Estados Unidos, con el liderazgo de Obama, está intentando recuperar el liderazgo moral de su país. Algo, ciertamente, muy noble, muy importante, para nosotros los franceses y, quién sabe, para los vecinos de la Cuarta Flota, los colombianos, los iraquíes, los afganos, los paquistaníes, los chechenos, los coreanos, los mosquitos autóctonos y el VHI entre otras lacras y plagas, para ellos, quizás, también es importante el "liderazgo moral" que, como todos saben, para parecer inteligente, debe ponerse entre comillas: "liderazgo moral". Qué lindo suena.
Entre las tantas muestras de cinismo del presidente de un país terroristas, como los estados Unidos, la preocupación trucha por los "derechos humanos" en Cuba, es quizás la más cínica.
Tras inaugurar la era de que "torturar no es delito, pero no lo haremos más", Obama, que mantiene el enclave colonial en la isla cubana de Guantánamo, con, encima, un campo de concentración, desplega por el imperio comunicacional un contundente llamado a respetar "la libertad de expresión y los derechos humanos" además de pedir la libertad para los disidentes encarcelados bajo la justicia cubana. Una joda: mientras en su enclave colonial mantiene como animales a presos políticos, disidentes, sin proceso alguno, sin permitir la entrada a la prensa, violando todas las disposiciones en la materia sobre derechos humanos. Ah, pero acaba de prohibir la tortura: eos sí, los torturadores, y todo el aparato de la tortura, queda intacto. Liderazgo moral, que le dicen. Y se escribe sin comillas.
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