El problema de ganar siempre, lo dice un tipo que de esto sabe, es la soledad

Cuando todo suena a Cristina, es que Cristina suena.

Decía Jauretche, el sobrevalorado que sigo queriendo y respetando (como si a alguien le importara, pero ya se sabe, soy amante, y esto sí ha de importar, del ceremonial. Y el protocólogo) que "cuando todo suena a Perón, es que Perón suena".

Jauretche era un grande. El problema es de los que leen a Jauretche, que son, por suerte, legión, y no tienen la gentileza de contextualizarlo y leer, por ejemplo, a los que Jauretche polemizaba. Estudiarlo, digamos, en su complejidad. 

Bueno, volvamos a CFK. 

El futuro concreto, medido, digamos, en urnas, del kirchnerismo, radica un poco en los tópicos simbólicos (la política de DDHH, la puja por Malvinas, el rol de la economía maldita en este contexto -ah, España se está montonerizando, otro día de buenas notis: subieron el IVA al 21%- y el poco valorado rol al interior de la Unasur que está redefiniendo las relaciones de fuerza en el continente, sin hacer exageraciones, no es que dejó de existir o equilibraremos al imperio, sino que podemos, si esto sigue así y más adelante, a mediano plazo, negociar de otra forma) pero más que nada radica en sus efectos concretos: por ejemplo, el ambicioso plan de viviendas, en boca, hoy, de todos, aunque en los escritorios el tema se haya ablandado como agenda, y los créditos a jubilados y las políticas laborales, con independencia de la suerte que tenga la Cámara de Empresarios de la Salud que es más conocida como CGT (por sus siglas en inglés).

Eso en el mundo K.

En los adversarios del kirchnerismo, la cosa no viene bien, por eso cambiaron de estrategia. Y hay que prestar atención, pues puede ser eficaz. No es Scioli, no son Los Moyono, ni son, todavía, los bancos. Es la oligarquía, estúpido.Aunque la oligarquía, en sus deseos imaginarios (gracias, Sebreli) necesite un político a la cabeza para ejecutar su plan, y en la UCR, recostada en la nada tras su alianza con el narcotráfico, no puedan confiar y en el FAP (Frente Anti Peronista) no pueden engañarse: son unos boludos los conservadores santafesinos apenas salen de la Pampa Húmeda. Lo mismo le pasaba a Lisandro de la Torre de Marfil. Admiran tanto a la oligarquía que sólo podrían enfrentarla en caso de que los decepcione. 

La corte cuprema de Pollo, a pedido de Clarín, y que se sepa sin pedido de coimas a cambio (esta corte es menemista pero no corrupta), arregló la ilegalidad en la que está uno de los principales grupos económicos del país, para que ésta continúe hasta las elecciones de 2013, que decidirán su suerte. Y la suerte de muchos. Por ejemplo, de Los Moyono, de Scioli, de CFK. Digamos, los anuncios de Scioli de continuidad de la obra pública, que contribuyen a la demanda insolvente, se van a contraponer a cómo incida en la demanda solvente los planes de viviendas que anunció CFK.

El gobierno apuesta a dividir la Mesa de Enlace, esto es, la unidad de acción de la oligarquía diversificada, en los hechos. Si también cree que tienen intereses divididos (y creo que sí, que lo creen, tanto como para explicarse el rol del lumpenburguesariado, no queda otra que presuponer que creen que algún día un chanta y delincuente como Cirigliano será "la burguesía nacional". En fin, volvé Hadad, te perdonamos!) estaremos, a mediano plazo, jodidos. Aunque el kirchnerismo, en la esfera real, no la del relato, que ya además aburre por lo poco sólido, es pragmático. Sabe pegar un volantazo a tiempo. A veces. En la tragedia de Once se le marchitaron todos los reflejos. 

La Sociedad Rural sacó a Biolcatti, socio de Judiano Ratazzi, y puso a un tipo relativamente joven, de Paraná, radical, con estudios, socio para cagar trabajadores con Urribarri y el kirchnerismo en El Diario de Paraná, que de ser el principal diario entreriano de la oligarquía y el radicalismo, con notas bien escritas, posiciones serias y de derecha, pasó a ser una especie de Crónica pero sin fotos de miembros amputados a página entera, o sea, ni siquiera eficaz. Urribarri tiene una gran destreza para los medios, pero la ensalada de intereses que se armó ahí, no funciona. Pero viene a cuento para entender la estrategia de la Sociedad Rural, que va en el mismo sentido que la Federación Agraria que, tras afanarse con la esposa de Binner el subsidio para un momonumento (no es un error, es un monumento al Momo Venegas) por el aniversario del Giro de Alcorta (tampoco es un error, ¿dónde está el Giro bancario, señora de Hermes, la platita que te gastaste en la campaña a través de los Gánster de la Soja de la Federación Agraria?) donde necesitan negociar para que el gobierno nacional, que solícito, a través de Boudou, les dio plata, no los denuncie. O la asociación empresaria argentina, que desplazó a los empresarios, tras la ruptura de Techint con Clarín, y puso a un frígido lobista como Jaime Campos de cara invisible de la OSIGÉ (Organización Sí Gubernamental) que, además, desde el envejecimiento de Rodolfo Terragno, ya no le da más bola a la ONG (Organización No Gubernamental)  de los radicales. 

O los beneficiarios indirectos de la Asignación Universal por Hijo, la Cámara de la Alimentación, que pusieron al abogado patronalista Funes de Rioja como cara invisible, y lo que debe estar sufriendo ese crápula...por que le encanta, quizás más que a mí, la televisión. 

Los golpístas de cacerola sirvieron para medir dos cosas: la flaqueza fáctica de estar tan sacado contra el gobierno, al estilo histérico de Clarín; y la desmovilización kirchnerista.