De vez en cuando hay que estudiar las estadísticas de visitas, de modo de conocer quiénes y porqué te leen. Esto es harto difícil en un sitio con varios, digamos, “autores”, temáticas amplias y optimización para buscadores como principal narración interna.
En el caso de un blog, es distinto. Más fácil.
Así que en eso estaba. Ayer, este espacio, tocó su récord de visitas. Y no sucedió nada especial. Sino, un contexto. Supongo, que mañana viernes, durante la deliberación del Senado, si escribo algo en el “mientras tanto”, sucederá lo mismo. Igual que al otro día, cuando los interesados, como yo mismo, se levanten.
Pero se escribe por bronca, por una mueca cínica, por una risotada, por intuición. No por, digamos, relojes de arena. Pero la comunidad de lectores que se logra también suele sentir las mismas náuseas y alegrías.
Esto mismo sucedió durante el levantamiento de la oligarquía y sus aliados menores. Crecimos a un ritmo veloz, para después estabilizarse, mansamente. Ahí fuimos sabiendo que entre amargarse solo o hacer catarsis, es más sano lo segundo: y eso que Internet venía, decían, a aislarnos. Y es que, en mi caso pero también en el de cientos de blogs parecidos, escribimos para el microclima, pero el microclima es amplísimo. Muy grande. Y, hasta me animaría a decir que, por factores diversos –las nuevas tecnologías y la construcción de otra subjetividad a la cabeza- este microclima crece.
Hoy microescribimos, inmediatísticamente, un renglón de la historia. No es poco.
ResponderBorrarSí un renglón de la historia ¡¡¡Y escrita con lapicera Bic!!! ¿Qué tul?
ResponderBorrarhace poco, en otro blog, en repuesta a alguien que objetaba el nombre con el que firmo mis comentarios, le decía que, más allá de cualquier connotación setentista (que la tiene), hace referencia también a un momento de efervescencia catártica, el mismo que mencionas en el post.
ResponderBorrarsaludos
Lucas, vos te irías al carajo volviéndote un ensayista a "favor de la regla".
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