viernes, septiembre 10, 2010

Me quedé sin yerba.




Ninguna corriente política de la historia argentina logró llevar adelante tres mandatos  presidenciales seguidos (en el plano democrático; en las diversas dictaduras militares-eclesiásticas hubo, sí, varias sucesiones de entrecasa más). El radicalismo originario, del 16 al 30, del siglo pasado, no pudo terminar el segundo mandato de Irigoyen, tercero del radicalismo. El segundo mandato de Perón, en el 55, fue interrumpido por el golpe de estado llevado adelante por una coalición cívica libertadora. Desde el 55 hasta el 83, tras el breve interregno peronista del 73 al 76, el país estuvo gobernado por un autoritarismo excluyente. Menem, aún con los matices del Duhalde del 99, llegó a dos mandatos. La Alianza progresista de Chacho Alvarez, Meijide, Beatríz Sarlo, De La Rúa y Alasino, se quedó, 34 asesinatos mediantes, en el camino. Ninguna fuerza política, democrática, ha logrado gobernar tres períodos. Más aún, las corrientes internas de los dos grandes partidos nacionales, han logrado sólo terminar dos mandatos en una sola ocasión: Menem, en alianza con la derecha liberal. La historia condiciona. Más no dinamita la posibilidad de superarla, transformarla.
Nuestro país -contra lo que cree la vulgata chamuyera- tiene en los cargos nacionales una alta rotación. Superior, muy superior, por caso, en cargos legislativos, a la democracia restringida de Chile (ni hablar en cuanto a fuerzas políticas), o a la democracia enclenque del Brasil. Ahí hay senadores ultracorruptos (Brasil) o vitalicios (Chile) por mandato constitucional. Sí, señora, a la final, se nos mueren las ilusiones.
En el 2011, se define, también, una instancia, en términos históricos, novedosa: una corriente interna (el costado izquierdo del peronismo) disputa con chances su tercer mandato. Sólo por disputar ya constituye un hecho histórico.
Varios elementos nuevos tiene este presente. Entre los más grosos, que antaño no existían, me parece los de más jerarquía (e influencia social): la desaparición del partido militar; la reconversión del radicalismo en un partido democrático, la ruptura y diseminación del peronismo como un todo, la integración regional, un mundo unipolar, la diversificación del capital de élite inserto en la economía global; los altos precios de los comodities.
La izquierda popular tiene, de su parte, los atributos de gobernabilidad y el poder simbólico de la ampliación de las capacidades estatales (más allá de la eficacia institucional de cada instrumento). Dato, también novedoso: el karma de Cámpora y Alfonsín, también construyeron y legitimaron socialmente el gobierno de Menem y el de la Alianza de De La Rúa y Chacho Alvarez. De paso, saludos a Chacho: hoy cumple 11 años de oficialismo ininterrumpido, felicitaciones, loco!
El sólo hecho de estar disputando con chances las elecciones del año que viene es un dato histórico novedoso. No hay que pasar, por lo menos, eso por alto. Si yo fuera de derecha e integrara el desacuerdo cívico del club social, tendría más respeto por este rival. Y me seguiría ocupando de la demagogia procesal, sancionando leyes que digan que se prohíbe, desde el lúnes, robar en salideras bancarias. Re groso. Ni te cuento el amargo fin de semana que pasarán los chorros, eh.
Cristina 2011.
Me voy a tomar mate.
Me acosté a las 5 de la mañana. No sé porqué me desperté a las 10. Una cosa de locos. Así no salimos. Por este camino perdemos otra oportunidad histórica, la del viento de cola. De España. De Irak, Estados Unidos, Afganistán. No tengo yerba. La puta madre. Esto en Brasil, Chile y Uruguay, no pasa.  Saludos a Aníbal Fernández. Me voy al super de enfrente, hay una rubia, fatal, que cobra en la caja. Vivo yendo al supermercado. Como si fuera el Miami de Menem.
La Concordancia logró buenas sucesiones, sí. Con un poquito de fraude. Pero, bue, si Illia es un ícono democrático, Wanda Nara debería dar clases de educación sexual. En los colegios del Opus Dei. Así, los pibes, por lo menos, salen menos perversos.
                                                                                                                            

1 comentario:

  1. Grosso Lucas. te olvidaste felicitar a Lilita, que hace como 20 horas que no dice una boludez. Abrazo peronista (pero del nuestro).

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