Acá va el prólogo del libro (editado por Planeta) del gran periodista Martín Sivak, "Clarín, el gran diario argentino. Una historia". Recomiendo su apasionante lectura. Es, sin dudas, uno de los acontecimientos editoriales de los últimos años:
PRÓLOGO
La noche de su reelección, Cristina Fernández de Kirchner se asomó a la Plaza de Mayo desde el acoplado de un camión y escuchó a una columna cantar 40 caracteres:
Tomala vosdámela a míel que no saltaes de Clarín.
En su selección musical, la multitud se salteó la marcha peronista y dobló los coros cuando la Presidenta se meneaba con “Avanti Morocha”.
En sesenta y cinco años, las plazas del peronismo habían entonado otras melodías y singularizado otros enemigos extrapartidarios. Con fervor, habían cantado su odio o su desprecio a un ex embajador norteamericano, a la oligarquía y a la sinarquía, a yanquis y a marxistas, a la Iglesia Católica, a generales del Ejército, a las Fuerzas Armadas, y aun a la Unión Cívica Radical y a los radicales opositores. La prensa había sido un blanco menos relevante, contra el que habían apuntado sólo en tiempos del primer peronismo (1945-1955). En distintas circunstancias, militantes peronistas atacaron La Prensa y El Mundo. Durante la noche del 17 de octubre de 1945, un grupo de manifestantes se enfrentó con policías y vigiladores en la puerta de Crítica. Dos peronistas murieron. La columna, sin embargo, ignoró por completo al recién nacido Clarín.
Si aquella noche de octubre de 2011 la multitud cristinista optó por la moderación, los sets televisivos oficialistas eligieron la intertextualidad con el Diego Maradona más soez. «La tienen adentro», informó el videograph de una señal de cable. Un periodista repitió la idea en 6, 7, 8, el programa que emite la televisión pública. La candidata del Frente Para la Victoria (FPV) consiguió el 55% de los votos. Sus partidarios más excitados habían asociado el triunfo con la imagen de que penetraban a Héctor Horacio Magnetto.
Más de dos años habían pasado desde que la administración Kirchner inició la mayor escalada contra el Grupo Clarín. El gobierno destinó recursos estatales y energías políticas para dañar el poder del multimedios. Impulsó la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, anuló la fusión de Multicanal y Cablevisión que había autorizado, le quitó la transmisión del fútbol (que entregó a la televisión pública), envió inspecciones impositivas que amedrentaban con su severidad, impugnó la conformación de la empresa Papel Prensa (que produce y vende papel de diario), denunció penalmente a directivos de Clarín y La Nación por delitos de lesa humanidad, redujo la publicidad oficial en sus páginas y hasta prohibió el rubro 59 de los clasificados (avisos de prostitución), entre otras medidas hasta entonces desconocidas.
Desde la recuperación de la democracia, dirigentes políticos y aun presidentes
como Raúl Alfonsín y Carlos Menem ocasionalmente habían incursionado en el juego de acusaciones contra el diario. Los Kirchner descubrieron en el Grupo Clarín un pilar para el gobierno de Néstor pero después un desestabilizador para el gobierno de Cristina. El kirchnerismo sustituyó una pregunta histórica de la política —a qué sector social, a qué partido o a qué doctrina representa un medio determinado— por una tesis: supuestamente Clarín guionaba a ruralistas y clases medias antioficialistas, a peronistas disidentes o radicales indecisos y al ancho neoliberalismo.
Durante la presidencia de Néstor Kirchner, el Gobierno y el multimedios alcanzaron un buen nivel de entendimiento. El Grupo acompañó el trazo grueso de las principales políticas del Ejecutivo y recibió favores importantes, como la fusión de Cablevisión y Multicanal (el cable representaba el 60% de sus ingresos), la extensión de las licencias de televisión, una generosa pauta publicitaria estatal, el bloqueo del negocio del cable para que no creciera la competencia y un privilegiado acceso periodístico a la Casa Rosada. La cobertura del diario y otros medios del Grupo destacaba aciertos, minimizaba errores y relegaba temas incómodos. Vivió tensiones con un Presidente muy atento a lo que se publicaba en Clarín, pero también en otros medios de circulación menor. Estos pequeños conflictos del día a día contribuyeron a mantener el supuesto de la independencia y el equilibrio.
Néstor Kirchner desplegó varias tácticas simultáneas con el Grupo Clarín.
