domingo, marzo 11, 2012

El existencialismo es un humanismo y el majulismo un idiotismo. El periodismo sartreano y el periodismo majulista, o el periodismo militante y el periodismo paranoico.

Martín Zariello, en su blog:

El majulismo, una nueva escuela literaria

La hermenéutica ha distinguido varias corrientes que, a lo largo del tiempo, incidieron en los modos y esquemas de la escritura. Se pueden mencionar movimientos culturales (que a la vez incluían diversas disciplinas artísticas) conocidos por grandes y chicos. El Renacimiento, que mantenía como principal premisa el “Carpe Diem” y entregó obras notables como El Decamerón, ejemplo inigualable de otra premisa quizás más explícita pero no por eso menos atendible: “A coger que se acaba el mundo”. Luego de esta explosión de los sentidos surgió el embole despelotado y complejo del Barroco, que tiene entre sus principales referentes históricos a tipos difíciles como Góngora o Quevedo y sigue hasta el día de hoy con las columnas de Pepe Eliaschev y las letras del Indio Solari. Más tarde, surge el Neoclasicismo, vertiente botona y paranoica si las hubo, repleta de normas estrictas y textos didácticos para la gilada. Fue una corriente bien maricona, el romanticismo, quien acabó con el monopolio de la razón, enalteciendo los sentimientos a flor de piel, las ganas de llorar, el suicidio y la música de Robert Smith a todo volumen. El contrapeso esencial (pero no menos denso) llegó con el Realismo y sus novelas interminables sobre tipos detestables que ingresaban a una sociedad más detestable aún para conseguir cosas más detestables y terminar en un estado al que tampoco le cabe otro calificativo que no sea detestable. El naturalismo (regido por el pensamiento determinista) sería el hijo bobo del Realismo y no merece siquiera que lo nombremos. Estas experiencias serían contrapuestas con el simbolismo (Europa) y el modernismo (América Latina), movimientos plausibles, sí, con algunos autores destacables, claro, pero que advertían que todo se estaba yendo irremediablemente a la mierda. La explosión de la cognición humana con la Primera Guerra Mundial sumada a una serie de problemas muy complejos, produjeron el avance de las vanguardias históricas: surrealismo, dadaísimo, etc. La escritura automática, los mundos oníricos, el montaje. Toda una serie de estrategias discursivas que sirvieron para que niños infradotados del mundo con ganas de rascarse los huevos con las dos manos se autodenominaran “escritores”. Pero lo peor todavía no había sucedido. Avanzado el Siglo XX en unas 4 o 5 décadas llegó el Posmodernismo. Aquí todo se fue a la mierda. Y así estuvimos esperando 60, 70, 80 largos años que alguien responda a ese movimiento basado en el “cualquierismo” más irredento mientras nos ahogábamos entre pintores que llaman arte a la acción de cagar arriba de un lienzo y luego encuadrarlo, escritores que pasan por novelas rejuntes de recetas, noticias y listas de compras y el estrellato de figuras inexplicables (como Mike Amigorena, Narda Lepes, el “Mágico” Canales y Miranda). Pero la espera ha llegado a su fin. Luis Majul, un Quijote de la palabra, se rebela finalmente contra el quietismo cultural y el abandono de la creatividad.

¿Qué es el majulismo?
Es una corriente literaria que tiene como principal característica la necesidad de explicar todo provocando de este modo sentimientos tales como el extrañamiento, el malestar, la angustia y la impotencia. El objetivo final del majulismo es extender los textos más breves y superficiales hasta hacerlos llegar a 500 páginas. El récord de este tipo lo tiene un majulista ortodoxo noruego que ha reestructurado de forma tal el haikus de Kobayashi Issa “Puesta del sol/ La rana también/ llora” hasta transformarlo en un grueso volumen de 368 páginas.

¿Qué hace falta para ser majulista?

-Un diccionario o enciclopedia. Pueden ser volúmenes impresos pero los majulianos ortodoxos recurren a la cibernética.

-Desdeño absoluto por citar la fuente de información.

-Ganas de describirlo todo a costa de ser calificado como un idiota.

¿Cuáles son los orígenes del majulismo?

