La reciente media sanción a la posibilidad de contraer matrimonio y adoptar para personas de un mismo sexo otorga un estatuto jurídico de avanzada en Latinoamérica para beneficio de ciudadanos con convivencias no tradicionales ya naturalizadas por la población argentina, a la vez que es previsible que, de aprobar el Senado esta ley, sus efectos creen nuevas modalidades de convivencia, socialización y educación.
El decisivo bloque del Frente para la Victoria acompañó mayoritariamente este proyecto, después de que Néstor Kirchner encabezara en Paraná un acto del Consejo Nacional del Justicialismo, y que el mismo diputado Kirchner fuera ungido como presidente de la Unasur, bajo el consenso de la mayoría de las fuerzas políticas sudamericanas, de origen y raigambre nacional y popular.
Es decir que por el costado de los efectos que el mismo debate público produce, la inédita relación de fuerzas favorable en el Congreso y la justa reivindicación de ese colectivo militante por la diversidad sexual y la libertad, conviene también prestar atención a qué suceda a partir de esta novedad en dos planos: en el peronismo argentino, y en las fuerzas nacionales y populares de cada país de Sudamérica.
Sigue aca.
Excelente análisis Lucas.
ResponderBorrarGracias por poner a la luz aquellas cosas que uno intuía pero no podía ver en detalle.
Lo que más me gustó de esto es que la ciudadanía aprende a aceptar que se legisle sobre los derechos de todos, sin importar lo que a cada uno le guste para sí.
Pero espero la ley de despenalización del aborto como reflujo de esta. No es posible que no sea la lógica consecuencia.