jueves, abril 14, 2011
Chávez, Evo, Correa y Fidel
Por Heinz Dieterich
1. Fin de la esperanza estatal
La gran esperanza de que Hugo Chávez, Fidel, Evo y Rafael Correa fueran la vanguardia estatal que ayudara a los pueblos y científicos a crear el nuevo Modo de Producción del Socialismo del Siglo XXI, se ha desvanecido. Ninguno de los cuatro presidentes ha hecho un esfuerzo serio para avanzar la alternativa anticapitalista del Siglo XXI y ninguno lo hará. Han ayudado a cambiar conciencias y estructuras de la sociedad, pero no darán el paso de vanguardia hacia el S21. Este paso vendrá de la mano de una nueva vanguardia mundial que sepa integrar la lucha por el Estado de derecho y el Estado social con la construcción del Socialismo del Siglo XXI.
Por la importancia pública de este ensayo les pedí a diez revolucionarios de América Latina, entre ellos cuatro excombatientes populares de cuatro países, que lo comentaran. Todos coincidían en la necesidad de su publicación tal como está, menos un excomandante guerrillero quién me escribió: “Fidel no debería estar ahí.”
2. Hugo Chávez: cambiando Samanes por Cabellos
Cuando conocí a Hugo Chávez en 1999 decidí apoyarlo, porque me parecía un hombre honesto, democrático y nacionalista. No me equivoqué. Al transcurrir el tiempo hizo muchas cosas positivas para el país y para las mayorías. Y cuando asumió públicamente el discurso del Socialismo del Siglo XXI en 2005, lo valoré como un posible aliado en la vanguardia de la sociedad poscapitalista del futuro. La doble estrategia, el desarrollismo nacionalista-regional y la creación de la economía de equivalencias, iban a ser el camino.
Sin embargo, ciertas circunstancias, la debilidad teórica de Chávez y las fuerzas anticomunistas de la Nueva Clase Política “bolivariana”, encabezadas por su jefe hegemónico Diosdado Cabello, lograron desviarlo de la ruta revolucionaria. Cambió Samanes por Cabellos y hoy día no queda más que una retórica “socialista” sin contenidos ni sentido, y un desarrollismo mal ejecutado.
Mientras Chávez anda por los caminos de Luis Bonaparte ---ver el “18. Brumario” de Marx--- Cabello nos regala dos perlas del “hombre nuevo”, que ilustran el futuro del “socialismo cristiano y bolivariano” de Venezuela. “En una revolución madura, donde todos tengamos un nivel de conciencia justo, no debería haber elecciones internas, porque éstas son un método burgués que nos han inyectado. Lo que debería funcionar es la cooptación.” Nada de qué preocuparse, entonces: la Cosa Nostra está en buenas manos. Y el anticapitalismo también. Nos lo traerán los ángeles inmaculados en un par de décadas: “Ojalá dentro de poco nos sustituyan jóvenes no contaminados, sin pecado original, formados en Revolución para que siga habiendo alternativa al capitalismo dentro de 20 o 30 años.”
3. Evo Morales
El principal freno estatal al Socialismo del Siglo XXI en Bolivia, el equivalente a los Cabellos en Venezuela, es el Vicepresidente Álvaro García Linera. Evo Morales es, al igual que Chávez, un hombre comprometido con los pobres, democrático y nacionalista. Su ideal de una sociedad justa se basa en la idea de la reciprocidad, tal como ha sobrevivido muy precariamente en los antiguos ayllus y comunidades campesinas de la sociedad andina. Tal patrón no sirve, como es obvio, para organizar una sociedad moderna.
