Desde mi balcón la calle se ve distinta de cuando voy caminando o si voy en auto y más distinta de cuando paso por el tren que camina sobre rieles las cuchillas de las selvas. Cuando está nublado, la calle -de tierra- no se ve desde el tren.
En el Uruguay de Artigas y en el Río Grande Del Sur de Artigas y en la Entre Ríos de Artigas, se denomina cuchilla a las colinas onduladas que nunca superan el medio kilómetro y se ubican filosas y ondulantes entre dos ríos, hermanadas en las ondulaciones con cuchillas cada vez más pequeñas, santuarios de lomadas que van fragmentando la línea del horizonte. Entre los espinillos sobresale, asmático, el humo del tren y los gurisitos ribereños tiran piedras a las señoras que asustadas cierran las ventanas. Es un punto de fuga. Pequeño en la inmensidad. Provincianismos. Espinillos que sobreviven al carbón vegetal, sueños industriales que erosionan la nostalgia de lo que no fue. Un punto azul pálido, apenas:
Dentro de un milenio nuestra época se recordará como el tiempo en que nos alejamos por primera vez de la Tierra y la contemplamos desde más allá del ultimo de los planetas, como un punto azul pálido casi perdido en un inmenso mar de estrellas
Carl Sagan, Un Punto Azul Pálido: Una Visión del Futuro Humano en el Espacio
.
Residuo de fábrica
Hoy ha tosido mucho. Van dos noches
que no puede dormir; noches fatales,
en esa oscura pieza donde pasa
sus más amargos días, sin quejarse.
El taller la enfermó, y así, vencida
en plena juventud, quizá no sabe
de una hermosa esperanza que acaricie
sus largos sufrimientos de incurable.
Abandonada siempre, son sus horas
como su enfermedad: interminables.
Sólo a ratos, el padre, se le acerca
cuando llega borracho, por la tarde...
Pero es para decirle lo de siempre,
el invariable insulto, el mismo ultraje:
¡le reprocha el dinero que le cuesta
y la llama haragana, el miserable!
Ha tosido de nuevo. El hermanito
que a veces en la pieza se distrae
jugando, sin hablarla, se ha quedado
de pronto serio como si pensase...
Después se ha levantado, y bruscamente
se ha ido murmurando al alejarse,
con algo de pesar y mucho de asco:
-que la puerca, otra vez escupe sangre...
Misas Herejes, Evaristo Carriego (1908)
"Cuando la legislación del Paraná resolvió levantarle a Justo José de Urquiza una estatua en vida, el único diputado que protesto fue el doctor Carriego, en oración hermosa aunque inútil..."
(Jorge Luis Borges, Evaristo Carriego, 1930).
un punto de fuga, azul pálido, entre ríos...magnífico este post (mi mirada desde este desierto,sin rios)
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