domingo, julio 18, 2010

Poder, Honor y Gloria




Hace un par de días estaba cerca de la localidad de Funes. Por asuntos que no vienen al caso. En el bar, por la noche, un tipo de mi edad, aunque parecía más joven, se me acercó a la mesa:
-¿Vos sos Lucas Carrasco?
Temiendo se trate de un cobrador de la Afip o el hermano de alguna  resentida, puse cara de nada.
-¿No te acordás de mí?- dijo más amable.
-Me acuerdo (mentí)...de algún lado, pero no sé.
-Estuvimos acá, juntos, en Funes.
-No, entonces no. Es la primera vez que vengo acá.
-No es la primera vez. De hecho, vinimos dos veces juntos.
-eh...?
-Pasa que teníamos 7 y 9 años. En los retiros espirituales, yo soy X. De la escuela Don Bosco.
-Hijo de puta, parecés un pendejo.
-Tengo la misma edad que vos.
-Sí, pero vos te debés haber hecho cura porque estás igual.
-¿Te acordás que vos querías ser santo?
 -¿Te lo había contado?
-Sí, me lo contaste.
-Bueno, nunca fui modesto. Ni de pendejo.

Terminé en su casa. Bebimos bastante, la verdad, aunque yo no soy de tomar mucho. Tenía, en su casa, sobre un sofá, una guitarra. ¿Todavía tocás la guitarra? La pregunta era medio al pedo, pero bue. El caso es que seguía tocando la guitarra.
Cerca de las 4 de la mañana, el vecino vino a decir que paráramos de hacer ruido. Estábamos cantando -qué imagen patética, ahora que lo pienso- las viejas canciones de los retiros espirituales. Ponele que la cosa había empezado con Atahualpa y Cafrune y se fue a la mierda. Siempre pasa así. De La Oma a Movidito Movidito hay un trecho de cuatro copas. Pero en vez de Alcides, eso. Con jesús vino para redimirnos, murió en la cruz y nos salvooooo. Un OooOooo, desafinado. A las cuatro de la mañana y con el cementerio de botellas, parecía gracioso.
La que más me gustaba -y tocaba, también, yo, en la guitarra, junto con él y un cura jovencito, que ahora seguirá siendo cura o se habrá hecho travesti, en un patio abierto de césped bien cortado y verde, al costado de la cancha de fútbol y mientras nos servían el mate cocido- es la de este video.
 Poder, honor y gloria.
Lo tocaba con arpegio. ¿Arpegio va con g o con jota?
Ya ni sé.
Me peinaba, mi mamá, con una raya al costado. Me gustaba apurar el rasguido. Me gustaba también una nena del club. Y el Beto Alonso, Franchescoli y Alzamendi.





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