Es lo que registra Carlos Marino ante la derrota, que deriva en la diáspora. Están, digamos, en situación de Tino y Gargamuza, pero sin ese toque bruto que le imprimen desde el Comité Literario de Casa Rosada. Las viejas categorías explicativas de la derrota traen el consuelo de los viejos remontes. Pero no se ajustan a a realidad. El proceso, seguramente, es doloroso pero inevitable. Hay que cambiar de pantalla. No es dar por muerto al kirchnerismo. Para nada. Cuando salga de este callejón sin salida que es profundizar el giro a la derecha, hay serias posibilidades de remontar, hurgando en sus mejores tradiciones incluso. El papel que a historia le tiene reservado no es este patetismo conservador con alcahuetes festejando la última genialidad del perro que se muerde la cola.
De persistir en este desfiladero, ya es otro cantar. Ahí sí, está liquidado. Pero lo que quedará sepultado es el giro derechoso, la argentina sigue necesitando una izquierda nacional fuerte, sólida, con vocación democrática y capacidad de otorgar gobernabilidad.
La actual dinámica de encontrar al culpable los terminará devorando, como en la magistral novela de Agatha Christie, 10 negritos.
10 punteritos, podría llamarse esta saga.
Diez negritos se fueron a cenar;
uno se asfixió y quedaron nueve.
Nueve negritos estuvieron despiertos hasta muy tarde;
uno se quedó dormido y entonces quedaron ocho.
uno se quedó dormido y entonces quedaron ocho.
Ocho negritos viajaron por Devon;
uno dijo que se quedaría allí y quedaron siete.
uno dijo que se quedaría allí y quedaron siete.
Siete negritos cortaron leña;
uno se cortó en dos y quedaron seis.
uno se cortó en dos y quedaron seis.
Seis negritos jugaron con una colmena;
una abeja picó a uno de ellos y quedaron cinco.
una abeja picó a uno de ellos y quedaron cinco.
Cinco negritos estudiaron Derecho;
uno se hizo magistrado y quedaron cuatro.
uno se hizo magistrado y quedaron cuatro.
Cuatro negritos fueron al mar;
un arenque rojo se tragó a uno y quedaron tres.
un arenque rojo se tragó a uno y quedaron tres.
Tres negritos pasearon por el zoo;
un gran oso atacó a uno y quedaron dos.
un gran oso atacó a uno y quedaron dos.
Dos negritos se sentaron al sol;
uno de ellos se tostó y sólo quedó uno.
uno de ellos se tostó y sólo quedó uno.
Un negrito quedó sólo;
se ahorcó y no quedó... ¡ninguno!
se ahorcó y no quedó... ¡ninguno!
Pero vos no votabas a Massa, o fue incontinencia? Que análisis puede hacer alguien que no contiene ni la orina?
ResponderBorrarVotás a Uribarri en la interna 2015? decilo, nene, vos que sos entrerriano...
ResponderBorrarDante Palma, pensar que yo me puse en contra del diagnóstico de ese muchacho filósofo.
ResponderBorrarDante Palma, pensar que yo me puse en contra del diagnóstico de ese muchacho filósofo.
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