jueves, junio 10, 2010

El drama




Hay quienes creen que es producto de la democracia, de que un hombre es un voto y eso, pero a mí me parece el aspecto -intelectualmente- más fascinante. La política tiene un costado incomprensible. Inabarcable. Impredecible.

Y ese costado suele tener mucho peso.

Así que los que dicen que saben, dicen ahora que no hay que dramatizar. Son ajedrecistas, generalmente, de un juego que ya no juegan. (Tenían preparada una teoría mejor por si perdíamos)

No hay modo más sutil de comprender las ganas de jugar de quien está afuera del juego que cuando dice: eso está bien, pero no hay que dramatizar.
La épica que ante cada batalla plantea el kirchnerismo, la épica agonal, de "todo o nada" como les gusta decir a los superficiales intelectualmente, es la que le a ganado apoyos nunca pensados, nunca soñados, más allá de la estela gris y burocrática del mundo salvaje (individualmente salvaje) de los políticos profesionales.

Ese fenómeno, los apoyos impensados (no tanto los tácticos, más los trascendentes), lo miran con bronca, con envidia, con miedo. Y le bajan las acciones.

Como jugada linguística, tiene el presupuesto de que el "kirchnerismo" es una circunstancia, lo que queda, je, son ellos. Los que dicen eso. Se arrogan personificar las ideas porque las ideas no se personifican; ergo, las ideas son ellos.

Lo bueno del kirchnerismo lo suman a su haber ideológico, lo malo a la especificidad kirchnerista.

Lo bueno del kirchnerismo lo meten en su valija. Y se toman el avión. Se llevan el "peronismo", el "progresismo", la "centroizquierda", el "campo popular", cuando no la "historia". Todo escrito con mayúsculas. Y se toman el avión. Dejan las malas del kirchnerismo como inventario y razón excluyente de su especificidad.


El problema es que esa versión de la historia es una boludez, que ni siquiera se conjuga con la historia nacional. Ese negocio les sirvió para sobrevivir a algunos, con Menem, a otros con De La Rúa, a otros con Duhalde, a otros con Chacho Alvarez. A muchos, con todos.

Si el kirchnerismo es una circunstancia, lo permanente es ¿Pepe Albistur, Sergio Maza, Julio Cobos, Aníbal Ibarra, Claudio Lozano, Felipe Solá, Humberto Tumini, Jorge Busti?

No. Nos dicen que lo permanente son las "ideas".

Ya lo dijo Sarmiento: "bárbaros, las ideas no se matan".


Y en este país no quedó un solo indígena, un solo negro, un solo mulato, un solo caudillo federal, una sola montonera. Y los que quedaron vivos, hicieron este país.


Hay que responder: Doctor civilizado, las ideas sí se matan. Y ustedes tienen las manos manchadas de sangre. Primero mataron, después escribieron los libros.


Nada bueno puede lograrse sin entusiasmarse, sin tener esperanzas, buscando que todos te quieran. No se puede.

2 comentarios:

  1. No entiendo cuando decís "Lo bueno del kirchnerismo lo meten en su valija. Y se toman el avión."
    Lo decías por las valijas de Antonini volviendo vacías a buscar mas dolares?

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  2. Lo que pasa es que los Kichner son innegablemente populares. Sus acciones son populares y ellos saben, en la democracia son los pueblos quienes elijen.
    Porque, la verdad, mientras nada pasa, todos juegan y juegan, pero a la hora de votar, Kichner descolgó los cuadros y Cristina repatrió las juvilaciones. Hay más cosas que enunmerar y es ahi donde ellos dicen, nosotros somos lo mismo, haríamos lo mismo, votennos porque haríamos eso... pero es tarde.

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