Se encuentran en el libro El dueño, del mismo autor que da nombre a la corriente. Un ejemplo tradicional que los majulistas suelen leer con lágrimas en los ojos (por la habilidad del autor para amalgamar descripciones al pedo y datos innecesarios) es el siguiente:

“Antes de los 7 años contrajo tos convulsa. También conocida como pertusis, en una infección del sistema respiratorio provocada por una bacteria llamada Bordetella pertusis. Los accesos de tos convulsa suelen durar más de un minuto, y cuando no se los controla pueden ocasionar otras afecciones. El niño Néstor la habría contraído por contagio. La consecuencia habría sido el estrabismo.
El estrabismo es la desviación de los ojos. Ahora lo sufre el cuatro por ciento de los niños y, si no se lo corrige a tiempo, la desviación se hace crónica”.

¿Cómo queda la literatura luego de la irrupción del majulismo?
Así:
Pero ¿es que se puede aplicar el majulismo a toda la literatura?
Si. Lo verdaderamente revolucionario del majulismo no es el atroz producto de su técnica sino que, a diferencia de otras corrientes en las que sus referentes debían inventar nuevos textos, se puede aplicar a obras canónicas. Los más optimistas intuyen que dentro de algunos años los principales hitos de la literatura universal serán majuliados. Practiquemos con “Las ruinas circulares”, reconocido generalmente como un ejemplo inigualable del estilo borgeano tanto en sintaxis, adjetivación, manejo de los tiempos, temática, etc. A continuación, un párrafo cualquiera de este texto insigne en la literatura argentina:

“El mago ejecutó esas órdenes. Consagró un plazo (que finalmente abarcó dos años) a descubrirle los arcanos del universo y del culto del fuego. Íntimamente, le dolía apartarse de él. Con el pretexto de la necesidad pedagógica, dilataba cada día las horas dedicadas al sueño. También rehizo el hombro derecho, acaso deficiente. A veces, lo inquietaba una impresión de que ya todo eso había acontecido... En general, sus días eran felices; al cerrar los ojos pensaba: Ahora estaré con mi hijo. O, más raramente: El hijo que he engendrado me espera y no existirá si no voy”.

Pero ¿qué pasa si lo majulizamos?

“El mago ejecutó esas órdenes.

Las órdenes son locuciones imperativas, generalmente de un individuo a otro. En casos de esquizofrenia (actualmente la sufren entre 2 y 4 personas cada 10.000 habitantes) puede ocurrir que un individuo de órdenes a sí mismo o un ente imaginario.

Consagró un plazo (que finalmente abarcó dos años) a descubrirle los arcanos del universo y del culto del fuego.

Se llama fuego a la reacción química de oxidación violenta de una materia combustible, con desprendimiento de llamas, calor, vapor de agua y dióxido de carbono. Es un proceso exotérmico. Desde este punto de vista, el fuego es la manifestación visual de la combustión. Se señala también como una reacción química de oxidación rápida que es producida por la evolución de la energía en forma de luz y calor.

Íntimamente, le dolía apartarse de él.

Tercera persona del singular que en la oración desempeña la función de sujeto: él ha llegado el último, o de complemento con preposición: lo hizo por ellos. Como sujeto, no es normal que aparezca expreso en la oración, salvo si se quiere resaltar. Como complemento, no es correcto su uso con valor reflexivo, en lugar de sí: *lleva el equipaje de mano con él en lugar de lleva el equipaje de mano consigo.

Con el pretexto de la necesidad pedagógica, dilataba cada día las horas dedicadas al sueño.

Soñar es un proceso mental involuntario en el que se produce una reelaboración de informaciones almacenadas en la memoria, generalmente relacionadas con experiencias vividas por el soñante los días o meses anteriores. El soñar nos sumerge en una realidad virtual formada por imágenes, sonidos, pensamientos y/o sensaciones. Los recuerdos que se mantienen al despertar pueden ser simples (una imagen, un sonido, una idea, etc.) o muy elaborados. Los sueños más elaborados contienen escenas, personajes, escenarios y objetos. Se ha comprobado que puede haber sueños en cualquiera de las fases del dormir humano. Sin embargo, se recuerdan mejor los sueños y estos son más elaborados en la llamada fase MOR (Movimiento ocular rápido; en inglés, REM: Rapid Eye Movement), que tiene lugar en el último tramo del ciclo del sueño.

También rehizo el hombro derecho, acaso deficiente.

