Tras varios días de cuestionarme la razón de un descanso; que cansa más que, por ejemplo, tomarse, a secas, un descanso; hay tanto para leer...
El domingo, por ejemplo, me quedé con Los Perros de Riga y unas películas. Solamente Página 12 compré, porque lo hago por reflejo, desde hace décadas, nomás. Los ilegibles diarios sojeros de Entre Ríos y Santa Fe, ni ahí. Y el habitual La Nación, tampoco. Las noticias rojas de Crónica y el Popular, mi secreto encanto perverso, descansaron. Y Perfil, el diario que publica cualquier huevada, fue reemplazado por chistes de gallegos y una película francesa (igual de mala). Esta abstención ni siquiera fue dura; aunque sí me tuve que retorcer las manos imaginando el Clarín.
Ahora se me junta todo. Y hay mucho; hace rato que no hay mucho para leer: matices, risotadas, sorpresas; reacomodamientos. Aún para tipos que no son profundos pero leen mucho, como yo, la voz monocorde del escándalo; ese género de escritura en que se ha convertido el periodismo, ya me venía aburriendo. Ahora, de pronto, reaparece la diversidad. Por razones claras: volvió la política, la que nunca se fue, al terreno donde no estaba permitida. En el corazón financiero del la empresa que controla la Asociación Empresaria Argentina, apareció un estilete. La diversidad, a veces desencajada, trucha, vulgar; a veces más sorprendente, otras profunda, es una novedad desde hace más de tres o cuatro años.
Cuando vuelve la polémica, los blogs se achatan un poquito; pierden algo de necesidad.
Es una buena noticia.
El domingo, por ejemplo, me quedé con Los Perros de Riga y unas películas. Solamente Página 12 compré, porque lo hago por reflejo, desde hace décadas, nomás. Los ilegibles diarios sojeros de Entre Ríos y Santa Fe, ni ahí. Y el habitual La Nación, tampoco. Las noticias rojas de Crónica y el Popular, mi secreto encanto perverso, descansaron. Y Perfil, el diario que publica cualquier huevada, fue reemplazado por chistes de gallegos y una película francesa (igual de mala). Esta abstención ni siquiera fue dura; aunque sí me tuve que retorcer las manos imaginando el Clarín.
Ahora se me junta todo. Y hay mucho; hace rato que no hay mucho para leer: matices, risotadas, sorpresas; reacomodamientos. Aún para tipos que no son profundos pero leen mucho, como yo, la voz monocorde del escándalo; ese género de escritura en que se ha convertido el periodismo, ya me venía aburriendo. Ahora, de pronto, reaparece la diversidad. Por razones claras: volvió la política, la que nunca se fue, al terreno donde no estaba permitida. En el corazón financiero del la empresa que controla la Asociación Empresaria Argentina, apareció un estilete. La diversidad, a veces desencajada, trucha, vulgar; a veces más sorprendente, otras profunda, es una novedad desde hace más de tres o cuatro años.
Cuando vuelve la polémica, los blogs se achatan un poquito; pierden algo de necesidad.
Es una buena noticia.
es medio tristón la verdad, comprobar que las noticias la siguen instalando los diarios...comprobar que los blogs mayormente comentemos los gags de la tele, o las parodias que levantan otros...o...siempre cualqueir cosa de la tele.
ResponderBorrarEs tristón que el PODER DE LA BLOGA sea sólo comentar la pelea de los grandes y que no exista un Liberation...por decir, mierda no es que ahora es más fácil primo? No es que ahora con nada se hacen los diarios? No es que ahora con menos intermediarios entre la letra y los dedos somos mas libres? Será que ahora somos más libres pero más boludasos che?
Es tristón, la verdá, que no se pueda armar UN colectivo, UNO...que falta de juego, de gambeta, de fútbol
O no Lucas AH?!
Lucas:la verdad que es terrible.
ResponderBorrarpero mas terrible es ver me echaste de tu lista de blog :)
no te preocupes yo en tu lugar haria lo mismo.
un abrazo nene.
Ahí está Patricio!
ResponderBorrargetón.
Je.
no jodas che,sabes que "soy un populista incurable" y que me gustan la gaseosas de segundas marcas.
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