1) Distintas, y contradictorias corporaciones tienen, a mi juicio, demasiadas expectativas en el nuevo congreso. Esto lo refleja bien la edición de Clarín de hoy: es demasiado lo que esperan del nuevo congreso. Lo mismo los empresarios primitivos del "campo". También los devaluadores compulsivos de la UIA. También los que sólo leen el demanaria La Voz de la Embajada, tipo Morales Solá. También ciertas "economías regionales" que llaman incentivo al subsidio y el proteccionismo. También ciertos importadores, y la cámara de alimentos, y la de la leche, y la del calzado, y así. Los bancos, en sus fragmentados gremios patronales, tienen muchas expectativas.
Demasiadas. Porque no existe la oposición como bloque: sólo los une el espanto. El antikirchnerismo. Pero una ley de arriendamientos, que el derechista Buzzi necesita para la interna de la FAA, es contradictoria a regular para imposibilitar los revalúos provinciales, por ejemplo. Que en la Pampa Húmeda vienen frenados. Por poner sólo un caso.
Son muchos los intereses corporativos afectados. Y, ay, ay, ay, las comisiones que querrán más de 40 bloques, elevan el precio de la ley. Y me refiero a la acepción, digamos, que se usa en la familia de Graciela Camaño, la esposa de Luis Barrionuevo.
2) La construcción de Kirchner como sucio, feo, malvado, dictador, histérico y demás, lo que podríamos llamar la construcción de Kirchner como sargento en la colimba, se revierte, como bien ilustra la foto de portada de Clarín de hoy.
O sea, cuidado, porque el paso de victimario a víctima se da en el último capítulo de las novelas caribeñas, y dura sólo un capítulo. Si se machaca sobre eso, uno le empieza a agarrar ciero cariño a la víctima.
Pero, se me hace que este guión derivará en algo tipo Cris Morena: insólito, inverosímil, muy loco, imprevisible.
Si yo fuera el empleado del mes en Clarín, como Van der Koy y Julio Blank, no jugaría con fuego.
3) Yo creía que la polarización radicalizaría el proceso, resultando en mejoras para los sectores nacionales y populares. No fue así. Derivó en derrota.
Tras el 28 de junio, la construcción de mayorías relativas en el congreso, recompuso al oficialismo y disgregó a las distintas oposiciones.
Ahora, forzadamente se apelará a la táctica de mayorías relativas
4) La nueva composición del congreso descomprime tensiones, torna más sutil a la política, despliega la tarea de loby sobre los distintos y variados bloques.
5) La reforma política enterrará la alegre política de la fragmentación de los bloques. Pero, mientras tanto, este conglomerado de pymes opositor, es funcional al oficialismo.
6) En lo único que une a las pymes opositoras (donde a su interior conduce la derecha) es en el antikirchnerismo. Es un dato a tener en cuenta: descomprimir tensiones, desune a la "oposición". Mantener la iniciativa, también. ¿Es posible esta aparente encrucijada entre descomprimir tensiones y mantener la iniciativa? Se verá.
7) Este proyecto político tiene siete años en el poder. Las cosas, considerando anteriores oficialismos, noe stán tan mal. Y mucho mejor de cómo arrancó la historia, allá en el 2003.
8) Lozano me sigue pareciendo un pajero.
9) Queda feo decirlo, pero ahora la oposición tiene una tajada mayor de la jugosa caja del Congreso. Eso, suele implicar, más bloques, más divisiones, más quilombo. Quien les habla, pertenece al generoso universo de la patria asesora, que suele atropellar como un tren las mejores ilusiones. Saber de manejos finos de este poder, es un arma muy poderosa. Sobretodo entre los amateurs: donde se destaca lo que la prensa llama con amabilidad "centroizquierda".
10)Según la mayoría de los relatos periodísticos, Federico Pinedo, los agrodiputados, Graciela Camaño, Ricky Alfonsín, están siendo funcionales a la "centroizquierda". Es divertido, es un buen chiste: ahora resulta que la derecha es funcional a Pino Solanas.
Je.
