El golpe en Honduras se sigue prolongando, esa sensación de etapa superada, de imposible, se va debilitando en pos de un cierto acostumbramiento.
Los periodistas idiotas, que tanto esfuerzo hicieron por reírse de la expresión "clima destituyente" van a, necesariamente, minimizar cuando no directamente pasar por alto que, gobiernos parecidos, con muy parecidos adversarios, enfrentan avanzadas tremendas de las derechas.
Son varios los intentos de asesinar a Evo Morales, hubo un fugaz golpe de estado en Venezuela en el 2002.
A Lula lo bombardearon sistemáticamente desde lo que sería el grupo Clarín en Brasil (mucho más poderoso, no tan rudimentario) y solamente los economistas de la derecha más vulgar insisten en contarnos un Lula querido por todos. Y Lula fue un buen alumno para los poderosos del mundo, un tipo que no tocó ningún profundo interés económico del Brasil, por el contrario.
En esos momentos, presidía la teocracia de Estados Unidos, Afganistán e Irak quien había salido segundo en las elecciones, Bush. Un criminal de guerra increíblemente bruto y desquiciado. (En estas pampas la derecha en blanco y negro y el progresismo tecnicolor no se privaron de recordarnos que "nos alejamos del mundo" por no ir a la cola de la teocracia criminal que comandó Bush). Ahora gobierna EEUU, Irak y Afganistán el candidato más votado, de otra religión y, aunque de menor importancia, otro partido. Y mientras Obama juega a los dados con su arsenal nuclear, buscando qué próxima sociedad devastar en nombre de los derechos humanos, si Corea del Norte o Irán, en Honduras se produce un golpe de estado.
Los militares, acompañados por la embajada del Vaticano (hasta entonces, la única dictadura de occidente) y su propio Julio Cobos, con la retórica del diálogo y el consenso, levantaron de la cama al rpesidente constitucional, lo cagaron a palos y lo mandaron a Costa Rica. En nombre del diálogo y el consenso, y en defensa de las instituciones.
Como los pueblos suelen ser testarudos y no comprender las virtudes del diálogo político, los están cagando a palos en las calles, sin la indignación que, por ejemplo, sí se produce en torno a Irak. Quizás los hondureños no usen tanto el Twiter, o no sean un objetivo nuclear para la asociación que inspecciona las próximas víctimas de la guerra nuclear. La SIP, que tanto énfasis pone en la libertad de mercado en nuestros países, no ha tenido tiempo en preocuparse por el asesinato de un periodista por parte de la dictadura hondureña.
No hay que subestimar, como bien recuerda Sandra Russo, el espíritu criminal de los dialoguistas. Que no son la derecha, porqué utilizar adjetivos descalificantes, son los dialoguistas.
Por supuesto que una lectura de la historia argentina nos recuerda que en todos, pero en todos, los golpes militares clericales que vivió la argentina, se los justificó en defensa de las instituciones, en la democracia, en el diálogo.
La más parecida de las fuerzas políticas en argentina al clima que se vive en Latinoamérica, el kirchnerismo, acaba de ser derrotado en unas elecciones dónde los vencedores hablaron descaradamente de fraude.
En todos estos países, las fuerzas políticas que encarnan el cambio que tanto molesta a la derecha y al poder real (ése al que la psicología berreta del más berreta médico millonario Nélson castro, nunca indagará) son sistemáticamente tratadas como una anomalía del sistema político.
Desde ese sustento conceptual se lo analiza, en Honduras, al presidente depuesto. Así a Chávez, así a Evo, así a Correa. Encarnan lo anormal; lo fuera de norma, la excepción.
Lo mismo acá, dónde existe el peronismo disidente, el peronismo republicano, el radicalismo, el socialismo, en suma, el sistema político tal como lo conocíamos cuando se hundió con todos ellos abrazados: con Binner y Reuteman reprimiendo y asesinando en Rosario, con el Frepaso cagando a palos a las Madres de la Plaza de Mayo, con el peronismo votando vía coimas todas las leyes de la Alianza. Se han juntado, y han vencido a la anormalidad, al kirchnerismo. Están brindando, pronto se empezarán a pelear por la herencia, entre ellos. Creen que los bruitres son muchos y la oveja muerta es pequeña, quizás le erren el cálculo, quizás tengan razón. Problema de ellos.
Ojalá no se desesperen, ojalá no asimilen como normal el golpe en Honduras, ahora que la interna de la derecha les quita el sueño.
Por lo demás, tenemos una presidenta que se preocupa y acciona contra el golpe, con dignidad, con solidez. Algo a lo que ya nos acostumbramos, y vamos, en cambio, a extrañar cuando el próximo gobierno asuma.
