Este sábado, entonces, iremos con el Ingeniero a mirarlos a todos con desconfianza, algo de miedo y nuestra habitual timidez.
Diego F en una punta, yo en la otra, en el medio Conurbanos, sonriendo como si no pasara nada, y al lado mío, mirándome con rabia, mi ex amiga Marisol. Todo muy lindo y puntilloso, gente que dice cosas serias y todo eso, qué tal Carrasco, alguno dice al pasar, bueno, la tarde se va, Eva se queda, y probablemente en una mesa en el rincón tomando vino me siente con Patucho y Mendieta que descartan de plano cualquier atisbo de esperanzas sobre cualquier cosa que suceda en la tierra. Como debe ser.
puchap, no puedop
ResponderBorrarpuez lez envidio! pero bien eh
la historia es nuestra!
No che, pará. Esperanza yo tengo y la llevo en el bolsillo izquierdo del saco. Claro que también llevo en el del pantalón "realismo". Y ahí medio que a veces cagamos.
ResponderBorrarAh, pero yo pensé que era una convocatoria más amplia...
ResponderBorrarbueh, igual no puedo ir, así que arranquen tranquilos...