En su debilidad inicial —presidente con sólo el 22% de los votos en un contexto de graves penurias sociales y económicas—, quiso hacer del multimedios un aliado que lo acompañara. Kirchner creía que podía contener un crecimiento virtuoso. Él al comando de la política y Magnetto como líder de los medios: campos separados pero confluyentes. A Kirchner le importaba Clarín por una razón adicional a su predominio entre los medios: creía que entre sus lectores estaban sus votantes.
Kirchner intentó también una política de contrapeso al holding de Magnetto. Convocó al hombre más rico del mundo, el mexicano Carlos Slim, y al entonces dueño del Grupo Prisa, el español Jesús de Polanco, para que sirvieran de competencia. A Slim lo tentó con el triple play (el servicio simultáneo de TV por cable, internet y telefonía) y a Polanco con la idea de lanzar desde Buenos Aires un diario a la manera de El País de Madrid. También apeló a empresarios locales, como José Luis Manzano, Daniel Hadad, Daniel Vila y Sergio Szpolski, para que aumentaran su poder relativo frente al Grupo. Les concedió mercados, prórrogas de licencias y abundante publicidad estatal junto con otras amables ayudas gubernamentales.
En un juego pendular, Kirchner avanzó para que el multimedios pudiera obtener la fusión de los cables y para que ingresara a Telecom como socio, los dos proyectos prioritarios de expansión de la empresa de Magnetto. Cuando la relación se agrietó, Kirchner intentó que empresarios afines compraran Telecom y hasta el Grupo Clarín. El ex presidente exploró distintas variantes para que entraran —y para entrar con ellos— como socios o propietarios al multimedios.
Aunque aún no se ha podido establecer la ocasión determinante de los desacuerdos
privados, hubo un punto de inflexión público: la cobertura del Grupo Clarín durante el conflicto con el campo por la Resolución 125 que imponía retenciones móviles a las exportaciones. Kirchner advirtió una hostilidad ante Cristina incompatible con los términos en los que creía pactada la relación, y denunció que Magnetto pretendía tumbar a la Presidenta.
Embanderado en la defensa de la democracia y de la libertad de prensa, el holding empezó a trabajar en el descrédito de la obra de gobierno. En 2008 apadrinó a potenciales presidenciables, dotándolos de ideas y fuerzas desconocidas aun para ellos. Pretendía alumbrar así al inminente poskircherismo. Las elecciones de 2011 dejaron al descubierto el error de esa estrategia.
«La guerra» fue la tipificación más recurrente para describir el conflicto entre el Gobierno y el multimedios. Circuló junto a un grupo de palabras que ya entonces no significaban nada: medios hegemónicos, hegemonía kirchnerista, periodismo independiente, democratización de las corporaciones, libertad de prensa, relato. Ni los Kirchner ni el Grupo Clarín han dado explicaciones convincentes sobre las razones de la mutua desilusión.
En el conflicto con el multimedios, el gobierno nacional ha buscado legitimar su aspereza con dos casos de la última dictadura militar: la supuesta apropiación por la Directora de hijos de desaparecidos y la transferencia al diario de acciones de Papel Prensa. Dio por ciertos todos los relatos que pudieran lastimar a la empresa, sin usar el imprescindible filtro del Estado. Desde las versiones que acercaron impresentables editores periodísticos, antiguos alfiles de José López Rega, hasta las de dirigentes de organizaciones de derechos humanos.
Los testimonios de la familia Papaleo en el informe oficial Papel Prensa: La verdad contribuyeron poco a esclarecer las oscuridades en la venta de la fábrica de papel. A su vez, Clarín contestó con una afirmación que contradice toda la evidencia existente: que se había tratado de un acuerdo entre particulares sin la participación de la Junta Militar.
El caso de Papel Prensa y el de los hijos de la Directora se ajustaban al nuevo clima de época y capitalizaban el rechazo social a la última dictadura. El kirchnerismo, al que tocó celebrar el Bicentenario de 1810, ha ubicado el clímax de la historia del siglo XX en la dictadura de 1976-1983 y en la década de 1990. La tomografía oficial de Clarín hizo ver el apoyo y la obtención de beneficios estatales durante la dictadura y el gobierno de Menem. En esa imagen, Clarín gozó tanto del favor de las Juntas de Comandantes como de la tríada de privatizaciones, desregulación y reducción del Estado de la década de 1990.