Deficiente es aquel ser humano o periodista cuyo nivel intelectual está por debajo del nivel de la media o aquello (una mesa, un libro de investigación periodística) imperfecto o mal hecho.

A veces, lo inquietaba una impresión de que ya todo eso había acontecido...

Acontecido es un verboide en participio que viene de la raíz verbal “acontecer”. Se puede utilizar para formar tiempos compuestos (La publicación del libro ha acontecido), para modificar un sustantivo (Eso es un hecho acontecido), etc.

En general, sus días eran felices; al cerrar los ojos pensaba: Ahora estaré con mi hijo.

Un hijo o una hija es un ser humano o un animal respecto de sus padres. Todo ser humano es un hijo, ya que todos los niños tienen padres, aunque los padres no estén vivos o estén viviendo en otro lugar.

O, más raramente: El hijo que he engendrado me espera y no existirá si no voy.

“Voy” (presente, modo indicativo) es una de las formas del verbo irregular “ir”. Se utiliza para expresar traslados en el espacio. Por ejemplo: “No voy en tren, voy en avión”. O para expresar estados fisiológicos del cuerpo humano: “Me voy a hacer pipí”.

Conclusiones:

El resultado espeluznante no condena sino que eleva el majulismo, capaz de volver imposible un texto de Jorge Luis Borges. Pero si un relato magistral como “Las ruinas circulares”, a través del lente del majulismo, es fatalmente destrozado y mueve al horror: ¿cómo es leer El dueño, la obra que dio origen a la corriente? Todavía no se ha podido verificar ya que nadie ha terminado de leerlo sin sufrir vómitos, fiebre, alucinaciones y mudez repentina. Actualmente, el majulismo se extiende en el mundo. Algunos más ortodoxos que los que en principio se denominaron ortodoxos llaman a explicar no sólo el último término de cada párrafo, sino cada una de las palabras del texto. Majulistas insistentes en la tarea de demoler el cuento breve trabajan versiones kilométricas de “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”, de Augusto Monterroso, “Una mujer está sentada sola en una casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo: todos los otros seres han muerto. Golpean a la puerta”, atribuido a Thomas Bailey Aldrich y “Un hombre, en Montecarlo, va al casino, gana un millón, vuelve a casa, se suicida”, de Chejov. Entonces desaparecerán del planeta el inglés y el francés y el mero español. El mundo será majulista. Yo no hago caso, yo sigo revisando en los quietos días del hotel de Adrogué una indecisa traducción quevediana (que no pienso dar a la imprenta) del Urn Burial de Browne (?).

Un signo de interrogación es un signo de puntuación que indica que la oración que le sigue o precede es una pregunta. Entre paréntesis luego de un texto sirve para explicitar delirio, pelotudez o ironía.

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2 comentarios:

  1. todo muy claro, una didáctica brillante; solo un pequeño aporte: si nos atenemos al significado del sufijo "ismo" que significa doctrina o sistema, o sea un conjunto coherente de enseñanzas o instrucciones, aplicado a majul, por eso de coherente, no sería cabalmente exacto; por lo que propongo, con humildad, modestia y sin ánimo de minimizar la primera acepción que le ha dado martín y que reproduce este imprescindible blog que tanta satisfacciones me ha dado, valga la redundancia, propongo, decía, llamarlo majulcisma, "cisma" lo contrario de "ismo"; podría ser "el majulcisma" y con s incluso sonaría mejor: majulsismo y solo cambiaríamos una letra( a majulismo en cambio, a majulcisma, dos letras) pero el significado también cambiaría y sismo no es un sufijo tampoco aunque, si esta corriente va a terminar con todo, sí, majulsismo es tan apropiado como majulcisma y da para por los menos dos libros de 800 páginas cada uno ó si se quiere impresionar uno de 1600 (impresionar:1-Efecto o alteración del ánimo causada por un estímulo externo 2-Idea u opinión general y poco precisa que una persona tiene sobre un asunto o materia 3-Reproducción de un texto escrito o dibujo en un papel por medio de procedimientos mecánicos o eléctricos 4-Manera de estar impreso o reproducido un texto escrito o dibujo), incluso el título puede ser: "el majulcisma me impresiona en la primera y segunda acepción de impresionar" tomo I y II.
    (la verdad que con este sistema podés escribir boludeces hasta el fin de los días)

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