Argentina juega a que juega

Uno de los analistas más lúcidos, que aún acompaña al kirchnerismo, Edgardo Mocca plantea hoy en la revista del centro de estudiantes de TEA, Página 12, que el neoconservadurismo del Partido Clarín se abstrae, y es cierto, de la cuestión internacional. Pero sucede en todo el sistema político. Con especial hincapié en Cristina, que no tuvo empacho en reconocer la inexistencia de la Cancillería Argentina cuando contó que recién a medianoche lo llamó "Rafa", por el presidente de Ecuador, para contarle lo que ya sabía el mundo entero sobre Evo Morales en Europa.
La anécdota es menor y queda en nada al lado del correcto pronunciamiento de Cristina en Bolivia y Montevideo.
Abel Fernández repasa bien acá, obviando la falta de resultados (es kirchnerista, para él los resultados son de derecha) lo acontecido en Mercosur y propone que Lula sea electo en la UNASUR, en reemplazo de Néstor Kirchner.
UNASUR fue el organismo que creó Lula para meter adentro a los adversarios del MERCOSUR. Lula también está enojado con los resultados.
El monopolio de google no sólo no fue puesto en discusión, sino que en el caso Argentino, bue, tampoco cargar las tintas, pero es mejor Clarín que Twitter, chicos. En el caso Argentino, a diferencia de Brasil, Microsoft es una corporación aliada al gobierno, otro monopolio y van...
Internet es, en Argentina, el paraíso de las corproaciones monopólicas. Ni hablar el tráfico de datos. La radarización, también.
Para que no desnuden la corrupción del gobierno, la lucha contra los medios hegemónicos derivó en la lucha contra la producción de contenidos, por que a esta altura a nadie se le escapa que el problema del gobierno no es Clarín sino la línea editorial de Clarín. Por eso la Ley de Medios quedó en la nada, sólo sirvió para fortalecer a Telefónica y Manzano, cuyas casas matrices (ubicadas en la España que se burla de Evo y la Miami que se burla de todos) ofenden a Sudamérica sin que por acá se discuta el fondo del asunto.