El relato que el Grupo contrapone a esa tomografía oficial se circunscribe al período posdictadura: los años en los que dos timoneles, la Directora y Magnetto, fijaron el rumbo de la empresa. Prevalece aquí la épica del multimedios exitoso, elegido por el gran público, que ha soportado el acoso y la denuncia de gobiernos que buscan acallar disidencias.
Este libro, primera historia política del diario Clarín, disputará aquellas dos
visiones antagónicas. Se propone responder una pregunta simple: cómo un diario modesto y frágil se convirtió en un grupo con mayúsculas y en la empresa más influyente de la Argentina.
Este primer volumen (1945-1982) narra las cuatro décadas iniciales del diario, tan cruciales como inexploradas.
La primera parte (1902-1969) tiene su eje en Roberto Noble y su época. Ex diputado del Partido Socialista Independiente y ex ministro de Gobierno del conservador (y pronto nacionalista) gobernador bonaerense Manuel Fresco, Noble lanzó en 1945 un tabloide de lectura fácil. Esta catapulta —creía él— le devolvería influencia política para convertirlo en presidente de la República. El flamante Director aspiraba a repetir la experiencia de los políticos del siglo XIX —Mitre, Sarmiento— que editaron diarios para participar de la lucha facciosa. Pero Noble quería algo más que eso: un diario masivo, liviano de ideología, que influyera sobre la mayor cantidad de argentinos y proyectara su propia figura.
Con fondos empresarios de un origen nunca revelado, bobinas de papel prensa de un diario financiado desde la Alemania nazi y un pequeño capital propio, Noble conoció la debilidad inicial de la falta de recursos y una limitada autonomía frente al Estado y la política. Clarín dependió del Estado peronista, que administraba a piacere las cuotas de papel, los créditos oficiales y la publicidad. Sobrevivió gracias a las habilidades de Noble para flexibilizar su línea editorial y recibir beneficios económicos directos e indirectos, como la expropiación del diario La Prensa, gracias a la cual heredó muy lucrativos avisos clasificados.
A lo largo de su trayectoria, Clarín reflejó siempre el pragmatismo de su director y fundador. En 1945 hizo campaña contra Perón. Desde fines de 1946 adhirió con entusiasmo al peronismo y sólo durante los días que precedieron al derrocamiento del Presidente se reconvirtió al más furioso antiperonismo. Al advertir este último cambio, Perón ordenó el cierre de Clarín, pero no llegó a hacerse efectivo, porque el golpe de Estado ya se había consumado. Tiempo después, Perón supo reconciliarse con Noble y Noble con Perón: en el exilio madrileño, el ex presidente recibía, a modo de ayuda alimentaria, dinero que llegaba dentro del sobretodo del dirigente desarrollista Rogelio Frigerio.
Noble construyó una forma de relacionarse con la política y el Estado que lo ha sobrevivido. De la estirpe del Ciudadano Kane y de Natalio Botana, Noble fue el primer tycoon de la prensa argentina de posguerra. Fiel a la imagen del nuevo rico, el director de Clarín escenificó espectacularmente comportamientos que atribuía a las clases altas para compensar su propio origen en las medias. Veraneaba en el balneario francés de Cannes con nobles europeos, modelos y traficantes de armas, pagó para que un arzobispo de Buenos Aires lo casara en una ceremonia privada en su dúplex sobre las Galerías Santa Fe, su avioneta privada cubría la ruta Punta del Este-Buenos Aires-Punta del Este para que en sus platos de pasta no faltaran los fideos al huevo argentinos. En su diario recibió tratamiento de jefe de Estado durante un cuarto de siglo.
Ignorado por las cámaras empresariales, en tensión con La Prensa y La Nación, que lo consideraban un arribista, Noble actuaba en los márgenes de la industria. Durante el primer peronismo supo vincularse con el mundo del trabajo ligado a los diarios —los canillitas, los gráficos y los distribuidores—, lo que le permitió consolidar la empresa y entender la cadena de relaciones que compone un diario. Después del golpe del general Juan Carlos Onganía echó a 174 empleados como parte de su gesta anticomunista y antisindical. Retó a duelo a Bartolomé Mitré y a Alberto Gainza Paz (los directores de La Nación y La Prensa), pero después los convocó, en 1968, como socios para diseñar una fábrica de papel de diario. Fue el primer editor de periódicos que lideró una salida conjunta de la industria que, gracias a la ayuda estatal, cortaría con la dependencia del papel extranjero.
