Fernando Iglesias lanza su nuevo libro, tras el rotundo éxito de Yo y Platero. Se llama La Banca y Yo, y por primera vez, pondría las cuestiones ideológicas (La Banca) por encima de él mismo, lo cual constituye un giro literario sorprendente, teniendo en cuenta que a nadie le importa. Pero eso sí, corazón, todo con mucho progresismo y, por supuesto, en un cierre de listas plagado de mucho amor, como sucede en la impolítica, que es la nueva impotencia, para renovar la impotencia y la adolescencia, porque en esos ámbitos sólo se discute por plata y por cargos si primero y ante todo está el progresismo y el amor. Viva el amor, lo que te digo. Y el progresismo, claro.

Fernando Iglesias encontró el método para apretar a la Tía Party Carrió: disfrazarse de pantalón

El Experto en Globalización -va sin comillas, Abrevaya y pase- y barba candado en la mente, Fernando Iglesias, demostró que el clientelismo no tiene que ser, necesariamente, una cosa estéticamente fea. Tipo ir por el choripán y la coca. Sino que, con glamour y poca verguenza, extorsionó a la Tía Party Carrió, en una carta que hizo pública, con que sino ocupaba una banca en el congreso de la nación a través de la boleta sábana, se iba de la Coalición Cívica. Toda una declaración de principios. Muy arraigada a la ideología, y la plata. Por que, según asegura en la carta donde vuelca toda autoestima -que se sabe es mucha- él encarna la corriente progresista de Patricia Bullrrich, por eso debe secundarla.
Atenta a esta extorsión, que sin dudas interpreta un debate ideológico muy sofisticado, tan refinado que habla de que se espera que la Tía Party Carrió sólo meta dos diputados, o sea, que pierda contundentemente en la ciudad de Buenos Aires, la ex chaqueña desplazó a Fernanda Reyes, bajo el republicano método del dedazo -pero sin cadena oficial- y puso a Fernando Iglesias que, según marcan las encuestas, de todos modos tendrá que volver al voley. Una lástima, pues nuestro Experto en Globalización nos hacía cagar de risa.