martes, marzo 20, 2012

Hola, pedazos de hijos de puta, dialoguemos, de igual a igual, como si vos imbécil fueras igual a mí.


El Plan Sarmiento supuso la inserción internacional de la naciente Argentina -la argentina se funda con el liderazgo de Artigas, las guerras independentistas de San Martín y el fracaso político tanto de Artigas y San Martín que dan origen al programa de las clases dominantes portuarias en la batalla de Caseros, ahí comienza el desmembramiento definitivo de las autonomías económicas y la organización, a tono con la dominación inglesa en torno al capitalismo, de la argentina agroexportadora- en el plano económico, cultural y racial. Por inserción internacional se entiende a Europa, claro, donde se realizaba entonces la historia (je). Hasta la emergencia, producto de las guerras globalizadas, de los EEUU y su crisis financiera mundializada, que da origen en nuestras pampas al Plan Pinedo, cuya continuidad se remite hasta el quiebre que significa el Rodrigazo, dando origen al Plan Celestino. Por supuesto que hay variantes dentro de cada orden estipulado con la mecánica del ego de Carrasco, lo cual tiene la misma rigurosidad que la contabilidad en la iglesia universal del reino de dios. Y también en cada etapa hay cambios de sujetos sociales predominantes al interior de los bloques de clases que sustentaron cada programa. El Plan Celestino quiebra en diciembre del 2001 y da lugar al Plan Lavagna, que hoy está en plena discusión: no sobre su centralidad, sino sobre el contorno que adquiera -las alianzas, los beneficiarios y, por tanto, los grados de autoritarismo que encuentre y sus limitaciones- y esto se da por agotamiento político de ciertas tácticas y el cambio en las condiciones internacionales de la economía mundial. Los quiero a todos, pelotudos. A grandes rasgos, mis amores, los cambios políticos al interior de cada patrón de acumulación tuvo correlato -en tanto condiciones de posibilidad- en el mercado y la política mundial. 
El ingreso de los jóvenes a la política -principalmente al kirchnerismo, aunque también y en menor medida, en el puerto y las ciudades ricas, la clase media alta nutre sectas delirantes de la izquierda (hay que tender, de todos modos, puentes hacia ahí), que probablemente posteriormente pasen a hacer política de izquierdas en serio, cuando maduren las condiciones y rajen de esas sectas y a la vez hay nuevos delegados gremiales y un sindicalismo aún emergente- no es un dato per se positivo, dado que no aportan nada novedoso ni dinámico, sino los ancestrales miedos de los carcamanes conservadores y el lento pero persistente disciplinamiento de la burocracia política y, hasta ahora, su asimilación. La falta de reflexión teórica, la dinámica violenta de los agravios simbólicos recibidos y la vacilación de la coyuntura junto a una lectura histórica con pocos matices, se contraponen a las esperanzas que, de todos modos, radican ahí o estamos fritos. Lo bueno es que la política ha vuelto al centro de la escena. Chau, putos. 

2 comentarios:

  1. che que buen post... lo escribiste vos? jejejeje replicaaaaaaaamosssssssssss
    abrazos!

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  2. quien va a escribir "la sindical" la historia secreta de herederos de moyano y ...moyano?

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