viernes, marzo 27, 2009

Los dirigentes políticos

¿Porqué tanta gente, con buenas intenciones, se sumerge en la política agrietándose y, de pronto un día, deja de notar que se transformó en un hijo de puta?¿Será la guita? ¿Será el poder, esa sensación de mandar, de tener gente pendiente, de ser necesitado? ¿Será cierto cinismo, cierto fondo de impotencia que al patear puertas todos vemos por la ventana? ¿Será, acaso, algo más profundo, más complejo, más propio –si tal cosa existe- de la naturaleza humana? ¿Será la proyección de otros conflictos, en otras latitudes de la vida, expuestas y más visibles, simplemente? ¿Será que no es así, no sólo nunca o a veces, sino casi nunca? Quien sabe. De cualquier modo, es viernes, es fin de mes, a otra cosa.

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