jueves, octubre 21, 2010

Sin peros


La muerte de un joven, un militante, debería concitar el repudio unánime e inmediato.
Desde estas líneas, por lo menos, así se dice: No hay modelo de inclusión de mayorías que soporte el asesinato como método.
Y no me vengan con la "interna". Los rompehuelgas, los Pinkerton sólo defienden una cosa: al capital.
Nada más, hoy es un día de luto para cualquiera que se reivindique como parte de lo nacional y popular.
Si el asesino es un policía bonaerense, neuquino o un patotero de un sindicato, su objetivo es el mismo: defender al capital.
Sigue acá. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario