Como sucedáneo del infinito boludeo de juntar firmas para la posterguidad, porque ninguna posteridad puede pensarse de manera tan banaba, la carpa del conservadurismo tiene la problemática incapacidad de proponer alguna superación del estado calamitoso del Poder Tribunal. Al que algún lustre, entre clases altas y entenados, se le puede sacar, haciendo un monumental esfuerzo por demonizar una reforma judicial que implica, por ejemplo, que los aristócratas deban presentar su declaración jurada de bienes. Esa cosita, nomás. Que hace enloquecer los nervios de la corruptela enquistada italianamente en el más antidemocrático de los poderes.
miércoles, abril 24, 2013
El picnic de los conservadores
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que te pasa con los italianos che?
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