Apuesta a la Corpo de los Orozco

La revista Debate dejó de ser semanal, ante la falta de lectores, para pasar a ser mensual, de manera de seguir obsequiados por la pauta oficial. Difícilmente venda siquiera 1.000 ejemplares por mes. Sin embargo, estima que los blogs ya no se leen. A los 60 minutos de publicado este post ya tendrá más lecturas que TODA la página online de revista debate de la semana pasada (de esta semana no vale, pues la estoy linkeando) y que el total de las ventas de los últimos tres ejemplares. Se los apuesto, ¿se animan?
Obvio que no.
Pero bueno, quería decirles que los quiero mucho.

Los comentarios se mudaron, mayormente, a las redes sociales, donde además, se multiplican los lectores de los post. Y disminuyeron la cantidad de blogs en que se dividía la oferta al tiempo que aumentaron los lectores de blogs en general, y este proceso, correlativo a una economía que crece a tasas chinas y a las políticas kirchneristas de distribución de neetbooks y ampliación del mercado interno y laboral, los blogs se han especializado.

Pero todavía los mejores debates y de mayor calidad siguen siendo en los blogs. No en los diarios, que ciertamente han contagiado un poco de sus comentaristas cloacales a los blogs, pero menos en las redes sociales, donde se da por sentado que nada serio puede ocurrir. Todo es fugaz y pastiche. Valen, ahí, los links. Son para eso. Para derivar, para ejercer la función de editor. Donde cada uno (tiene la ilusión de) es su propio editor de lectura.

Por ejemplo, en mi caso, ya no digo tantas pavadas acá. Las digo en twitter. Acá digo las cosas más elaboradas y en serio. La gente que quiere leer y entender algo, no lo puede hacer en 140 caracteres. Esa gente vale más.


Las redes sociales hoy son coto de caza de la berreteada televisiva. Es natural, ahí hay mucha gente que no sabe escribir ni tiene nada inteligente para decir. Ahí en las redes sociales.
Pero, esencialmente, al día de hoy, no tienen capacidad de manejar elementos paratextuales: es decir el diseño, los epígrafes, las fotos, la extensión, las jerarquías, las señales tipográficas. Y la competencia entre redes hace que esto sea cada vez más cerrado. No hace falta abundar en explicar esto por que la parte técnica es aburrida, pero antes de sanatear sobre soportes siempre conviene estudiar esos lenguajes; en este caso, de programación. Los amo. Casi tanto como a mi vanidad.

Al contrario de lo que creían los teóricos de hace dos décadas, la permanencia de un espacio en internet, que se actualice permanente, sí tiene valor en sí misma. Esa permanencia. Y mucho. En términos técnicos, por los buscadores y por la facilidad de adaptarse a los nuevos contornos tecnológicos y de soportes. Por ejemplo, hoy este blog es más leído en teléfonos y tabletas que en la PC. Pero sucede que también la constante capacitación hace que sea más fácil digerir los cambios y adaptarse y surfearlos. Todo lo demás es literatura.

Las redes sociales, amorcetes de plutonio, no sirven para un carajo. Bah, sirven para coger. No es poco. Pero tampoco es tanto.
Viva la patria.

Más que nada por que mes a mes yo tengo más lectores. Y cada blogs que se cansa, me manda, probablemente sin quererlo, lectores. Y también las revistas hechas para la generosidad de la pauta oficial. Que hoy agonizan sin dignidad.
Bienvenidos a la jungla.