Excepto, claro, como emisor -ese despido- de un mensaje cruel.
¿Hace falta decodificarlo?
We hebben geen leger wil een leger meer
Es decir, otro golpe para los believers y van...

El vocablo, de un cancherismo extremo, "devaluta" hizo que recordemos sus palabras: la Ministra de Cosas Raras, Débora Giorgi, acusó a "los que quieren la devaluta" de joderle la placidez con la que toma su empleo público. Fue hac un par de meses. Se refería a Massa.
Débora Giorgi. Una joda.

El festival de estadísticas truchas, ocasión de autoelogios presidenciales, está en franca extinción. Hay un sinceramiento tarifario en el ámbito simbólico de la mentira, para decirlo con propiedad. Y alma de propietario.
La forclusión en torno a la pobreza empieza a desmantelarse.
Como un Jenga.
Lacan de estas cosas algo sabía.

Clarín nos quiere vender que la Licenciada Vacacionante, con notables problemas hasta para manejar una cuenta con seguidores truchos y que nadie lo note, maneja el gobierno por teléfono. Ja.
Naturalmente, la presidente cree que gana con este acuerdo con Clarín. Donde ella es la líder indiscutida de la devluación, los asesinatos, el sufrimiento popular, los cortes de luz, los saqueos. En fin, el país que le gusta a Tinelli. Con muchos culos.
La vieja está en el Caribe y todo le chupa un huevo.

Militantes sí, analistas no; es una consigna que la alcahuetería abrazó con desmedido entusiasmo previendo estos tiempos donde el objeto del escarnio no sería su nuevo socio, el señor Clarín, sino las mismas bases sociales del Frente Para la Victoria. Segmentado en las clases medias progresistas.
Buscaban pedagogizar el nuevo catecismo y terminaron presos de su sectarismo. Peleándose por boludeces, como los presos. Y al pedo todo el día, deseando que el tiempo pase.
No da para abusar de esta metáfora. Sí para recordar ¿se acuerdan cuando peleábamos contra Casal? Sigue siendo ministro del gobierno nacional y popular, de su segunda figura en preeminencia. El Doctor Scioli cambió de cartera al Doctor Casal y puso en la suya al Doctor Granados. Les encantó explicar que eso, mounstruoso, es el peronismo. Sí, el peronismo de Puerto Madero. No el único peronismo.
De todos modos este punto quedó opacado por Milani. El general devaluado. Que vino a traerle prestigio al monigote de Berni. Que ya no es lo más oscuro del cristinismo.
Ahora lo más oscuro es Cristina.
La Ministra de Barrabrava es un homenaje a Fontanarrosa: está pintada. Y para lavar la guita de Cristina. Pasa que lo de Leo Fariña no funcionó.
Hubo un error de comunicación ahí.

Cualquier manual básico de comunicación en tiempos de crisis enseña que
1) Hay que reconocer la crisis, sino te devora
2) Echar culpas afuera es un error de principiante

El problema real es que son una banda de ladrones que destina mucho tiempo y energías en no ir presos. Y ante la eventualidad de vacacionar en los juzgados, esperan contar con un grupo de fanáticos que les crea que se enriquecieron para luchar contra los ricos.
Por eso la obsesión con los medios. Y la épica chamuyera.
Todo lo demás es anécdota.
La COMUNICACIÓN en mayúsculas (y algo entiendo de esto, más por viejo y por pícaro que por los libros, que también he leído) es la biblia de la antipolítica.



La simiótica -el análisis del discurso del culpable- obturó la comprensión del terreno donde se disputaba la cosa. La economía, estúpidos.
Lo de la llama que llama nunca va a seducir al que llama.

El coordinador de la Jirafatura de Gabinete -para extranjeros, es el presidente en funciones mientras la presidencte formal esté de vacaciones; o sea, 25 días de cada mes- hizo un heorico intento por no segu-ir devaluando la palabra gubernamental. Lo venció el mercado. Para variar.
Salir a contestar a los medios leídos por personas influyentes, es decir, a no a los hegemónicos, sino medios pequeños de internet que ganaron y ganarán credibilidad a medida que la crisis y la censura en la prensa avancen de la mano. Decía, salir a contestar eso es informar por partida doble lo que de todos modos se iba a saber. Mostrarse contra las cuerdas, en la medida que no vivís como pensás, es un suicidio político. Que solo puede traer desánimo en la tropa believers. Aunque sea más realista que las matoneadas de La Cámpora.
¿Dónde están, a todo esto, los gerentes de La Cámpora?
Qué borrada se pegaron, muchachos. Pónganle algo de elegancia...Queda feo así.

La mega híper ultra conspiración de las usinas del dispo en la corpo de la opo, que busca desestabilizar el empleo pública de la vieja, que tantas millonarias satisfacciones le ha dado a ella y su familia, eso ya no se lo  cree ni el segmento ABCk de los believers. Inventen otra

El gobierno tiene un serio problema de comunicación. No logra asustarnos. Rodeado de represores, ladrones, matones, casineros y lavadores de guita bien podría haber funcionado.
Pero no, no está funcionando.