martes, enero 20, 2009

Elogio d ela oposición


Nunca creía que la oposición se conforme, principalmente, desde sí misma. Depende, claro, del momento histórico, pero la mera definición de oposición es la, prioritariamente, habría que señalar como un patrón táctico de vital importancia para seguir, luego, coordenadas ideológicas. Así se entiende que Biolcati le regale vaquitas a Castell, y que ninguno de los se sienta, digamos, incómodo.
La racionalidad política implica que si soy opositor debo oponerme y juntar lo que se oponga, en la mayoría de las circunstancias (que no, si se quiere en las principales). El caso del Frepaso y sobretodo la Alianza es crucial: se oponían, a la luz de la lectura interpretativa mayoritaria, a la mayoría de los elementos que conformaban el menemismo. Por supuesto, esa valorización era mera ideología: no querían, no podían, no sabían, como sea, cambiar los patrones fundamentales: la valorización financiera, las privatizaciones y la desmovilización social.
El caso de Duhalde es más complejo y, por eso, interesante: se oponían casi todos los políticos a un gobierno compuesto por casi todos los políticos. De cierto modo, el retorno a la política que significa el año 2002, destruyó las interpretaciones antipolíticas falsas sobre las ilusiones de la conducción: la idea de que la verdad (y no la soberanía) reside en las bases; y el mismo planteo antipolítico por derecha: la idea de que los intereses privados en su libre albedrío representan la verdad.
La principal dirigencia política se autonomiza de estos dos criterios, predominantes en la furia trucha de esos días, y gobierna. Pero a la vez, desata una pelea propia de los tiempos vertiginosos y breves institucionalmente: se venían las elecciones, no en mayo del 2003, nadie se confiaba que el gobierno no caiga antes.
Ahí, entonces, hubo una oposición predominantemente social que iba contra lo reunido en el congreso y en el Diálogo Social que promovía la última monarquía de occidente. Y el resultado fue una variante, acaso más extrema de esa autonomía de lo social o “el humor de la gente” según la sociología de clarín. Cuando Kirchner corre los límites de lo posible, en sus medidas más audaces, no tuvo apoyos significativos. Una retórica de la antipolítica hace creer que porque el 70% de los entrevistados responde sí cuando le preguntan si está bien que les hagan juicio político a todos los miembros de la corte, la cosa se transforma en entusiasmo y apoyo para llevar adelante la medida. Algo además de simplote, pavote. Pero ese relato sirve para decir que eso inexistente, donde se trata de meter a toda costa en una categoría al tilingo que va a Miami o a Brasil (lugares donde ciertamente van los tilingos A y B) junto a la maestra que gana dos mil pesos con, quizás, el petrolero que gana quince mil, esa categoría apoyaba la designación de Zafaroni. Lo cual no es cierto. Buena parte de los apoyos recogidos tenían que ver con el pánico de las crisis: se ve ahora, cuando por culpa del gobierno no llueve y hay que rezarle a dios para que llueva (que no es el culpable de la lluvia, pero el estado en el fondo no resuelve los temas, otra vez, de fondo: esos los resuelve dios) el mangueo de subsidios al estado es infernal, hasta ayer nomás, el estado era el infierno. Hay sectores sociales que quieren el estado cuando les va mal, y que no jodan cuando les va bien (excepto para subsidiarles la universidad, para llenar de canas las calles y controlar que los pendejos no hagan ruido en la esquina). Hay otro sector de este país, la mayoría, que necesita al estado: los pobres, ciertos (no todos) trabajadores, las clases altas y las elites, las clases medias bajas, los indigentes. Se cruzan, además, cuestiones ideológicas, históricas, étnicas, de clase, religiosas, culturales, partidarias. Pero la variante táctica para conformar una oposición –que sí, la conforma el gobierno, claro: vivimos en democracia y todavía el MST no está listo para acechar con su vanguardia revolucionaria, ni tampoco los carapintadas consideran esa variante- reside en cómo se mueva el gobierno. La oposición, a lo sumo, puede valorizar ideológicamente uno u otro elemento como determinante: y eso es lo que define, también, al oficialismo.
Pongamos un ejemplo. Los subsidios millonarios que el estado nacional les está dando –acentuados tras la derrota de la 125- a la oligarquía y sus huestes de payasos a izquierda y derecha, a mí me parecen lamentables, patéticos, centralmente asquerosos. A mí me da bronca la eliminación de la tablita de Machinea, la educación universitaria clasista, los colegios privados subsidiados, los gorditos embajadores de la última monarquía de occidente cobran sueldos de secretarios de estado, la continuidad de políticas culturales de derecha, los subsidios y manejos feos con el grupo clarín.
