martes, marzo 19, 2013

Señor



La sucesión deportiva de acontecimientos que parecen conmover los cimientos culturales de lo social se narran (con esa ajenidad) a una velocidad de pentagrama histórico que hace difícil discernir lo que queda de lo que sigue y dónde encaja lo novedoso. Y esto prescindiendo de aldeanismos. Pero sin hacer de esa prescindencia una negación de lo situacional. Por que sería una boludez, señor. 

2 comentarios:

  1. Si se hace difícil discernir dónde posicionarse respecto de la sucesión de acontecimientos, no importa.
    Siempre se puede volver del ridículo, como D'Elìa, Larroque y demás,
    Falta que Horacio González vea con otros ojos a Francisco, y listo.

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  2. Si claro, pero esa sensacion de ajenidad la veo muy ligada a lo aldeano, al anclaje situacional que justamente necesita el periodismo para ser lo que es. En cambio el riesgo y la incertidumbre que pueden devenir tranquilamente en boludez, pueden al mismo tiempo ser parte de busquedas esteticas, politicas y expresivas al fin, si son, en el mejor de los casos experiencias creativas o artisticas que provoquen pensamiento, reflexion, discernimiento de densidades varias…no? (?)

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