Ahí entra en la escena García Linera. Un intelectual brillante en lo abstracto, pero con poca capacidad política. Su praxis se basa en el credo, de que en los países andinos sólo se puede realizar el “capitalismo andino”, no la doble estrategia del desarrollismo-Socialismo21. Por eso no fomenta la formación de cuadros socialistas revolucionarios, sino que abre las facilidades de la Vicepresidencia a los ideólogos socialdemócratas y confusionistas del imperialismo, como Toni Negri. Negri, cuyo principal mérito político-intelectual consiste en haber copiado de la obra de Napoleón le petit (Luis Bonaparte) de 1844, L´ Extinction du Paupérisme, la idea de que la sociedad moderna se gobierna sobre masas, no clases: “Aujourd'hui, le règne des castes est fini: on ne peut gouverner qu'avec les masses”. He ahí las famosas “multitudes” de Negri, “postmarxista” como García Linera, promotor del imperialismo de la Unión Europea y sostenedor de la tesis de que el Estado nacional “es una mierda”, como dijo cuando llegó a Bolivia.
Por razones tácticas, García Linera habla a veces del “socialismo comunitario”, que se puede lograr “pacíficamente” en Bolivia”. Su nebulosa definición ---"es el reencuentro entre la sociedad política y la civil, que se caracteriza por un respeto supremo a la vida y la naturaleza y un apego a la comunidad"--- deja claro, que con el posmodernismo instalado en la Vicepresidencia de Bolivia no se instalará el Nuevo Socialismo en ese país.
4. Rafael Correa
Rafael Correa es un excelente economista. Entendió sin mayor problema el punto teórico más difícil de la nueva civilización, la economía de equivalencias. Cuando le propuse que hiciéramos un equipo de investigación internacional para identificar los valores (time inputs) de la economía ecuatoriana, que es el primer paso hacia la economía socialista, coincidía plenamente. Dijo que el estudio podía realizarse en la empresa petrolera del Estado y que le “encantaría, como investigador científico, participar en el grupo”.
En un nuevo encuentro con él y Ricardo Patiño, le presenté la propuesta, en la cual se incluía la invitación de científicos, logística, etcétera. Autorizó el seminario internacional y dijo que lo organizaría con el Ministro de Planificación, Fander Falconí. Allí terminó el avance. Falconí era el típico yuppie universitario liberal, colocado equivocadamente en un puesto estratégico del aparato de poder. Falconí, que no es un hombre de derecha como Cabello, sino un liberal como García Linera, saboteó el proyecto y la orden del Presidente. Cuando Correa finalmente lo destituyó, por la ineptitud mostrada en negociaciones ecológicas con el gobierno alemán, Patiño se convirtió en el hombre fuerte del gabinete. Activista de izquierda de Guayaquil, conocido de muchos años, no ha retomado la iniciativa. De vez en cuando hace encuentros light sobre el Socialismo del Siglo XXI, pero nada serio. Algún día tendrá que explicar por qué no usa el espacio público que tiene a su disposición, para la causa anticapitalista.
5. Fidel Castro
Fidel afirmó el año pasado que “…entre los muchos errores que hemos cometido todos, el más importante error era creer que alguien sabía de socialismo, o que alguien sabía de cómo se construye el socialismo…”. Esa aseveración es obviamente falsa. Marx y Engels sabían con absoluta claridad, que el socialismo sólo puede ser la autodeterminación del ser humano. Einstein repetía esa verdad: el socialismo sólo puede funcionar con un “contrapeso democrático al poder de la burocracia”. Noam Chomsky ha sostenido toda su vida que no existe socialismo, porque no hay ninguna sociedad en la cual “los trabajadores determinen la actividad económica”. El precio político que pagó fue el ostracismo de los “países socialistas” y Partidos Comunistas, que durante décadas lo desconocieron sistemáticamente.
Las mentes más preclaras de la humanidad han recalcado enfáticamente que la esencia del socialismo es la autodeterminación democrática de los ciudadanos. Y los revolucionarios soviéticos y europeos (Falin, Ryschkow, Modrow et al.) han enfatizado, que la URSS se estancó y colapsó, porque no logró transitar del modelo estalinista ---antítesis de la autodeterminación democrática--- al Socialismo del Siglo XXI. Hace décadas también que la Escuela de Bremen y la de Escocia descubrieron el Modo de Producción del Socialismo21 (Peters) y su construcción vía la teoría del valor (Stahmer, Cockshott, Cottrell). Es evidente, entonces, que la afirmación de Fidel es falsa y que hay aportes significativos que permiten la evolución del Socialismo del Siglo XX hacia su fase superior, el Socialismo del Siglo XXI. Si Fidel piensa que la difícil situación de Cuba y su status político no le permiten discutir lo evidente, debería expresarlo. El avance de la causa anticapitalista requiere transparencia.