Pero, si la oposición, me plantea que el problema es la distribución del ingreso –o sea, nada: ¿quién lo financia? No se puede estar por la distribución del ingreso y callarse la boca con la oligarquía y la muy progresista Federación Manguearea Argentina- la falta de respeto a no sé qué manual republicano, la ausencia de división de poderes (otro chiste) la intervención al INDEC, la ley de glaciares, el tema de la lechería y obviamente la Soberbia de la primer presidenta mujer: yo no valoro nada de eso (pero tampoco defiendo la intervención al INDEC: eso sí, si los economistas que apoyaron cuanta dictadura hubo en este país se escandalizaran así por las intervenciones, qué lindo país seríamos, no?, tendríamos, cuanto menos, un país decente: como quiere la ex funcionaria de la dictadura en la justicia chaqueña), ninguno de estos elementos son para mí cuestiones de mayor importancia que la baja de la pobreza y el desempleo.
Si los únicos que pierden son los consumidores con el precio de la leche, y los que ganan son los empresarios subsidiados, si a mí me dicen qué escándalo el precio de la leche y hay que ayudar a los productores, yo sé que el otro o es boludo o me miente.
Esta larga introducción busca decir que a contramano del pensamiento predominante, yo no creo que la oposición carezca de calidad. Creo que Carrió es un gran cuadro político, creo que la Mesa de Enlace logró posicionarse mejor que Patrón Costas, creo que Binner es de una gran astucia; creo que Macri es un tipo con tesón y voluntad y coherencia, creo que Cobos actúa como un estadista: no se inmolo a cambio de nada, busca lo que más le conviene como dirigente. Pero también, no creo que de ahí salga el post kirchnerismo. Porque, a excepción de Binner –y minimizando sus constantes cambios de bando- nadie construyó en mayor medida el escenario que los propició. El mayor ejemplo es Cobos: lo único que hizo fue lavarse las manos, no hacer nada, poner cara de pelotudo y disfrutar de no pagar costos por una batalla que no peleó de ningún bando, quedando como héroe del bando ganador (imagínense la alegría de los que sí la pelearon: mi amigo el maoísta que sonríe, Buzzi, Miguenz, Llambías, Raúl Castell).
El caso de Carrió, con una inmensa capacidad de permanencia en la política, sin cosntruir nada (al contrario, destruyendo) y cabalgando sobre el sector de más alta volatilidad y estupidez política –los franceses que lamentablemente nacieron en Palermo- habiendo nacido –y no es una chicana recordarlo- en el Chaco y como hija del fracaso aliancista, es admirable. Pero todos los grandes escenarios que quiso construir, fracasaron. Y ante cada conflicto, jamás capitaliza, siempre le aparece un Cobos, un Reuteman, un Solá, para escupirle el asado que ella estuvo haciendo.
Macri sí, en cierto modo, construyó un escenario: como negación de lo nacional, como antipolítico y como muy capacitado para arreglar baches en un país donde no brilla el asfalto sobre los caminos de tierra.
¿Qué quiero decir con esto? Que tenemos la oposición que construyó el gobierno. Sacámelo a Delía, sacámelo a Moreno, sacámelo a Bonazzo, sacáme todos los elementos impresentables para la sociedad blanca que conforman el kirchnerismo, y todo bien. Cristina gana las elecciones con el mayor porcentaje de diferencia obtenido en relación a su rival desde el retorno de la democracia, peeeero, apenas asume, hay una legitimidad segmentada.
La actual oposición, para lo que se la requiere, es brillante: demoler el relato que quiera construir el kirchenrismo. Para eso, si Bonazzo brinda con Pino Solanas, entonces el Diario La Nación lo festejará.
Y tendremos para las cosas importantes, sentada a Carrió, dialogando republicanamente con Nélson Castro sobre la salud mental de la presidenta, en fin, la consorte que es esposa del presidente de facto, los reyes de la impostura, los castillos en el aire.
Tráigame a uno que pueda hablar tranquilo de los cambios de posturas políticas de Kirchner, y no importa si él mismo ha cambiado más veces de posición que de camiseta, bienvenido señor Luis Juez, Doctora Carrió, Cobos!, Chacho Alvarez, Patricia Bulrich, Macri, bienvenidos al gran circo de la impostura que actúan otros, ustedes son, hasta ahora, los críticos de esta mala película. Mañana, habrá otros actores. Y ustedes, con suerte, seguirán demoliendo hoteles.