Durante la presidencia de Arturo Frondizi (1958-1962), Clarín se convirtió al desarrollismo y recibió fuertes auxilios del gobierno. La última gran fe política que profesó el diario le permitía, a la vez, flexibilidad por el consenso de que gozaba entre vastos sectores sociales. Frondizi y Frigerio necesitaban un diario que defendiera sus políticas sin que luciera como partisano. Noble encontró en el desarrollismo un principio general que podía compartir con muchos actores de la época; entre ellos, los altos mandos de las Fuerzas Armadas. Cuando al principio de la década de 1960 concluyó que ya no podía ser presidente, descubrió que sí podía, en sus palabras, «hacer presidentes».
Noble nunca consiguió forjar una dinastía que heredara Clarín, al que llamaba hijo macho. Fóbico al mundo familiar, dieciocho meses antes de morir se casó, después de haber sufrido un accidente cerebrovascular, con una de sus relaciones y salvó al diario. Se había convencido de que Clarín implosionaría si quedaba en manos de la madre de Lupita, su única hija. El diario no continuó, como sus pares norteamericanos del New York Times o el Washington Post, la senda corporativa. Como en espejo con su amigo, el empresario Alfredo Fortabat, dejó la empresa a su flamante esposa. Ernestina Herrera de Noble estableció una continuidad patrimonial.
La segunda parte de este volumen (1969-1982) narra los trece años en los que la viuda de Noble y directora de Clarín adoptó como guía principal a Frigerio, mano derecha de Frondizi. El diario visibilizaba al frondifrigerista Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) que, como contraparte, entregaba a la redacción coherencia doctrinaria y un grupo de cuadros políticos. Supervisados por Frigerio, despuntaron el futuro canciller Oscar Camilión, como ordenador de ideas, y Héctor Magnetto, como ordenador de cuentas.
El diario hizo propias las causas de Frigerio y del MID. Cuando Perón eligió en 1973 a José Ber Gelbard como su último ministro de Economía y desplazó a Frigerio, quien aspiraba a comandar la economía, Clarín entró en una escalada contra el tercer gobierno peronista. El oficialismo retribuyó el golpe y organizó un boicot contra el diario, impulsado por la Confederación General Económica (CGE) y por la Confederación General del Trabajo (CGT). El conflicto con Gelbard, que se hizo político, empresarial y personal, desplazó en ese momento a Clarín del negocio de
Papel Prensa. Los esfuerzos de Frigerio por conseguir una discreta influencia pública no prosperaron: en los círculos del poder, el diario quedó identificado como su mayor instrumento político.
Durante la última dictadura militar, los frigeristas concretaron el viejo anhelo de Noble de concertar una industria que autoabasteciera el mercado de papel y superaron incluso las ambiciones del director y fundador al convertir a Clarín en socio del Estado. De mendigar papel, como durante el primer peronismo, el diario pasó a controlar su fabricación y su venta. Papel Prensa probó sus destrezas para vincularse con el régimen y convertirse en socio y aliado de La Nación. Por el rechazo de los otros diarios que debieron adquirir papel en condiciones adversas, el campo periodístico quedó fracturado.
Los frigeristas también volvieron realidad el deseo de la directora Herrera de Noble de convertirse en madre al gestionar y legalizar la adopción de Marcela y Felipe. Tutelaron la sucesión dinástica con un recurso ad hoc: los hijos de Ernestina llevan el apellido de Noble, muerto siete años antes de sus nacimientos.
Clarín defendió con arrebato al régimen militar y criticó la política económica liberal de José Martínez de Hoz —como si uno y otra fueran escindibles—. En ese período el diario duplicó sus ventas gracias al impulso que dio a la sección Deportes y a su capacidad para ajustarse a la época. Defendió el orden, ignoró los crímenes de la dictadura —al punto de quedar relegado por el poco izquierdista La Prensa— y se permitió vibrar y acompañar las gestas deportivas argentinas.
A principios de 1982, la Directora tomó la decisión de desprenderse de Frigerio y su grupo. Magnetto actuó como brazo operativo. Señaló la necesidad de perder el corsé del MID, de profesionalizar a la empresa y de moverse más libre en el mundo de la política y en el de los negocios. Magnetto, un adelantado como Noble, necesitaba un diario con las flexibilidades ideológicas del primer Clarín y el aura de independencia que el MID le negaba.
Así Clarín sentaba los cimientos de la corporación, el sustantivo que el kirchnerismo ha convertido en adjetivo.
