LOS DECRETOS RESERVADOS QUE UNEN AL SOCIALISMO CON CLARÍN Y LA MESA DE ENLACE
Por Lucas Carrasco
La comprensión de la lógica que llevó al Partido Socialista a ser conducido por la derecha hay que rastrearla en el núcleo duro del conflicto político, que es la alianza entre las patronales sojeras y los grandes medios concentrados de comunicación.
Cuando en defensa de los intereses impositivos de las empresas oligopólicas de exportación de granos, la Mesa de Enlace sometió a la sociedad a más de 100 días de desabastecimiento de alimentos, el Grupo Clarín fue un entusiasta de lo que llamó “un paro histórico”. Lo que ocultaba desde sus más de 260 medios de comunicación es que tenía intereses directos en el mercado agropecuario, a través, principalmente, de la multimillonaria muestra Expoagro, donde, por caso, exponen sus intereses el empresario colombiano Francisco De Narváez, el empresario italiano Cristiano Rattazzi (principal proveedor del empresario lechero Hugo Biolcatti), Cargill, Monsanto, etcétera, es decir, una trama de intereses multinacionales que el pequeño Estado argentino intentó, sin éxito, disciplinar impositivamente.
Expoagro es una Unión Transitoria de Empresas compuesta por los dos socios privados de Papel Prensa: el Grupo Clarín (a través de AGEA) y el diario La Nación.
Antes del conflicto por la 125, la muestra del 2008 se realizó en Santa Fe. Hermes Binner, durante la campaña electoral, dado el escaso desarrollo del socialismo fuera de Rosario, daba sus discursos en las localidades pequeñas desde el local de la Sociedad Rural. Así que a través de un decreto reservado (número 419) en el 2008 otorgó subsidios por 4 millones de pesos a Clarín y La Nación para la realización del evento empresarial Expoagro. Luego, prestó la Casa de Gobierno para que Eduardo Buzzi, Hugo Biolcatti y Mario Llambías hablaran a la platea.
Al año siguiente, con la inusitada popularidad que adquirieron los popes de la Mesa de Enlace, y consolidada la alianza con el Grupo Clarín, a través del decreto reservado 266, el gobierno de la provincia de Santa Fe transfirió a la misma UTE la suma de 4.230.000 pesos. No sólo que no queda bien que semejante transferencia directa sea sin licitación y bajo un precario galimatías jurídico, sin que no se publique en el Boletín Oficial, sino que tampoco queda elegante que el decreto en cuestión argumente que “la UTE encargada de organizar y llevar a cabo la muestra es la única persona o entidad que suministra los servicios contratados”, con lo cual reconocen, irónicamente, que el Grupo Clarín es un monopolio.
En el mismo decreto reservado se aclara explícitamente que el pago comprende el acceso a los diarios Clarín y La Nación, aunque no se dan más precisiones. Igual se entiende.
La trama que une al Estado Bobo que requieren las patronales agrarias, las multinacionales cerealeras y los medios de comunicación concentrados, es, en sí, un programa de gobierno; que requiere de un amplio abanico –el llamado Grupo A- para la difícil tarea de volver a fojas cero los avances conquistados desde el año 2003.
Esto puede explicar por qué coincidieron en un único acto los aparentemente disímiles Rubén Giustiniani y Carlos Reutemann: cuando Héctor Magnetto, CEO de Clarín, llegó a Santa Fe para inaugurar una planta impresora de diarios en sociedad comercial con el presidente de ADEPA, Gustavo Víttori. Magnetto fue recibido con los honores que les corresponden a un socio: estuvieron Reutemann y Giustiniani, en la única foto que se les conoce.
Fuentes del Ministerio de la Producción de Santa Fe aseguran que el monto de transferencia para este año 2010 es de 5 millones de pesos. El generoso aumento anual, sin dudas, se debe a la inflación, que está comiendo los salarios de los CEO’s de Multinacionales, de la Mesa de Enlace y los dueños de monopolios comunicacionales. Porque la inflación, como se suele decir, es “un impuesto que pagamos todos”.
