lunes, marzo 08, 2010
La mujer no existe
Según Hegel, la historia de la humanidad es la historia de la lucha por el reconocimiento, un reconocimiento por parte del Otro.
Simone de Beauvoir en su libro "el segundo sexo", también toma la hegeliana diálectica del amo y el esclavo pero en post de situar a la mujer en el lugar de la alteridad.
Pero es el Otro de Lacan, situado a un orden simbólico que comprende a la lengua, del que deriva la premisa de que el deseo es el deseo del otro.
A diferencia de Beavoir, el Otro en Lacan no es sólo alteridad (Derrida, posteriormente, hablará de la imposibilidad de la alteridad pura) sino que es al mismo tiempo el prójimo. Porque uno es hablado por el Otro, pensado por el Otro y, en cierto modo, dicho por el Otro. De ahí que el deseo es el deseo del Otro. Claro que esto no puede satisfacer al sujeto del modo pleno como, por caso, en el vientre materno, por una cuestión entre significantes y significados, pero especialmente porque si soy hablado por Otros la relación con el lenguaje y el cuerpo está mediada y quebrado el cogito cartesiano o, más o menos, el sentido común epistemológico con el cual viajamos en tren, compramos cigarrillos y elegimos qué película mirar.
Esta larguísima introducción va a cuenta de esta sospecha, para variar suguramente mal fundada:
-la radicalización reaccionaria de la ex chaqueña Elisa Carrió, y el desgliegue de anti institucionalismo avasallante (hablar de decisionismo cuando lo que se disputa es la presidencia de una Comisión legislativa, es un poco mucho) que expresan la totalidad de los radicales en esta etapa y buena parte de los caciques sin indios del peronismo de derecha, es inversamente proporcional al grado de disputa simbólica del kirchnerismo con Clarín en particular y con las corporaciones en general (Mesa de Enlace, embajadas yanquis e inglesas, Iglesia Católica, Asociación Empresaria Argentina, Cámara de la Alimentación).
-El kirhcnerismo sitúa como su principal adversario a estas corporaciones, a las que además acusa de dictar letra a los (así tratados) personajes menores de la comedia: los panelistas permanentes de la tele que son los diputados y senadores del Grupo A.
-El staff variado de panelistas permanentes del Grupo A, ha tomado la antirepublicana decisión política de efectivamente mostrarse como hablados y pensados, en tanto intentan desplazar a las corporaciones del centro de la escena, para una batalla frontal con el kirchnerismo.
-El ninguneo del kirchnerismo, los saca de quicios y los lleva a una relación histérica de oscilación entre las críticas institucionalistas (dado que de economía o deduda externa o pobreza o jubilaciones o política exterior, mejor callarse la boca) y la necesidad de mostrarse avasallantes, "peronistas" según el imaginario de la derecha argentina, a la par de negar a las corporaciones -como modo de ayudarlas- su lugar de principal adversario del gobierno (como modo, a la vez, de situarse, el Grupo A en ese nivel de tanta jerarquía: ser el verdadero adversario del gobierno).
-Es desde ese momento que Carrió dejó de necesitar un partido, Lozano dejó de necesitar mentir que lo apoya la CTA y el peronismo de derecha dejó de mostrarse arrepentido, al igual que los ex radicales k, por contradecirse a tanta velocidad: ese es el momento donde la ONG radical dejó de sonrojarse por ser liderados por Cobos, Menem y Rodríguez Saá.
-El Otro, el kirchnerismo, por distintas razones de las últimas décadas y por méritos propios consolidados(para enumerar rápido: el gobierno de De La Rúa y Duhalde que mancha de sangre a varios políticos, la reforma a la Corte Suprema, la ampliación jubilatoria y la asignación a la niñez, el retorno de las paritarias, el rol de Moreno que ningunea las disputas partidarias, etc), no puede, a la vez, reducirse a una alteridad absoluta. Lo cual contrasta con la violencia parlamentaria con que se lo ataca. Cierto que se lo ataca bajo la excusa, señorita, de que él tiró la primera tiza.
-Situar a esa otredad -el kirchnerismo- en otro plano ya no gobiernocéntrico, al modo en que Julia Kristeva situó la otredad desplazada de una visión falocéntrica, sería un gran bien por la república, las instituciones, el diálogo, el consenso, los 3 o 4 puntos en los que todos estamos de acuerdo, y hablando en serio, presentaría un futuro promisorio para la argentina.
Difícilmente ocurra.
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Hegel dice eso??
ResponderBorrarsí, entre otras cosas porque no firmaba como anónimo.
ResponderBorrarhttp://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/llamas37.pdf
ché no seas sartreano con tu pesimismo, por qué no vas a creer que con diálogo y consenso todo puede mejorar, que hay una energía positiva entre los que dialogan, energía nivelada por una constante que es la entropía, que regula estos procesos. El deseo del otro es el mío, que haya diálogo y consenso, para comerte mejor, como decía un viejo y conocido lobo. ¿Y la soja sembrada por el viento de cola? Dicen que Nëstor le puso el ventilador al viento de cola para que derrame un poco para otro lado. Y eso no les gustó a los rupestres que tienen la cola caliente y la ponen al viento.
ResponderBorrarCarajo. Estás en llamas.
ResponderBorrarLa poesía de Eva no tiene límites. Hermoso, compañera. A Carrasco no lo entendí.
ResponderBorrarhay un par de citas equivocadas, pero muy lindo.
ResponderBorrarDas asco carrasco. Mejor te pintaba cuando instrumentabas a la piba que te pedía botellas. Ahora bajaste a la calaña mediocre sin sentido. Hacé lo que quieras pero dejá de dar lástima---te aviso de paso como no hacen tus cros: estas en el ridículo!
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