Cómo escribir una historia de Clarín
La investigación para este libro ha procurado ser exhaustiva y basada en fuentes primarias.
En las hemerotecas públicas de la Biblioteca Nacional y el Congreso de la Nación se han leído todos los ejemplares de Clarín (desde el 28 de agosto de 1945 en adelante), con especial énfasis en la composición de la tapa, los editoriales, las secciones Política y Economía, las notas referidas al diario y sus autoridades. En menor medida, también se revisaron secciones que ganaron relevancia en distintas épocas: las viñetas de los avisos clasificados durante el primer peronismo, Deportes durante el último régimen militar.
La frecuencia de los editoriales era difícil de anticipar —en tiempos de Noble podían pasar meses sin publicarse— y la importancia relativa de la tapa en la primera época, cuando prevalecían las noticias internacionales, obligaron a reformular la idea inicial de centrarse en esas dos partes del diario. A veces Clarín se expresaba mejor con un editorial, con un suelto de tapa o con las amplias coberturas de las actividades de Noble. La lectura cotidiana permitió establecer periodizaciones, precisar los abruptos cambios editoriales y leer la propia historia interna del diario por la tendencia, especialmente durante los primeros veinticinco años, de narrar y fotografiar los despidos, los brindis, las visitas de celebridades a Clarín, las giras internacionales de su director y fundador.
Se han realizado más de 150 entrevistas. Dieron testimonio empleados jerárquicos de la empresa, políticos, delegados gremiales, periodistas de Clarín, familiares y amigos de Noble, entre otros. Para la primera etapa —la más difícil para la historia oral porque muchos murieron— resultaron vitales los recuerdos de siete hijos de empleados de Clarín. Guardaban información sorprendente por su abundancia y también numerosas cartas y documentos relacionados con el diario. En el caso de las llamadas «primeras espadas» de Noble, connotados frigeristas o secretarios generales de redacción, hubo hasta catorce encuentros con algunos de ellos.
Se han revisado archivos privados y públicos en Buenos Aires, La Plata, Washington, Miami y Londres.
Uno de los más utilizados ha sido el archivo inédito y personal de Roberto Noble, que atesora decenas de miles de papeles, entre cartas personales, diarios de viaje, documentación interna de Clarín, como balances y listas de empleados, y transcripciones de testimonios desconocidos sobre su vida. Después de su muerte, el diario anunció la construcción de un museo, como parte de su canonización, pero nunca funcionó a pleno. Con los años, la presencia de Noble disminuyó en las páginas de Clarín y se retiró el busto que presidía la Redacción.
Los archivos públicos guardan documentación reveladora sobre la relación de Clarín con el Estado: el Centro de Estudios Nacionales correspondiente a la presidencia de Arturo Frondizi y el Archivo General de la Nación con la comisión investigadora de la Subsecretaría de Prensa del jefe de propaganda peronista Raúl Alejandro Apold. También se revisó la imprescindible pesquisa que realizó el fiscal Ricardo Molinas sobre la venta de Papel Prensa. Se han consultado los 30.000 documentos adicionales que usó la administración Kirchner para elaborar su informe Papel Prensa: La verdad. Las causas judiciales analizadas incluyen la engorrosa sucesión de Noble y la adopción de los hijos de la Directora. Para los conflictos gremiales en Clarín se utilizaron los archivos del Ministerio de Trabajo.
En los Archivos Nacionales de los Estados Unidos y el Reino Unido se pudieron establecer los hasta ahora ignorados orígenes financieros del diario. Debido al interés de Washington y Londres por conocer la influencia nazi en la Argentina, los funcionarios encargaron a sus embajadas en Buenos Aires información sobre empresas como Clarín.
En la Argentina, la historia de los medios, en especial de la prensa, ha tenido entre sus precursores en el siglo XIX al publicista Pedro de Angelis. Sin embargo, recién en los últimos veinte años se han publicado importantes contribuciones a la historiografía de la prensa. Entre ellas se cuentan libros como el de Ricardo Sidicaro sobre los editoriales de La Nación, el estudio de Sylvia Saítta sobre Crítica de Botana, la historia de La Opinión de Fernando Ruiz, el aún inédito en español The Fourth Enemy: Journalism and Power in the Making of Peronist Argentina, 1930-1955, de James Cane y varios más.
