La estrategia de los corporaciones enfrentadas a la izquierda nacional en el gobierno cosechó los resultados esperados: si TNmbaum tiene que golpear por izquierda, y Morales Solá, con la misma agenda, por derecha, y Majul en el segmento de los idiotas; el resultado en términos políticos -en tanto la dirigencia no se prestó a un discurso propio, sino que se entregó a las garras de las corporaciones- no podía ser otro: una derecha fragmentada en distintos archipiélagos (Binner, Alfonsín, Duhalde, Solanas, etc).
La cobardía de los derrotados los llevó a reclamar a Binner, Alfonsín, Duhalde, Solanas, etc una unidad supositoria, que a su vez, tampoco alcanzaría a derrotar a Cristina, ni siquiera en la improbable hipótesis de la sumatoria matemática dentro de una nueva Unión Democrática contra el mounstruo anti institucionalista y anti republicano que, otra vez, tiene sustento en la negrada descerebrada que no nota que está siendo engañada. Ja.
Ahora bien, la etapa política que viene seguramente será más compleja.
Las bases sociales opositoras, barrerán de un plumazo las payasadas de TNmabum, Morales Solá, Majul, etc, y ni que hablar de Duhalde y Alfonsín; para encontrar un camino (esperemos que sea democrático, no como en el 2008) para acorralar a Cristina.
La etapa que viene no tendrá estos mamarrachos como cabezas opositoras. No será, digamos, tan fácil.
Mejor.
Le hace bien al sistema tener una dirigencia de derecha más seria, que haga política, que defienda las instituciones, que construya, que esboce un modelo de país alternativo, que se no se sienta extorsionada por los poderes de facto.
Buenas noches. Corazones.
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