Hay una vieja anécdota -tiene 14, 15 años- que circula por los pasillos de la Universidad de Entre Ríos y también en la Universidad del Litoral. Mis amigos periodistas, sobre todo los de Santa Fe, me la han contado, cambiada. Distintas versiones. Sobre un periodista, muy gorila, Rogelio Alaniz, entonces docente de Sociología en primer año de la Facultad de Comunicación Social. Al que, según las versiones de ahora, un alumno cagó a trompadas. En un cumpleaños, en Santa Fe, incluso, yo agregué otra versión (distinta) porque conocía al alumno en cuestión. Agregué datos familiares del pibe, mal pibe. Y le puse un montón de adornos a la historia, asegurando que varios amigos míos estuvieron presentes. Se discutían los detalles polémicos de mi versión. Salimos de ese cumpleaños y en la calle, mi novia de entonces, no paraba de reírse. Y considerarme una mala persona, pero tierna.
Ahora algunos santafesinos, en Twitter, me están jodiendo con ese tema. La historia, más o menos, fue así y está en este enlace (escrita por alguien que no me quiere, en un medio radical, medio mercenario, donde tampoco me quieren, ya que estamos):
Lucas Carrasco lleva dentro suyo, muy internalizado, el paradigma del marketing, del golpe de efecto y del otro. Sabe como mostrarse y quedar en el centro de la escena. Habrá algunos ejemplos que den cuenta de esto y que podrían servir para ilustrar el caso.Sigue acá.
Lo recuerdo en la Facultad, en la Carrera de Comunicación Social en la década del 90, con el furor de Franja Morada en la conducción de los centros de estudiantes cuando cursábamos Sociología con el profesor Rogelio Alanís. Lo agarró a trompadas. No recuerdo el motivo de la discusión, pero a partir de ahí, Lucas cobró notoriedad con el exabrupto. Un acto de verdadera impotencia frente a un intelectual que hace de los libros antiperonistas, el tango bajón y el alcohol un culto.
En el ámbito académico se dirá que la mejor arma que tiene un hombre es la palabra y creo que efectivamente es así. Aunque también solemos decir que no siempre alcanzan las palabras para expresar lo que uno siente. Y para eso solo hay una forma de contestación, visceral, emocional, primitiva y poco racional. Sobre todo cuando la argumentación del debate entre alumno y profesor es desigual, manipuladora y oscura.
Obviamente, todo terminó en un Juicio Académico -el guaso, entonces jefe de cátedra, editorialista del santafesino diario El Litoral y hacíaun programa en el canal Cable y Diario y en LT9, se había subido al escenario, en un final de su materia ante 300 alumnos, a gritar, medio borracho, que yo era "anarquista, drogadicto, patotero" lo cual era bastante acertado y que el semanario cultural que dirigía estaba "financiado por el narcotráfico internacional" lo cual, lamentablemente, era mentira. Yo me paréy le tiré el exámen al piso, tuve que hacerlo de nuevo al otro día en el rectorado (me saqué un 9 y protesté preguntando porquénotenía10, je)- que duró unos dos años. A él lo iban a echar y por eso, como la facultad la manejaban radicales como él, le avisaron que era indefendible y renunció. Apretaron a los alumnos para que declaren contra mí, en fin. Todo muy lindo. A mí me suspendieron 4 o 5 días, pero ya no iba más a la facultad. Quedé nomás en primer año. Pasaron los años y habían, los radicales, perdido la facultad (porque estaban en el gobierno provincial, que era caóticamente represivo y reaccionario) y la decana era amiga mía.
Yo estaba ahí presentando un libro que escribí, justamente, sobre los asesinatos de los radicales el 20 de diciembre del 2001, y la decana pidió la palabra, era petisita, desde el fondo, una butaca, entre el público, agarró el micrófono y hablaba con tanta autoridad que el resto de la gente se fue dando vuelta para mirarla. Dijo algo así como "qué bueno que este tipo de investigaciones periodísticas sean hechas por alguien formada en esta casa de estudios".
Yo me reí, qué iba a hacer.
Formado en esta casa de estudios.
Todavía me sigo riendo.
De la burocracia. Esos fríos leones que te devoran si perdés. Pero si ganás te aplauden tan fuerte que nadie escucha cuando te roban el trofeo.
Este tipo es un tarado;
ResponderBorrarllamarte "supuesto bloguero K", es como si se le dijera a Mariano Grondona: "supuesto periodista de derecha" (??)
¿Qué libro era el que presentabas? Ni sabía que habías sacado un broli.
ResponderBorrarNo sigo mucho el blog, pero voy a ver si lo exploro un poco más. Saludos.
¿Lo cagaste a trompadas? a la mierda!!! chiquitito y jodido había sido MI Lucas. Yo te pongo en la primera fila del piquete con un pasamontaña y un palo y que se animen los cabrones!
ResponderBorrarAhora si, que mi amigo Andrés (el otro puto k)y mi amigo Camilo (que no es puto pero es k) no me jodan más con que es "diminuto" y "voz de grillo"... YO ME CASO CON VOS CARRASCO!!!! y que me maradoneen....
El Puto
Te lo tengo que decir aunque el autor no te quiera, es muy buena la notita, el párrafo de cierre es todo un reconocimiento y hasta agradecimiento "por una alegría", jaja.
ResponderBorrarun abrazo
PD: obviando lo de "blog intrascendente" eh
No por nada Leuco se cagó en las patas.
ResponderBorraresta bueno, que alguien que no es capaz de hacer funcionar una radio cuyos equipos estan comprados y juntadondo polvo y cuya licencia fue entregada hace mas de 10 años (Me refiero a la FM en PArana de la UNER)te critique o intente algo parecido, justamente a vos que si tuviste una FM, una revista cultural, un blog, una "metralleta literaria"(le robo esa frase porque esta buena). Segui asi lucas! a No aflojar. Me puso melancolico la visita de hebe a la facu y me acordaba de la Catedra Abierta "Rodolfo Walsh" inaugurada por Zito Lema cuando tenia dignidad.
ResponderBorrarJoaKito
muy difícil de leer el post, escrito para el orto. me tuve que re esforzar.
ResponderBorrarTuve la suerte (?) de conocer la historia del otro lado. Sí, Rogelio Alaniz fue mi suegro en algún momento.
ResponderBorrarDe tal palo tal astilla. De tal gorila...
En definitiva, Rogelio Alaniz, con risas, representa siempre un borracho pedante, pero en realidad es el que saca la ventaja de cualquier oportunidad y lo mejor de todo es saber por qué está ocupando un lugar en los medios.
Tal vez porque fue/es como ese objeto que se usa para prender sacos, camisas, pantalones y se encaja en los ojales.