Cuando en defensa de los intereses impositivos de las empresas oligopólicas de exportación de granos, la Mesa de Enlace sometió a la sociedad a más de 100 días de desabastecimiento de alimentos, el Grupo Clarín fue un entusiasta de lo que llamó “un paro histórico”. Lo que ocultaba desde sus más de 260 medios de comunicación es que tenía intereses directos en el mercado agropecuario, a través, principalmente, de la multimillonaria muestra Expoagro, donde, por caso, exponen sus intereses el empresario colombiano Francisco De Narváez, el empresario italiano Cristiano Rattazzi (principal proveedor del empresario lechero Hugo Biolcatti), Cargill, Monsanto, etcétera, es decir, una trama de intereses multinacionales que el pequeño Estado argentino intentó, sin éxito, disciplinar impositivamente.
Expoagro es una Unión Transitoria de Empresas compuesta por los dos socios privados de Papel Prensa: el Grupo Clarín (a través de AGEA) y el diario La Nación.
Antes del conflicto por la 125, la muestra del 2008 se realizó en Santa Fe. Hermes Binner, durante la campaña electoral, dado el escaso desarrollo del socialismo fuera de Rosario, daba sus discursos en las localidades pequeñas desde el local de la Sociedad Rural. Así que a través de un decreto reservado (número 419) en el 2008 otorgó subsidios por 4 millones de pesos a Clarín y La Nación para la realización del evento empresarial Expoagro. Luego, prestó la Casa de Gobierno para que Eduardo Buzzi, Hugo Biolcatti y Mario Llambías hablaran a la platea.
Al año siguiente, con la inusitada popularidad que adquirieron los popes de la Mesa de Enlace, y consolidada la alianza con el Grupo Clarín, a través del decreto reservado 266, el gobierno de la provincia de Santa Fe transfirió a la misma UTE la suma de 4.230.000 pesos. No sólo que no queda bien que semejante transferencia directa sea sin licitación y bajo un precario galimatías jurídico, sin que no se publique en el Boletín Oficial, sino que tampoco queda elegante que el decreto en cuestión argumente que “la UTE encargada de organizar y llevar a cabo la muestra es la única persona o entidad que suministra los servicios contratados”, con lo cual reconocen, irónicamente, que el Grupo Clarín es un monopolio.
En el mismo decreto reservado se aclara explícitamente que el pago comprende el acceso a los diarios Clarín y La Nación, aunque no se dan más precisiones. Igual se entiende.
La trama que une al Estado Bobo que requieren las patronales agrarias, las multinacionales cerealeras y los medios de comunicación concentrados, es, en sí, un programa de gobierno; que requiere de un amplio abanico –el llamado Grupo A- para la difícil tarea de volver a fojas cero los avances conquistados desde el año 2003.
Esto puede explicar por qué coincidieron en un único acto los aparentemente disímiles Rubén Giustiniani y Carlos Reutemann: cuando Héctor Magnetto, CEO de Clarín, llegó a Santa Fe para inaugurar una planta impresora de diarios en sociedad comercial con el presidente de ADEPA, Gustavo Víttori. Magnetto fue recibido con los honores que les corresponden a un socio: estuvieron Reutemann y Giustiniani, en la única foto que se les conoce.
Fuentes del Ministerio de la Producción de Santa Fe aseguran que el monto de transferencia para este año 2010 es de 5 millones de pesos. El generoso aumento anual, sin dudas, se debe a la inflación, que está comiendo los salarios de los CEO’s de Multinacionales, de la Mesa de Enlace y los dueños de monopolios comunicacionales. Porque la inflación, como se suele decir, es “un impuesto que pagamos todos”.
pero entonces esto http://www.lacapitalmdp.com/noticias/La-Ciudad/2011/0/30/184351.htm
ResponderBorrarque salió de esto otro http://www.youtube.com/watch?v=nfQtxzGEmvo&feature=related y que produjo como resultado esto http://www.lanacion.com.ar/1054388-intervienen-el-distrito-bonaerense-del-partido-socialista ¿dónde deja puesto a Binner? es del partido Socialista no? Al final no solo no sabía que AGL era de clarín, sino que también cree que eso es izquierda? y sí, siguiendo todo esta ilógica y lo que decís en otro post sobre el progresismo, el gobierno nacional es definitivamente de derecha y somos todos boludos