miércoles, septiembre 21, 2011

Mandando fruta




Hoy al mediodía fui a una verdulería. Lugar extraño, si los hay. Como los cementerios. Parecen todos iguales, pero desde afuera. Cuando entrás -digamos, para quedarte- notás, creo, la diferencia. Así pasa con las verdulerías. Aunque capaz que como hace mucho que no entraba a una verdulería (unos 25 años, digamos... sí, de cuando era gurisito y le hacía los mandados a mi abuela. No, una vez, me acuerdo, tenía una novia, en Paraná, y una noche quería hacer daiquiris y esas cosas extrañas que toman las minas: fui a una verdulería, haciéndole caso, seguro porque alguna cagada me había mandado, en fin, eso.) Y en la verdulería estaban escuchando la Metro, Basta de Todo. Hablaban de Leuco, y de mí. En la provincia de Chacarita, el verdulero -qué ser extraño, no jodamos. ¿O acaso no odiamos todos las frutas y verduras que nos obligaban a comer en la infancia? Por favor, dejémonos de joder!- se cagaba de risa. No me gustó, eso. Se cagaba de risa de Leuco, de Clarín, etc, pero no me gustó, igual. Está mal ser tan irrespetuoso.
 -Yo no me reiría así.
 El verdulero, que estaba contaminando con sus sucias manos unas horripilantes frutillas, se dio vuelta.
 -¿Cómo dijo, señor?
 -Si a mí me hubieran amenazado de muerte, no me reiría.
 -Pero si fue todo una joda! Resulta que a un bloguero K le gustaba una mina y....

 Bueno, me contó una historia. Mientras pesaba unas frutas para mí. Más o menos, yo la conocía, a la historia, las frutas, no tanto. Pero seguí en la mía, discutiéndole. A los cinco minutos, el verdulero, estaba atacando a Clarín. Yo defendía a Clarín (sé que suena medio raro esto que cuento, pero fue así: he hecho cosas peores. Una vez, con Sofía, íbamos en un taxi, yo salía de 678, hasta el búnker de cristina. El taxista, radical, pero que había votado a Duhalde, era demasiado reaccionario. Recontra. Yo tenía las pelotas hinchadas.Pero lo corría por derecha. Creo que terminamos concordando en que hay que matarlos a todos. Hasta que vio adónde nos llevaba, quiénes festejaban y eso. Ja) y decía que en argentina no hay libertad de prensa.
 -Pero si en todos los monopolios están diciendo todo el tiempo que no hay libertad de prensa! Es un contrasentido!
 -Para mí tiene sentido.Y encima, quieren asesinar a los que piensan distinto.Usted debe ser de La Cámpora, por eso. .
-Noooooo, ya estoy viejo. Yo fui de la Juventud Peronista, pero en mis épocas. Ahora, trato de informarme, cuando tengo tiempo. Porque acá nos mintieron siempre. Mi hijo está en La Cámpora.
 -Los de La Cámpora...Debería leer a ese Lucas Carrasco, las barbaridades que dice....
 -Pero si se quería levantar una mina!
 -Lo dudo. Por algo vino acá la SIP.
 -¿La SIP?
 -Sociedad Interamericana de Prensa (lo dije con voz engolonada).
 -No sé quiénes son, yo lo que sé es que...

 Entraron tres pibes. Uno era el hijo. me sonrieron. Me dieron la mano. El verdulero -qué ser extraño- no entendía nada.
 -¿Lo conocés a éste?
 -Sí, papá, es Lucas Carrasco.

Hubo un momento de silencio. El verdulero estaba por ofenderse. Se terminó riendo. Se sacó una foto conmigo. No me quería cobrar las frutas. No me las cobró. Pero porque no las llevé.
 -Odio las frutas, le dije. Y me fui. Esa idea tonta de hacer una dieta con vitaminas, proteínas, alimentarme mejor, esas pavadas.
 En la provincia de Chacarita, en la esquina del cementerio, hay un bar, lindo. Estaba cerrado. Me senté enfrente, en la plaza, a comer un pancho. Después me fui a tomar una cerveza, por ahí. Me compré un gorro por el sol. Pero me lo olvidé en la mesa.
Y encima cuando llegué a casa tenía, otra vez, el aviso de corte de la luz. Me olvidé de pagarla. Pero no entiendo porqué la empresa de electricidad se obstina con abrir heridas del pasado. Ya fue, ya está, no pagué,se me olvidó. Pero basta de revanchismo. Miremos el futuro. Construyamos juntos el futuro. En serio, putos. 

5 comentarios:

  1. Genial. Me imagino la escena.

    Yo juego a lo mismo. A un taxista que confesó estar de acuerdo con Videla lo corrí por derecha. Le dije que los milicos eran unos pelotudos porque dejarona algunos terroristas con vida, que si hubieran tenido pelotas los mataban a todos. Tuvo que asentir, que yo tenía razón. Y además, le dije, fueron unos cobardes ladrones, cuando se pelea por la Patria no se roba. El hombre se callaba la boca. Además, usted no puede creer que va a terminar con las cucarachas matando una por una. Lo que faltó acá fue conocimiento militar, estrategias. ¿Qué estuvieron haciendo para dejar que el terrorismo penetre así? Si se despierta San Martín los manda al paredón, encima terminaron presos. Y ¿por qué no fusilaron y entregaron el cadáver a la familia como buenos cristianos? ¿Qué es eso de esconder el cadáver? Así cualquiera. Y le tapé la boca todo el tiempo del viaje. Cuando me bajé estaba calmadito, calladito, tal vez criticando para sí a los milicos.

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  2. mmm siempre me corrieron por izquierda. Pensaba que en este continuo tiempo espacio no era físicamente posible correr a alguien por derecha, pero la ciencia va avanzando. Jé, muy bueno lo tuyo Lucas, che te dejo un video que seguro no te va gustar, un homenaje al Pinguino y a Cristina, un poco meloso pero es lo que hay. Abrazo!
    http://www.youtube.com/watch?v=ovLqk3JfdMk

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  3. Me sacaste una sonrisa. Devolvemela. Te conviene.

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  4. Excelente anécdota. En mi laburo donde cada tanto caen cogotudas en busca de artículos caros finjo ser indiferente pero les tiro un par de pautas pro-K para ver cómo reaccionan. Generalmente mal.

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