La alimentación popular

Si en vez de controlar los precios (¿en qué quedó la loable iniciativa de poner a los militantes, en vez de boludear con la grilla de los canales de TV, a controlar los precios? ¿Se hizo? ¿Tuvo resultados? ¿Produjo algún material teórico para analizar? ¿Alguien tiene algún link para aportar?) se pensara, en conjunto y globalmente, el abanico de consumos de las clases populares y sus consecuencias sobre el (ausente) sistema de salud nacional y sobre, incluso, el sistema sanitario visto hoy desde una perspectiva escueta, sin imaginación y policial, habría, a mediano plazo, incluso, resultados económicos más dignos que la actual ineficacia permeable al chamuyo estadístico al que es tan afecto el ministro de economía más boludo de la historia, y el viceministro, el más charlatán que hemos tenido. Ambos, con esa disociación tan coqueta entre promesas y resultados.
Pensemos el caso el ajo, por ejemplo.
Bah, el tema es tan abundante en sus consecuencias y diagnósticos, y es tan lejano el estado bobo realmente existente para razonar estas misantropías mínimas, que desanima. Así que dejo acá este asunto. Capaz si otro día tengo ganas vuelvo al tema. Ahora me voy a trabajar. Que tengo que sobrevivir...(¿Falta mucho para que termine esta enorme cárcel ideológica de la sarasa pluralista y yo pueda volver a trabajar de periodista?)