Lino Barañao y la crisis mundial

Lino Barañao justo colgaba el teléfono. Estaba hablando con un importante Canciller europeo, de centroderecha el hombre. Le pedía un favor: que el gobierno argentino hable recontra bien de ese gobierno europeo, de centroderecha (es decir, gobernado por el partido socialista que, como acá, en Europa no se consigue de izquierda). ¿Porqué razón quería eso del Jefe de Gabinete en las sombras, Lino Barañao? Para que a la derecha argentina NO SE LE OCURRA ELIGIAR SU GOBIERNO.
Entendámonos: el tipo fue una especie delicada de nabo en los años ochenta (ecologista, miraba el incipiente cine iraní y  ya en los noventa se creyó lo de la tercera vía) para llegar a la edad madura y estar a favor de un libre mercado salvaje y del matrimonio gay. Bien. Resulta que un grupo de prestigiosos analistas y cientistas sociales del viejo continente, descubrió que la derecha argentina tenía capacidad de pronosticar qué país se iría prontamente a la mierda. Muy simple: país que elogie la derecha argenta, país que se hace pelota.
Mujica, en Uruguay, va a usar reservas del Banco Central para construir viviendas (ergo, dejó de ser un estadista demócrata y sarasa: más allá de que el paraíso financiero y la tilinguería de Punta del Este, siguen siendo el pulmón del gran exportador de pobres, nuestra pequeña, je, Suiza). Piñera asume en un Chile devastado, que mostró que durante 20 años la Concertación no cosntruyó un estado, ni mitigó la desigualdad, ni logró hacer, siquiera y de lejos, una sociedad civil democrática. Chile, cariño, es un espanto. Y ahí el Pacto de la Moncloa, violado por Baltazar Garzón, y un ajuste de puta madre de Zapatero y  resulta que el milagro español -la convertibilidad del euro- era una burbuja inmobiliaria y 20% de desempleo y, ay, ay, ay: no somos nada. Estados Unidos, el país más criminal de la tierra, está destrozando a sus sectores populares: salvatajes a los ricos improductivos, una imparable industria militar, el desempleo y la pobreza por las nubes, el presidente más cínico en muchas décadas.
Colombia, que venía más o menos bien, sigue manchada de paramilitares, narcotráfico, una mafia como clase política. Tipo que no da como modelo. En Perú está lleno de indígenas y en México te tiran las cabezas cortadas en la puerta de la gobernación. Mamita.
 El Canciller europeo, que supo ser progresista, encontró un método para que la yeta de la derecha argentina, no vaya a elogiar el brutal ajuste sobre el presupuesto estatal -basado, como es sabido en el estado de bienestar europeo, en la piratería y el racismo- y es que el gobierno argentino elogie al gobierno europeo en cuestión.
-Pero nosotros no podemos elogiar el ajuste brutal que ustedes están haciendo- retrucó Lino Barañao.
-Mire, Canciller...
-Ministro.
-Perdón, Ministro, yo entiendo su postura: pero el problema es que la economía occidental está manejada por gurúes que hacen de la astrología, la magia negra y el espiritismo, su base. Le digo que la derecha argentina es yeta, nos llegan a elogiar, ponele, desde el CEMA o la UCR, y nosotros, al otro día nos hundimos!
-Entiendo, déjeme que le transmita a la Presidenta...
-Vamos, Canciller...
-Ministro.
 -Sí, Ministro. Sé que usted tiene el poder suficiente para...
-Déjeme que le transmita a la presidenta Y sino, a ver: ¿tienen alguna ley democratizadora de los medios que podamos elogiar?
-Sí, sí, algo tenemos. Y matrimonio gay. Y aborto. Seguro de desempleo.
-Bueno, déjeme ver a ver qué puedo hacer...