Militarizar las elecciones

Linda noticia: trasladan Gendarmes de las fronteras al conurbano

Llama la atención la falta de reacción ante la diaria bajada de banderas, la traición de un gobierno popular que fracasa en la gestión, se deschava lo que afana y reacciona recostándose, en quien le de bola (que encima son pocos) de lo más granado del empresariado, derechizando su política de inseguridad y con un recambio de funcionarios hacia un sesgo reaccionario, como en las cárceles. Que debuta con un ahorcamiento, según, ahora, Página 12, que entrevista a Scioli sin preguntarle por las cárceles. 

El aumento de la regresividad tributaria va en línea, claro. Con el desplazamiento de las organizaciones obreras, que el gobierno fragmentó y mediocrizó a niveles históricos. 

A la par que la obsesión presidencial, los medios, se concentran, extranjerizan y embrutecen más, a medida que corre la pluralidad de voces que va desarmando, además, cualquier visión crítica del gobierno que no sea desde el Partido Clarín. Lo cual, naturalmente, fortalece a Clarín. Pero es lo que a esta altura más le conviene al gobierno de los millonarios para polarizar y no rendir cuentas de los mecanismos legales que hacen ricos de la noche a la mañana a un país que aún con tasas chinas de crecimiento deja a un tercio de sus compatriotas en la pobreza. 

Este cuadro objetivo solo puede deparar la catarsis que se observa en el tinogargamuzismo residual. No hay que esforzarse mucho intelectualmente para comprenderlo, si se persiste por esta bancarrota ideológica, las malas noticias se seguirán acumulando. 

Lo de Milagro Sala es el primer aviso.