jueves, diciembre 30, 2010

Se viene la revolución permanente, con seguridad jurídica.



Que falta nafta, que no hay luz, que las rutas cortadas, que el tránsito, que las tomas de predios, que la crispación, que el presupuesto reconducido, todo es un caos, no se puede vivir así, por favor, huyamos!
Mientras tanto, a la madrugada sopla un poco de viento.Y en la vereda de un bar, con dos amigas, demasiado jóvenes, yo defiendo a Esteban Schmidt:
-Agradezcamos que los intelectuales, de derecha, que apoyan al Grupo A son en general obstusos, torpes, no tienen nada nuevo ni interesante que decir. Esteban, sí.

Entonces después desarrollo una genial teoría (a mí me pareció genial, pero claro, con esta humildad)  sobre la derrota cultural que sienten, violentamente, quienes están obsesionados con cargar contra el kirchnerismo desde el plano intelectual, lástima que ya no me la acuerdo, a la genial teoría. Que falta nafta, que viene la revolución permanente, que nos van a matar a todos, que Brasil nos da la espalda, que chauchas y palitos, no es nada. Son malhumorados, viejos chotos, intentando traspasarnos ese estado de cara de culo y cabeza de chorlito. No pasa, de verdad, nada con eso. Ante tu abuela que no tenía y ahora tiene jubilación. Ante tu desolación, sincera, cuando murió Néstor. No pasa nada. Hay que aguantar. Esto es largo. Foguearse. La reacción está contenida, agazapada, tiene en su haber la memoria de la sangre, la culpa de la sangre, este vacío de palabras, las naderías, la histeria, que falta nafta, que sólo hay pan negro, que no se nacionalizó el CIADE, que la zona periglaciar, que la huelga de La Fraternidad, no hay billetes en los cajeros, ustedes mataron a Rucci.
Agreden tu identidad, en parte por la corrupción moral del periodismo: tienen miedo a meterse con los dueños de los bancos -muchos, muy kirchneristas- con la dirigencia política coherente de los últimos 30 años (donde siempre fueron oficialistas) buscan que crucen el jordán de la ética -ellos tienen picado el boleto- pero tienen un drama, con vos, que acabás de terminar la secundaria, conmigo, que soy un "loquito suelto", con vos, que mañana vas a trabajar a una chocolatería. Tienen un gran problema. A nosotros nos chupa un huevo los que ahora o mañana crucen el jordán de la ética -sabemos quiénes tienen picado el boleto- y los dueños de los bancos y los de las constructoras y los salames que a los 25 años piensan, encorbatados, en la revolución nacional y popular desde un ministerio de turismo. Sabemos que está lleno de papanatas, que disputan, sacando del arcón de la historia un traje a medida para legitimar que deben conducir (nos), que ya se la sabían, que es mérito de ellos, que tienen la escuadra y el compás, siempre será así, es natural, son las claves de interpretación de los profesionales del estado, y está bien. Pero ahí no hay corazón.  Falta la sangre que corrió en las venas. No importa.
El cinismo de estas horas es aleccionador.
Porque falta mucho. Todavía.
Y Martín Redrado dice que va a reeditar su libro.
Mozo, otra, por favor.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario