Viva el diálogo

Hurra, ahora todos los argentinos, tributemos el diálogo entre "el sector" y el gobierno! Hurra, a correr a pagar los impuestos, que los empresarios iproductivos nos necesitan, otra vez! Qué bueno es que crean en la inversión social, en la intervención estatal de la economía, qué bueno! Ahora sí, tiene sentido el congelamiento del Programa Jefes y Jefas de Hogar, ahora sí: necesitamos, argentinos, tributar este diálogo: qué bueno, qué lindo el consenso! ¿Qué sería de este país, si no fuera, por esa tierra indomable, difícil, complicada, que azota los ásperos climas de la pampa húmeda, qué sería de este país sin todo eso! No habría tantos dialoguistas, no habría políticas de estado, grandes acuerdos partidarios, quizás, si me apurás, ni golpes de estado habría: qué país aburrido seríamos, no, Susana. Brindemos por el diálogo, todos contentos, acá no pasó nada: que vuelva la inseguridad!!! (eso sí, una cosita: por mí, se pueden ir todos a la puta que los parió: si quieren subsidiar a los empresarios de la Mesa de Enlace, porque dialogar, ese eufemismo, significa lisa y llanamente que los argentinos les paguemos sus caprichos; está bien, háganlo: pero no cuenten conmigo para borrar de un plumazo, para negar en la memoria, lo que ese sujeto político significó, significa y significará. Lo reitero, por mí, ese diálogo con los pequeños, medianos y grandes millonarios rústicos; es la antesala, otra vez, de la desgracia nacional. Nada, pero nada, bueno puede salir de ahí: menos que menos, un país con mayor igualdad y equidad. Y eso, llanamente, es así. Ojalá Susana pidiera penas duras para la delincuencia organizada en la Mesa de Enlace, en la Asociación Empresaria Argentina, ojalá, Susana: pero bueno, ya están los subsidios, ya dieron un enorme paso simbólico- con la inapreciable ayuda de "progresistas" que colgaron todas las banderas- en pos de un país que, tarde o temprano, será atendido por sus propios dueños; ahora, que vuelva la inseguridad. Ahora que aparezca algún rubio masacrado por las bandas mixtas de la Federal y las viudas de la Tolerancia Cero, así las señoras indignadas cambian de canal: ahora, "el diálogo" entre "el sector" y el gobierno, pasa a los números de cuánto será la apropiación privada del patrimonio social; no se necesitan cámaras prendidas ni ser el foco de atención. O otro tema, Mirta: ¿y si la invitás a Susana, para hablar, católicamente, de la pena de muerte?)