Economía Social

-Cuando asumió el gobierno de Kirhcner y a poco de andar, yo noté (un poco incrédulo, de hecho, no me la esperaba y había votado por Patricia Walsh) que había muchos conocidos en distintos ministerios, funcionarios de terceras, cuartas, decimonovenas líneas o más abajo aún, como...naaa, basta: después me quejo por que festejo mi cumpleaños sólo con mi madre. Así fue cómo, ante unos conocidos -que me habían ayudado a reconstruir un tiroteo con la policía dónde murió una chica de 15 años- terminé gestionando para una cooperativa un subsidio en el Ministerio de Desarrollo Social. La cosa tardó un poco, vinieron de vacaciones unos chicos porteños con inquietudes sociales que hacían "evaluaciones", luego vinieron sus primos, después las tías, después vino fijate vos el medio hermano, se rellenaron unos siete mil formularios -que pasaron por unas veintisiete oficinas- y le pedí a un abogado y a un contador asesoramiento (que no me cobraron, por ser amigos) y llamé mil veces y hablé con tres mil pelotudos y por fin, llegó el dinero, destinado (por indicaciones de los militantes del FPV: Frente para el Viático) a la compra de equipamientos para una panadería. Obviamente, la gente de la cooperativa lo quería gastar en otra cosa. Puse el grito en el cielo, les reproché la tramitación, y bue, en fin, se resignaron a hacer todo de acuerdo a las instrucciones del nutrido comoponente del FPV. Y pusieron, nomás, la panadería. ¿Sabés dónde fue eso? En los barrios de atrás del Walt Mart. Mirá si serán pelotudos estos de la cooperativa, que a contramano del saber profundo del FPV, no pudieron competir contra el hipermercado y se fundieron. Qué boludos. Yo siempre lo digo: no es que fallemos nosotros, si las teorías fallan, lo que hay que hacer es simple. Cambiar de pueblo. En fin, qué golazo el de Messi, no, Amenábar?, te sacó una sonrisa en tu fotolog por lo menos?