6. Una nueva vanguardia mundial
Por sus meritos en la lucha antiimperialista y su preocupación por los pobres hay que apoyar a los cuatro presidentes progresistas. Pero, hay que verlos en su justa dimensión histórica. No son ni serán la vanguardia de la nueva civilización. Por eso, hay que liberarse de la idea de que ellos serán los líderes de la construcción del Socialismo del Siglo XXI. Esa tarea recae en los pueblos, la ciencia y las nuevas vanguardias políticas que va pariendo la historia.
Sobre Heinz Dieterich Steffan
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Es muy bueno y trabajoso a la vez adentrarse en estos debates, que tienen tantas complejidades.
ResponderBorrarQuería aportar algo. Creo que la discusión con Negri radica en gran parte en que el italiano afirma que la acumulación social ya no puede abordarse con una teoría de medida; él habla de la "subsunción real" como la forma del valor correspondiente al modo de producción contemporáneo.Busca superar la ley del valor porque para él ya no es un instrumento válido.
El trabajo está en la base de la acumulación, pero la comunicación entre las fuerzas productivas se extiende a todo el tejido social y es expropiada por el capital.
Por eso la acumulación "social" es inconmensurable y de allí el intento de reformulación de teorías de medida del trabajo, cuya caracterización no puede dividirlo en material e intelectual. Para Negri la explotación es la confiscación de toda esa creatividad, de toda la comunicación, de la forma y el producto de la cooperación social que se centraliza y se expropia, con una forma política.
La subsunción real de la sociedad al capital se articula en esta nueva organización social del trabajo -posfordismo - y el posmodernismo es la ideología adecuada a la nueva configuración del modo de producción actual.
Negri sostiene que el fin de la función económica de la ley del valor en la medida en que está ligada a "una organización del trabajo y a una acumulación previas y superadas" no disminuye la centralidad de las contradicciones ligadas al trabajo social.
En su trabajo "Interpretación de la situación de clase hoy: aspectos metodológicos", disponible en la red, están sus tesis acerca de esta discusión sobre la teoría del valor que vale la pena leer y que Negri utiliza en "Marx más allá de Marx".
Creo que vale la pena intentar leer a los autores y tratar de despojarse de los prejuicios de intérpretes que nos lo presentan -creo que aquí sobre todo pasa sobre todo con Negri- demasiado masticado. Nos toca esforzarnos,claro...
Saludos
He aquí otro buscador de revoluciones perfectas, con vanguardias perfectas, sin contradicciones. Seguirá esperando hasta el fin de sus días o hasta que lo alcance el cinismo, la Revolución Perfecta, que nunca llegará. A sus ojos, todos los movimientos tendrán alguna falencia que les impida ser la "verdadera revolución" y la "verdadera vanguardia"...porque los procesos sociales los encabezan y protagonizan humanos (a veces demasiado humanos), no ángeles ni dioses...
ResponderBorrarCSK
Este alemán, sociólogo, que vive en México, sanateador profesional, vendedor de humo revolucionario del socialismo del siglo xxi y otras yerbas, autor de libros de metodología de la ciencia obsoletos e intrascendentes pero, al fin, un intelectual con banca y prensa "revolú" ahora se larga contra Evo, Correa, el Hugo y Fidel por "equivocados", desarrollistas etc., etc. Andá!!!
ResponderBorrarTípico sectarismo boludo de troskizquierda. Él inventó la palabrita y ahora no le gusta quienes la usan. Estoy totalmetne de acuerdo con Anónimo/CSK y Vladimir. ¿Vos, Lucas, qué pensás?
ResponderBorrarQue son planos de análisis diferentes.
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