Más allá de los pronósticos en sí, en esta muy buena nota de Página 12, es evidente, señora, que acá la están chamuyando:
Cecilia Valladares y Federico González, Opinión Autenticada: Como siempre, la situación es más compleja e incierta de lo que se desearía (¿cómo, siempre?). Al tratarse de una contienda con al menos dos movimientos y un tercero posible (dicho así es humo, señora, puro humo), resulta abusivo aventurar un pronóstico sobre el resultado final (ok). También resulta osado especular sobre octubre sin que se haya resuelto agosto. Nuestro pronóstico es que el domingo próximo permitirá ordenar las chances de los tres principales actores: Cristina, Alfonsín y Duhalde (¿no era abusivo, osado, aventurado?). Pero la incertidumbre se mantendrá hasta la última semana de octubre (o sea, le vendemos humo, pero...puede fallar). Juzgamos (juzgue, maestro:) un escenario probable (ah, el juicio es apenas probable) equidistante entre los deseos-expectativas-declamaciones del oficialismo y de la oposición (señora, eso es humo, puro humo) . Creemos que la hipótesis triunfalista de que “Cristina ganará en primera vuelta” no se verificará plenamente (decilo: estás diciendo que Cristna no saca el 40% y que el segundo, Alfonsín, saca más del 30%). Inversamente, sospechamos similar suerte para la tesis opositora de que el “kirchnerismo ya está agotado” (ah, o sea, lo que juzgaste antes no lo creés ni vos). En términos metafóricos (más humo), suponemos que la oposición avanzará unos tres casilleros, mientras el oficialismo retrocederá al menos uno (ah). Pero la distancia seguirá siendo aún amplia (oh). Al interior del arco opositor, pensamos que Alfonsín llevará la delantera respecto de Duhalde. La diferencia tal vez no sea ostensible, pero sí suficiente como para coronar al primero como el opositor con mayores chances (una obviedad escrita con lenguaje humitólogo). Luego, pensamos que la hipótesis del voto útil a favor de Alfonsín tendrá una probabilidad considerable (en concreto: que Alfonsín reúne en octubre la mayoría de los votos de quienes salgan de tercero para abajo). Si la totalidad de la serie de sucesos se verificara (o sea, si le acertás es porque acertás, si le acertás es culpa de la realidad), se arribaría a octubre con la probabilidad cierta de un ballottage entre Cristina y Alfonsín (ok, veremos, tá bien, trabajás para Alfonsín y se nota. Mucho). Sobre ese resultado no tenemos pronóstico (más humo, nene, más humo: te estás cubriendo de tus propios bolazos, por que no vos te la creés. En mi barrio, que no usamos chamuyo "científico", le decimos a eso, puntero, punterito).
Increíble tanto humo.... en definitiva el dato lo tirarían recién después del escrutinio oficial no?
ResponderBorrarQue bueno es leer esta nota después de la elección!!! jejeje Abrazos!
ResponderBorrar