La sucesión deportiva de acontecimientos que parecen conmover los cimientos culturales de lo social se narran (con esa ajenidad) a una velocidad de pentagrama histórico que hace difícil discernir lo que queda de lo que sigue y dónde encaja lo novedoso. Y esto prescindiendo de aldeanismos. Pero sin hacer de esa prescindencia una negación de lo situacional. Por que sería una boludez, señor.
Si se hace difícil discernir dónde posicionarse respecto de la sucesión de acontecimientos, no importa.
ResponderBorrarSiempre se puede volver del ridículo, como D'Elìa, Larroque y demás,
Falta que Horacio González vea con otros ojos a Francisco, y listo.
Si claro, pero esa sensacion de ajenidad la veo muy ligada a lo aldeano, al anclaje situacional que justamente necesita el periodismo para ser lo que es. En cambio el riesgo y la incertidumbre que pueden devenir tranquilamente en boludez, pueden al mismo tiempo ser parte de busquedas esteticas, politicas y expresivas al fin, si son, en el mejor de los casos experiencias creativas o artisticas que provoquen pensamiento, reflexion, discernimiento de densidades varias…no? (?)
ResponderBorrar