10 comentarios:

  1. Retorna Ud. de lo más enérgico!
    No se, Lucas. Las cosas tienen que ocurrir, que pasar, hasta las que parecen más cantadas. No se anuncie ningún postkirchnerismo hasta después de Octubre y mejor hasta después del 2011. Todo tiene que fluir y nada está escrito en el cielo...

    ResponderBorrar
  2. Señor.
    Con respecto a lo del giro a la derecha y Africa mía,viendole el lado positivo posibilitaría que para el 2010 nos tomáramos la Cacciola y en una horita estaríamos viendo Argentina-Holanda en Ciudad del Cabo.
    un ésito.

    ResponderBorrar
  3. Ahora en serio. Que acertado lo que has escrito.

    ResponderBorrar
  4. Cada vez mas claro Lucas, felicitaciones por el regreso.

    ResponderBorrar
  5. Bien Lucas el analisis, algun dia discutiremos a Entre Rios ya que soy de Gualeguay, aca la legitimidad esta corrida lamentablememte a la derecha y a los traidores se les permite la vuelta muy facilmente....

    ResponderBorrar
  6. Lucas:
    No estoy de acuerdo con vos (no cumplo el único requisito), pero igual comento.
    Para mí Carrió y Macri no sólo representan a la derecha, lo cual no sería tan malo, es decir, al fin y al cabo es una corriente que existe en todas partes, sino que además son incapaces. En cuanto a Cobos, debe haber escuchado de cerca a Solá, ya que sigue fielmente su consejo de "en política hay que hacerse el boludo", pero no es más que eso. Por lo tanto a mi sí me parece muy pobre la oposición, ya que ya sean Carrió, Macri, Binner, Cobos, etc creo que ninguno está capacitado para ser un PEN mejor del que tenemos. Sí sirven para salir segundos, denunciar boludeces o cosas serias, criticar y a los que a veces no nos gustan ciertas políticas del gobierno de turno, hacen que nos aferremos aun más a él debido a las declaraciones o actos de su respectiva oposición

    ResponderBorrar
  7. Excelente post lucas, muy claro. Creo que lamentablemente para Macri, esa concepción creada de oposición apolítica pero que administra eficientemente cayó rotundamente, por su incapacidad de gestión. Incluso gente que lo apoyó de dio cuenta de esto.
    Lo que sigue no le va a gustar mucho:
    "En la Argentina no hay ninguna posibilidad de terminar con la exclusión y de hacer un país más justo y más seguro si no hay una fuerte unidad en los hechos, en un proyecto para manejar el Estado que sea apoyado por los humildes, los que necesitan sí o sí al Estado, y la clase media, que es más crítica del Estado y lo necesita poco. "
    Felpie Sola Dixit, suplemento enfoques de LaNazión. Si, ya se, hablar es gratis.
    http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1090863

    ResponderBorrar
  8. Lucidísimo, Lucas, además de tan bien escrito.

    Respecto al Sr. Macri, me da la impresión que el tipo no es que es un incapaz, sino que está gobernando para los porteños que lo votaron. Pregúntenle a éstos qué opinan de la intendencia, y van a ver que están chochos.

    ResponderBorrar
  9. luquis, si tenés los emails amenazadores no los borres. Hay una forma de fijarse la dirección ip de donde salió. Si averiguás la ip podés realizar un escaneo de la pc de donde salió el email. Con ese dato podés hacer la denuncia, y sino, averiguás quien es el que te manda los correos. Si conocés algun juanker podés hacer que entre a la pc y averigue quien es.
    César.

    PD: creí que habías desaparecido.

    ResponderBorrar