Confirmado, ahora los blogs son críticos

Ha cambiado el panorama de la blogósfera. Han vuelto, después de un período de cierta...estupidización, en la que naturalmente yo estuve en la primera fila hasta que me di cuenta que la parte crítica, de esa manera, nunca iba a ser escuchada, y me bajé y me puse en la primera fila de la nueva oleada, jaja, ay, dios, lamento ser tan bueno (para elogiarme, que es la manera sutil de reírse y sobrevivir en estas junglas de juglares aguerridos).
Sucedió que varios blogs, por distintas razones, se bajaron. Los de La Cámpora amagaron, incluso, volver. No les dio la nafta. Otros han perdido el fuego, otros, se aburguesaron, otros se cansaron y así. En general, los que quedaron, son a los que les iba bien y en crecimiento. La baja de tantos, naturalmente, los fortaleció en visitas y la estratégica circularidad.
Después de una doble pinza que fueron las redes sociales y la prensa oficialista, resurgieron, al calor de Lanata. Gracias, Lanata.
La discusión política, volvía. En los círculos politizados, nomás. Pero, a su modo, volvía.
Los blogs que repiten lo mismo que la prensa oficialista, van cayendo en la marginalidad. Hablan para sí mismos. Que es la manera elegante de decir que hablan para Hernán Reibel, saludos, de paso.
Sn embargo, seguimos moviéndonos (y muchos, más que nada por mi molesta presencia, lo lamentan) en el mismo paraguas de lectores, influencias y trasvasamiento intelectual. Probablemente, tenga que ver con que enfrente hay trasvaciamiento intelectual, pero también, se los dice quien navega en el fuego de todas las trincheras y sobrevive, cosa que, créanme, no es fácil, tenga que ver con que las cartas están así echadas. Al fuego.
Dos notas he de citar en esta dirección. Que a su vez expresan la camada emergente de los blogs (siempre estuvieron, pero ahora su voz es más necesaria) Martín Rodríguez, en el suplemento Ni a Palos de Miradas al Surdo y Abel Fernández, en su blog.
Esto es todo, muchas gracias. Los amo, a todos. Por igual.