La historia política de los diarios ha sido un género poco explorado. Ni simple vocero ni instrumento democratizador, la historia de Clarín permite ver a la prensa como una fuerza política y económica en sus propios términos, capaz de organizar su expansión gracias a sus acuerdos y tensiones con el Estado, la política y su público, y a su decisión de relegar cualquier atadura ideológica. El arco de Clarín muestra su estrategia de supervivencia en un momento inicial, por la escasez de papel y la necesidad de apoyos estatales, y su posterior capacidad de ganar autonomía con su ingreso en Papel Prensa. Desde fines de la década de 1980, el diario consiguió aumentar su autonomía sobre el campo político y económico, especialmente cuando empezó a menguar el poder del Estado, de los partidos políticos, de las Fuerzas Armadas y de la Iglesia Católica. Clarín ha sido capaz de organizar una agenda pública e instaurar un registro propio de la Argentina, mientras proseguía su exitosísima expansión empresarial.
Clarín y yo
Este es el libro de un lector de Clarín.
Empezó como una costumbre semanal a mis siete años gracias al despliegue del suplemento deportivo de los lunes: puntuación justa al desempeño de los jugadores de Independiente y fotos que por doce horas anticipaban las de El Gráfico. En el curso de las siguientes tres décadas, Clarín continuó como primera lectura diaria.
Esta experiencia de lector y, después, la de periodista hicieron que en agosto de 2005 propusiera a una editorial escribir esta historia. La propuesta fue gentilmente rechazada con una sola oración: con Clarín, no.
En noviembre de 2000 participé en la producción de una nota periodística sobre el despido de los integrantes de la comisión interna del diario. Asistí a sus asambleas y reuniones. Faltaban allí los dirigentes políticos y las figuras públicas que poco tiempo atrás habían puesto caras —de indignación pero también de figuración— contra el cierre y los despidos masivos del diario Perfil. Faltaban también los virulentos comunicados de prensa que expresaran adhesión a los trabajadores. El notable contraste revelaba el pánico a Clarín.
La nota quedó firmada «Por Equipo de Política de Revista XXI»: un acto de limitada valentía de nuestra parte. Contaba abusos de la empresa, como filmar las
asambleas del personal y violar la ley de libertad sindical. No faltaron los golpes que prodigó la Gendarmería, cuyos agentes actuaron en los hechos como «periodismo de infantería». Cuando el jefe de Redacción del semanario le preguntó a Jorge Lanata qué espacio merecía el artículo, el Director respondió desde los Estados Unidos con un inequívoco «pasalos por encima». Fue tapa.
Desde entonces empecé a preguntarles a los dirigentes políticos con los que trataba sobre su relación y la de su partido (o la de su gobierno) con el Grupo Clarín. En 2001, Carlos Corach soltó una frase iluminadora:
—Nosotros gobernamos diez años, pero Clarín gobierna desde antes y gobernará por muchos más.
El ministro del Interior de Menem sabía del miedo a Clarín de sus compañeros de gabinete. También supo de la falta de voluntad del Presidente para defenderlos en ciertas ocasiones. Corach conocía los resortes del gobierno imaginario de Clarín: una formidable capacidad de presión, recursos para instalar temas de agenda y perdurabilidad frente a mandatos electorales de seis o cuatro años.
Pude empezar este libro a principios de 2007, cuando entré en un programa doctoral del Departamento de Historia de la Universidad de Nueva York (NYU). Obtuve los recursos de una beca de cinco años para «ir a los archivos», como prefieren decir los historiadores estadounidenses. El proyecto The Newspaper that Ruled Argentina (El diario que gobernó la Argentina) necesitaba un subtítulo convincente. Este tomo nació de una versión modificada de la tesis.
Durante el primer año de investigación, este trabajo avanzó escindido de la discusión pública de la Argentina porque Clarín formaba la agenda pero sin recibir ninguna interpelación. Desde que Néstor Kirchner empezó a repetir en actos públicos «¿Qué te pasha Clarín? ¿Estash nerviosho?» varios entrevistados preguntaron si este libro respondía a un encargo del ex presidente o a uno de Magnetto. Sólo un par preguntó si la Universidad de Nueva York era kirchnerista o antikirchnerista: hasta el presente, esa polaridad no llegó al sur de la isla de Manhattan.
