Voy a estar todo el día hablando de Moustaki. Me junté trabajos el fin de semana para tenerlo libre, seleccionar canciones, hablar de ésto, lo que permanece, entre las sombras de la coyuntura.
A un mes de su muerte y con toda la estupidez de los calendarios y su solemnidad (y la estupidez de la muerte y su solemnidad) no es preciso consagrar sin dobleces, ni críticas que hoy nomás no me salen, a nadie, menos a quien creyó que el método de la crítica y la autocrítica debía ser permanente, el método revolucionario.
Las nuevas generaciones se encuentran, como suele suceder, por otra parte, a todas las generaciones libres, huérfanas de referentes en el arte, la literatura y la intelectualidad, referentes revolucionarios ante la mariconización del mundo, que es muy contraria a la poesía. Es un giro conservador de viejas ideas con nuevos ropajes.
No tengo mucho más para decir, ahora.
Solamente que el tiempo, cualquier tiempo, pero en especial el que nos transcurre, es nuestro.
El tiempo es como el viento, eso lo saben hasta los árboles. No es tan parecido al agua porque nunca llueve tiempo. Pero son tiempos de humos hasta las elecciones :-). .
ResponderBorrarLos zurdos simulan no saber que son estupidos.
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