Porque sí, hay cosas que vamos a extrañar. Algunos, quién sabe cuántos.
Pasa que muchos buitres, ansiosos por tener durante seis años inseguridad jurídica, después de más de 30 años teniendo la manija de la seguridad jurídica, se apuran en darnos por muertos.
No hay que apresurarse.
Falta mucho para ganar el partido.
Falta, falta.
Menem y de La Rúa hicieron resucitar y santificar a Alfonsín; y fue Alfonsín. Dhualde logró que Menem ganara en el 2003, y era Menem.
Falta, falta mucho.
Como diría capusotto:
ResponderBorrar"En un país en serio, como en España, Franco fusiló y terminó con la falta de dialogo"
Muy bueno el programa, y el blog...
salu2!
Difuso, Lucas. Acá la malvada izquierda gobierna hace seis años y va a completar ocho, y nada. Tuvieron que subir un impuesto especial, dedicado a un unico sector, hasta rozar quitarles el 50% de lo producido para obtener una rebelion exclusivamente fiscal, 100 dias de protesta con 40 dentro de ellos de acciones gremiales ilegales (cortes de ruta). Lo solucionaron haciéndo lo que había que hacer siempre con los impuestos: enviarlo al Congreso. Despues el "destituyentismo" tan denunciado no devino en nada. K se dio el lujo de adelantar elecciones, de decir soy yo o la oligarquia, de decir es un plebiscito, de sugerir nos vamos si perdemos y al rato de perder dice perdimos por un cachito y sigue gobernando nomás. ¿vio?. Y nadie le bate las cacerolas ni nada. Igual todos los que le ganaron en las elecciones son parientes directos de la Juventud Cruceña, de Micheletti, de la CIA... la verdad para ser buenos tenían que no ganarle.
ResponderBorrarLucas, ahora nos romperan el culo, pero CON DIALOGO...
ResponderBorrarCompañeras y compañeros,
ResponderBorrar¿Y si vamos todos a esperar a la Presidenta Coraje, el día que regrese de su misión, como dice la editorial de abajo?
Hagamos correr la propuesta sugerida en el último renglón de esta nota editorial. Permanezcamos todos en contacto.
La América Latina en rebeldía
*Jorge Giles
(Publicado el domingo 5 de Julio de 2009 en El Argentino)
Arde Honduras, territorio avasallado de América Latina.
Arde la democracia. Arde la memoria colectiva de los pueblos.
Como si no bastaran la sangre derramada, los centenares de miles de desaparecidos, los torturados, los asesinados, la república perdida.
Como si no bastara tanta vida trunca, los gorilas blindados, con sus tanquetas y metrallas, volvieron a través de Honduras para imponer sus oscuros propósitos.
Propósitos que nunca serán mejores y más dignos que los que defienden los pueblos.
Propósitos que son una mezcla sucia de dinero, de poder concentrado, de latifundio, de narcotráfico cruzándolos por el medio, de políticas militaristas y de ajustes neoliberales.
Un golpe militar, el pasado domingo, secuestró al presidente democrático Manuel Zelaya.
Lo pusieron en un avión y en plena madrugada lo expulsaron de Honduras.
La OEA, Organización de Estados Americanos, con la presidencia de su Asamblea a cargo del canciller argentino, Jorge Taiana, y la presencia de su Secretario General Miguel Insulza en el país centroamericano, buscó intensamente el dialogo pero se encontró con el fanatismo salvaje de los golpistas y la complicidad con ellos de políticos de derecha, altos jerarcas del poder judicial y de la iglesia católica.
Los golpistas y sus secuaces atrasaron 30 años el reloj de América. Es claramente un golpe contra los nuevos tiempos que corren en el continente y en el mundo. Pareciera ser incluso, un golpe contra Barack Obama, como sostienen algunos respetados analistas y dirigentes políticos.
La represión es brutal. La resistencia popular hondureña, ocupa legítimamente las calles de los pueblos y los campesinos llegan hasta Tegucigalpa para defender la democracia y a su legítimo Presidente.
Cristina, la Presidenta de todos los argentinos, está en el medio de la disputa. Con la misma actitud y coraje con que acudió el día que acorralaron a Evo Morales y la democracia boliviana y ella salió a empujar una urgente reunión de UNASUR para salvar a Bolivia del pasado oprobioso de los golpistas del fascismo local. Con esa misma pasión americana, hoy está junto al pueblo de Honduras.
En honor a su coraje y patriotismo latinoamericano, tendrían que ser muchos los argentinos que concurran a esperarla cuando regrese de Honduras.
(La nota continua)