Rossi hizo una elección, a diferencia del 2009, cuando el kirchnerismo fue dividido. Sí, el kirchnerismo. Las cosas son siempre más complejas, corazón.
Cuatro años atrás, Bielsa, que vivía casi hasta tres días a la semana en Rosario, le ganaba a Rossi en la interna y perdía contra Binner. Tanto Obeid como Reutemann, hasta hace un año paladines de la república perdida, pero en ese entonces sabiendo que no se sostenía más la ley de lemas, regalaron con amor el justicialismo a la línea kirchnerista. Entre otras cosas, porque todos los justicialistas eran kirchneristas. Rossi disputó contra el preferido de la Casa Rosada, Rafael Bielsa, y perdió. Y Bielsa perdió contra el segundo preferido de la Casa Rosada, Hermes Binner. Cosas que pasan.
El principal impacto del conflicto con las multinaciones de exportación sojera impactó, principal pero no únicamente, de este modo (al igual que en Córdoba): los armados políticos previos de la Casa Rosada para la política estrictamente provincial, se hicieron pelota. Binner se alió con la Sociedad Rural y Bielsa con su ego.
En Entre Ríos, por ejemplo, o La Pampa, el conflicto con la Sociedad Rural fue muchísimo más duro, y sin embargo, el impacto electoral no fue el mismo. ¿Porqué? Esa es la clave.
Porque Rossi y Acastello, compitieron por fuera del partido justicialista en momentos en que -a diferencia del kirchnerismo bonaerense en el 2005- no estaba en juego quién lideraba ese espacio. A ver. El peronismo puede resolver una especie de interna en las generales, sólo cuando se dan ciertas condiciones. De continuidad. El kirchnerismo no garantizaba, en los tórridos días de 2009, esa posibilidad (y ganas) de disputar el PJ santafesino o cordobés, y entonces, los resultados, junto a otras variables, fueron los que fueron.
Este análisis es importante porque revela que la estrategia de huida de votos peronistas (que antes brillaban con Reutemann) a Miguel Del Sel es bastante precaria.
En el 2009, Reutemann se postulaba como candidato presidencial, aceptaba el cobijo de sectores kirchneristas -dividiéndolo- y logró ganar, por centésimas, la provincia. Lo que le valió que retirara su candidatura presidencial, aunque ninguno de los analistas lo tomó en serio. Podían más los deseos de esos analistas que la realidad, cruda.
Rossi, ahora, lidera el espacio del justicialismo MÁS el progresismo contenido en el kirchnerismo. Las internas resolvieron el peso político y geográfico de cada sector. Y mostraron una estrategia de campaña.
Que no radica tanto en acuerdos de cúpulas con los candidatos derrotados -en última instancia, fueron derrotadas, corazón- sino en el armado por abajo de un esquema de contención. Es decir, muchos kilómetros de recorrida, asados con concejales, fotos con militantes barriales, y un discurso específicamente provincial ahora que quedó cerrada la etapa de la interna, donde la identidad duramente kirchnerista prevaleción. Aunque no fuera el candidato que más agradara a sectores de la Casa Rosada.
La participación de la presidenta, además, agrega el plus de sorpresa e imprevisibilidad que se viene desarrollando en cada elección provincial.
Buenas noches.
Muy buena perspectiva. Coincido...esperemos tener cintura y muñeca para juntar todo y ganar Santa fe-....
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