Un columnista de Clarín me dijo que le estaba haciendo el juego al Gobierno. Un veterano maestro me advirtió que muchos pensarían que detrás del libro estaría el ex banquero Raúl Moneta y su afán por quedarse con el diario. Cuando discutí con un secretario de Estado sobre el informe oficial de Papel Prensa me preguntó si yo podía aguantar un cañonazo de Clarín de 200.000 dólares. Un habitué de 6, 7, 8 me dijo que, si planteaba los errores del gobierno en relación a Clarín, le estaría haciendo el juego a «la apropiadora». Un corporativo del Grupo me reprochó mi participación (como entrevistado) en un documental sobre el diario que emitió el estatal Canal 7. No elegiste un terreno neutral. A fines de 2012, un importante editor de Clarín me dijo que ya no había margen para el ascetismo. O se está con los defensores de la libertad de expresión o con el Gobierno.
Como lector del diario, ese dilema me resultaba familiar.
Buenos Aires, 25 de marzo de 2013
No podias dejar de hablar de vos, no?
ResponderBorrarque cagada! justo que lanata estaba jodido y estaban pensando en llamarte a vos luquitas para cubrir el puesto pasa esto
ResponderBorrarLucas: esto se llama morder la pija que venías chupando
ResponderBorrar¡Me justa!
Borrares muy entretenido ver como la estás mascando.
ResponderBorrarNadie defendía a Clarín, se lo usaba.
ResponderBorrarAhora obligan al 70% a defenderlo para evitar que continue la diktadura.
Que feo!
ResponderBorrarCris no vuelve a hablar
Y hay gente celebrando!!
@CayetanoAsis 4 oct "Sigilo culposo en la reunión secreta de Olivos. La Doctora recibió a Lorenzetti, Highton de Nolasco y Zaffaroni..."
ResponderBorrarY Cayetano hace como quince o diesiseis años que se está haciendo la paja y no acierta una.¡Cómo debe extrañar la embajada en Paris!
BorrarA Alfredo Casero (Ciudadano argentino, artista) no lo dejan ingresar a la "TV Publica"
ResponderBorrarSe lo privatizaron en la cara.
Es hora de leer la Constitución y tomar las armas.
¡La vida por Casero! ¡La vida por Casero!
Borrar"De acuerdo a los datos de junio pasado -último mes del semestre-, un hogar tipo de dos adultos y dos niños necesitaba $1679,36 por mes para no caer en la pobreza (CBT)..."
ResponderBorrar170 dólares!
De que se quejaban los jubilados de Menem????
Cobraban eso por cabeza!
http://www.lanacion.com.ar/m1/1633681-para-el-indec-no-hay-mas-indigencia-en-jujuy-la-rioja-y-salta
Sabes por qué hacen esto??
BorrarPara que el que cobra menos de 2000 dolares ni sospeche que es pobre.
Compran con ganas que son "clase media"
Son la vergüenza nacional.
BorrarSon fascistas y se cagan en los pobres.
Y se fabulan "los buenos" de la pelicula.
Lo que son las cosas, vos terminaste siendo traidor y el carancho termino siendo un ¨aliado¨ (por ahora, si...).
ResponderBorrarja
BorrarQué fiesta, por favor!!!!!!!!!!! Gracias, Lucas, por darnos esta oportunidad!!!!!!!!!!!
ResponderBorrarMas respeto que Cristina esta babeando, Néstor esta enterrado y esto en 2014 se revierte.
BorrarA 2015 no llegan ni gateando.
11D VUELVE EL PUEBLO A LA CALLE
ResponderBorrarPor una ARGENTINA LIBRE, Fuera Diktadura.
LIBERTAD LIBERTAD LIBERTAD
Silencio atroz de Carrasco.
ResponderBorrarCarrasco te elogia? Cubrite el bolsillo...
ResponderBorrarNo sentís vergüenza? viviste del gobierno hasta q se aburrieron de pagarle a un falso rebelde y ahora, cuando decidieron dejar de alimentarte, te das vuelta?
ResponderBorrarTe perdimos respeto.
Ya no me emociono ni cuando describís sentimientos.... Y mira que lo lograbas.
Una Pena
Te perdiste
Vos sos del call center de Ramiro?
BorrarApoyo la Ley de Medios, es una Ley de la Democracia. Apoyo el fallo de la corte suprema, la ley es constitucional. Pero hay que decir la verdad: la Ley de Medios fue sancionada en el año 2009, reglamentada en el año 2010 y en estos 3 años NUNCA SE HIZO CUMPLIR. Y no sólo para Clarín, sino que para ningún otro medio. Tampoco se hicieron cumplir las normativas generales para las radios, el cine, u otros medios de difusión. Es falso que la ley se aplica desde hoy. La ley nunca se aplicó ni quiso ser aplicada. Y dudo que sea aplicada de acá en más. Ojalá me equivoque.
