jueves, diciembre 23, 2010

Me quiero tanto, no me preguntes más, me quiero tanto, que me despierto en mí cuando despierto y me transformo en luz cuando la luz llama a mi puerta. Hoy, querido mío...


Lo maravilloso es poder describir ciertas sensaciones, pensamientos, cosas que nos atraviesan, con tanta sencillez que al que lo recibe le ponga la piel de gallina. Cómo no voy a amar en mi platonicismo a Lucas Carrasco, si hoy está describiendo la vida, con palabras que te dejan sin palabras. Y yo como una idiota, lo único que puedo decir es que todos salgamos a putear porque hace un calor insoportable (37° en city bell y la pileta mutando hacia un verde que demuestra que no hay cloro).
Hoy se lleva todos mis aplausos, quiero que todos lo lean y que todos perciban la vida así. Un ratito nomás. Después volvemos a la vorágine come-cerebros.

1 comentario:

  1. :D me parecía rato que aparecieran 63 visitas desde acá...
    Hagamos el amor con alegría!
    me voy a seguir leyéndote con fuertes críticas al gobierno, a ver si hoy estás tan sublime como ayer

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