miércoles, abril 07, 2010

Este sábado, entonces, iremos con el Ingeniero a mirarlos a todos con desconfianza, algo de miedo y nuestra habitual timidez.
Diego F en una punta, yo en la otra, en el medio Conurbanos, sonriendo como si no pasara nada, y al lado mío, mirándome con rabia, mi ex amiga Marisol. Todo muy lindo y puntilloso, gente que dice cosas serias y todo eso, qué tal Carrasco, alguno dice al pasar, bueno, la tarde se va, Eva se queda, y probablemente en una mesa en el rincón tomando vino me siente con Patucho y Mendieta que descartan de plano cualquier atisbo de esperanzas sobre cualquier cosa que suceda en la tierra. Como debe ser.

3 comentarios:

  1. puchap, no puedop

    puez lez envidio! pero bien eh

    la historia es nuestra!

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  2. No che, pará. Esperanza yo tengo y la llevo en el bolsillo izquierdo del saco. Claro que también llevo en el del pantalón "realismo". Y ahí medio que a veces cagamos.

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  3. Ah, pero yo pensé que era una convocatoria más amplia...

    bueh, igual no puedo ir, así que arranquen tranquilos...

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