El ponedor de Azos en los periódicos de izquierda

El corrector de periódicos de Pymes inscriptas en el registro de cultos, como el MST, el PCR, el PO y el Frente Marxista Leninista Por La Revolución Proletaria Asustate Abuelita, está poniendo sus habituales retoques de azos detrás de las palabras. El corrector estilístico tiene buen gusto, pero necesita laburar. A sus manos vienen los ejemplares de todas las Pymes religiosas que pululan por la UBA, la Mesa de Enlace y otros ámbitos obreros. Mete azos en cualquier palabra: tarifa (tarifazo) plesbicito (plesbicitazo) huelga (huelgazo) y se permite una humorada, que le costará caro. Una nota en el periódico En Clave Recontra Roja Hijo De Puta, comenta las elecciones en Catamarca. Se manda, el corrector (en referencia a Bombón Mercado) un Bombonazo. Los 15 lectores del periódico (que son, a su vez, editores de otros quince periódicos que se pelean entre sí) dejan pasar la humorada sin capacidad para sonreír. Pero el más astuto de todos, nuestro amigo –ahora amigazo- Brutroski, se saca de quicios como casi siempre y arremete contra el pequeño burgués democratista de mi amigo el corrector de estilos. Obviamente, arremete a su modo: con una larga nota (unas 17 mil palabras) en páginas centrales de su periódico Revistazo Obrero Proletariazo, donde sostiene, entre otras consideraciones, que el corrector de estilo es un agente del socialimperiazo a escala planetaria y marciana. El corrector de estilo lee la mencionada editorial, a medias, y llega al extenso final: “por todo esto es necesario profundizar la lucha para logra la unidad de los obreros clasistas para terminar con la opresión del régimen al que nos quieren enviar los reformistas aliados al socialimperialismo. Llamamos a los luchadores clasistas y combativos a redoblar los esfuerzos para entre todos lograr el inminente argentinazo” y se atreve, cuándo no, a una pequeña corrección: donde dice “inminente” pone “persistente” y donde dice “argentinazo” escribe “papelonazo”. Y juega, al viento, una apuesta: nadie descubrirá su chiste. Por algo muy simple: todas las notas de todos los periódicos rojos donde trabaja, terminan con un llamado al slogans del comité expresado en el último congreso: así, todos leen algo que ya saben; de modo que, jamás de los jamases, prestarán atención. El apuesta eso, yo dudo. Ya veremos.