A tono con este tono literario -de ringtone, digamos- que ha adquirido desde ayer y hasta mañana la derecha posmoderna, el artículo que le hizo firmar algún bala no carece de los balidos habituales de la engolada conterbulio del gandul, la evanescente diputada Gabriela Michetti, je.
Dió mío!
Opinión
El error de los límites opositores
Por Gabriela Michetti
Especial para lanacion.com
Durante estos últimos días me (me) he pasado escuchando cómo políticos de la oposición hablan de supuestos "límites" a la hora de sentarse en una misma mesa a dialogar sobre lo que creemos son los problemas que tiene el país y cuáles podrían ser las propuestas de políticas de Estado que nos permitan plasmar las bases de un desarrollo a largo plazo.
Me (me) cuesta muchísimo entender a que se refieren cuando dicen: "Mi límite es Macri" o "mi límite es el Pro".
Los referentes del Pro, los límites de la oposición según Gabriela MichettiFoto: Archivo
Y me (me) confundo más aún cuando recuerdo que muchos de esos políticos de la oposición que hoy hablan de "límites" refiriéndose al Pro, apoyaron explícitamente y en algunos casos participaron de esos años en los que la Ciudad no servía al ciudadano sino a los propios amigos, de una manera endogámica.
Me (me) sigo preguntando, ¿dónde está el "límite"?
Me (me) "parto la cabeza" y sigo pensando: ¿de qué "límite" hablan?
Me (me) pregunto qué hicieron esos políticos que hablan de "límite" cuando se refieren al Pro o al propio Mauricio Macri cuando tuvieron la oportunidad de utilizar recursos públicos en pos del mejoramiento de la calidad de vida de la gente.
Cuanta impotencia y frustración genera que en una Argentina que tiene oportunidades tan excepcionales, los prejuicios, los narcisismos, las vanidades personales, en fin: nuestra enfermedad de individualismo extremo, no nos permita ponerle "límites" a las cosas que hace tiempo nos vienen deteriorando la calidad de vida a todos y sobre todo dejando sin esperanzas a quienes necesitan de nuestros diálogos y nuestros acuerdos para empezar a soñar otra vez y no sólo vivir el día a día.
Estoy (je) absolutamente (uopa!) segura (bien ahí) de que la gran mayoría de los argentinos nos está pidiendo hoy a los dirigentes políticos que le pongamos límite a nuestro egocentrismo y microclima, y está deseosa de vernos en una misma mesa tratando de ponernos de acuerdo en esas políticas que nos permitirán, como a algunos de nuestros vecinos de América latina, aprovechar estos años de oportunidades y crecimiento para sentar bases sólidas de desarrollo de una vez por todas.
Genialísimo, sí. Ajá. Dió mío.
Lo hacen adrede, me parece.
ma' qué adrede?
ResponderBorrara propósito!
su estrategia es crisparnos con tanta pelotudez.
puajjjjj!!!!
ResponderBorrarOjo, Rozitchner lo hace adrede, hace unos años vió el lugar vacío y se mandó, no hay otro igual con semejante experiencia filosófica al servicio del vecino, se me viene a la mente el rabino berga y fernando iglesias, me acorde del nombre que bajon, pero no le llegan ni ahí, él quiere ser el mejor en lo suyo.
ResponderBorrarrozitchner le toma al pelo a la rodante, lo hace de sorete que es
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