Se dejó de hablar de esto como síntoma –otro más- de la debilidad del kirchnerismo. ¿Qué pasó? Quizás algún desprevenido le sopló al oído a otro desprevenido que si se provincializan las elecciones el vencedor de la provincia más grande sería el gran ganador, en este caso el dirigente ultra kirchnerista Néstor Kirchner. Tremendo. O también porque, mientras las usinas de la Casa Rosada, del oficialismo, les hacían creer esto de la provincialización, se guardaban bajo la manga la nacionalización de los comicios, concretada ayer por paliza en el Senado. Fiero, che. El caso es que, en el cementerio de las categorías del periodismo ligero, junto a la tumba de los tres tristes tercios, yace la provincialización, que nació parida por el denegado pedido de cuarto intermedio de Julio Cleto transformado en aguerrido sojero por primacía de las circunstancias, aquella tórrida noche donde el voto de Menem y Reuteman y Saa y Urquía logró retrotraer la “situación” al 11 de marzo del 2008, uy, qué nostalgia: ahí nació la provincialización, categoría que tiene la profundidad intelectual del diario Perfil y la capacidad de explicar la realidad de Bonelli; ahora yace aquí: no somos nada. Quien haya leído la novela Wilt, del genial Tom Sharpe, entenderá la analogía de esta categoría, explicada intensamente, como la muñeca inflable enterrada en hormigón. Fiero porque, como diría el camarada Binner, necesitamos un yoct de confianza que atraiga inversiones, y necesitamos decirlo con cara de vinagre como si estuviéramos diciendo algo muy importante, necesitamos, en suma, todo eso y no andar enterrando categorías que sólo contribuyen al clima de discordia, violencia y eso que dicen con lenguaje transparente, claro, comprensible, sabio, el Episcopado Argentino, que habrá, seguramente –nadie lo niega- cometido algunos errores en el pasado ponele ponele que sí pero hoy contribuye a la pacificación de los argentinos en este nuevo desencuentro por la falta de diálogo entre Felipe Solá y Francisco De Narvaez.
sábado, marzo 28, 2009
Provincializar las elecciones.
Se dejó de hablar de esto como síntoma –otro más- de la debilidad del kirchnerismo. ¿Qué pasó? Quizás algún desprevenido le sopló al oído a otro desprevenido que si se provincializan las elecciones el vencedor de la provincia más grande sería el gran ganador, en este caso el dirigente ultra kirchnerista Néstor Kirchner. Tremendo. O también porque, mientras las usinas de la Casa Rosada, del oficialismo, les hacían creer esto de la provincialización, se guardaban bajo la manga la nacionalización de los comicios, concretada ayer por paliza en el Senado. Fiero, che. El caso es que, en el cementerio de las categorías del periodismo ligero, junto a la tumba de los tres tristes tercios, yace la provincialización, que nació parida por el denegado pedido de cuarto intermedio de Julio Cleto transformado en aguerrido sojero por primacía de las circunstancias, aquella tórrida noche donde el voto de Menem y Reuteman y Saa y Urquía logró retrotraer la “situación” al 11 de marzo del 2008, uy, qué nostalgia: ahí nació la provincialización, categoría que tiene la profundidad intelectual del diario Perfil y la capacidad de explicar la realidad de Bonelli; ahora yace aquí: no somos nada. Quien haya leído la novela Wilt, del genial Tom Sharpe, entenderá la analogía de esta categoría, explicada intensamente, como la muñeca inflable enterrada en hormigón. Fiero porque, como diría el camarada Binner, necesitamos un yoct de confianza que atraiga inversiones, y necesitamos decirlo con cara de vinagre como si estuviéramos diciendo algo muy importante, necesitamos, en suma, todo eso y no andar enterrando categorías que sólo contribuyen al clima de discordia, violencia y eso que dicen con lenguaje transparente, claro, comprensible, sabio, el Episcopado Argentino, que habrá, seguramente –nadie lo niega- cometido algunos errores en el pasado ponele ponele que sí pero hoy contribuye a la pacificación de los argentinos en este nuevo desencuentro por la falta de diálogo entre Felipe Solá y Francisco De Narvaez.
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capo, otra vez sublime el análisis, me diste la idea de crear un blog, pero no tengo esta creatividad ...
ResponderBorrarmaravilloso Lucas. Genial. "Periodismo Ligero".
ResponderBorrarTe aviso que te estás conviritiendo en un acuñador de conceptos de la talla del Turco Asís.
abrazo
El turco Asìs,... general marxista-menemista con beca en Parìs para escribir novelas,màs vanidoso que Felipe, del barrio al amaneramiento de Mujica Làinez, tan alejado de la lucha popular como Manzano. Lucas, no haga caso, usted no se parece a nadie, acuñe conceptos, dele, el noventa està muy lejos. Por suerte.
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