ResponderBorrarAdemás, es obvio que el único interés del gobierno fue una pelea mediática a lo vedetonga con el grupo Clarín. Una pelea estúpida y sin sentido, tendiente a desinformar sobre los temas importantes. EL KIRCHNERISMO GANÓ EN 2011 CON EL 54% DE LOS VOTOS TENIENDO EN CONTRA AL GRUPO CLARÍN EN SU MEJOR MOMENTO. Esto es una prueba ineludible de que los medios, por más monopólicos que sean, no afectan el voto de la gente. La gente no es estúpida.
Otra cosa, la persecución de los monopolios, cosa que se viene haciendo desde hace 100 años, no tiene fines directamente políticos. La persecución de los monopolios es ECONÓMICA. Porque estos encarecen el precio de los productos (son los generadores de la inflación) y ponen en riesgo los mercados. Pero el monopolio del grupo Clarín SOLO AFECTA A LOS TRABAJADORES Y A LAS EMPRESAS DE MEDIOS. A nadie más.
Igual vuelvo a repetirlo por si no quedo claro, creo que la ley y el fallo sobre los artículos discutidos son correctos y se aplauden. QUE NO HAYA MÁS MONOPOLIOS EN LA ARGENTINA.
Pero no solo en los medios, sino que no haya monopolios en los alimentos (La Serenisima, Kraft, Molinos Rio de La Plata), en los artículos de limpieza (Unilever), en las comunicaciones (Telefónica, Telecom), en los celulares (Movistar, Claro y Personal), en la energía eléctrica (Edenor, Edesur), en los combustibles (YPF, Shell), en los bancos (Galicia, Santander), en el acero y el cemento para la construirte tu casa (Siderar, Loma Negra), en los seguros (La Caja, Allianz), en el transporte (Grupo Plaza, Flechabus, Aerolíneas Argentinas), y la lista de monopolios sigue y sigue. Estos monopolios SI le meten la mano en el bolsillo TODOS LOS DÍAS a la gente, y hoy hacen más guita que nunca siendo amigos del poder. Estos monopolios SON MUCHO más jodidos y realmente ponen en riesgo el trabajo de los argentinos. Mucho más que el merquero de Iúdica gritando "Daleeee", o el gil de Bonelli zezeando a morir.
Les dejo un ejemplo de estos días. El mes pasado la bolsa de cemento estaba $44. Hace una semana se sortearon los prestamos del plan PROCREAR con el que mucha gente va a ponerse a construir. ¿Saben cuanto esta la bolsa de cemento hoy?.... $68... Hola monopolio, ¿cómo te va?
Otro. Ayer mismo, después del resultado de las elecciones, Guillermo Moreno aprobó un aumento de entre 11% y 15% a los 500 precios "congelados" a partir del 15 de Noviembre. Hola Oligopolio, ¿cómo te va?....
¿Y Lanata diciendome que Boudou y Lazaro Baez son chorros (como si hiciera falta que me lo digan) afecta al país? ¿Y la pelotuda de Maria Laura Santillan con sus desvaríos va a afectar la gobernabilidad?... Dejense de joder con esto ya.
Te apoyo en algunas cosas, Linus Rega.
BorrarNo me insultes así hermano, yo soy bien zurdito.
BorrarEse comentario no es mío, comenté en Tirando al medio. Algo parecido a ésto... Está bien, lo que señala el anónimo, ya es demasiado obvio. No me voy a poner a recitar la misma cantinela de los dos últimos años, me cansé de bardear el "estilo 678" post-54%....
BorrarY HOY, vueeelve a empezar todo de nuevo... Ooootra vez: "Clarín se niega a cumplir la ley", "Clarín va a la Haya", "Clarín suma a la Fox, la Cnn, El País, y la SIP a su opereta destituyente", "lo que nadie pregunta: Clarín no se adecua a la ley", "el influenciómetro: Clarín dice que CFK no duerme bien"... "Clarín bla, bla, bla, bla, bla, bla, bla......" BASTA LOCO ¡¿2 años mas de esto?!!! Es un suicidio, mientras los votos se te siguen escurriendo entre los dedos a cada minuto que pasa, en los barrios de clase humilde y media baja!...
Está bien, es justo, el derecho de festejar este logro es legítimo, pero si vamos a empezar de nuevo a bailar al ritmo de Clarín de acá al 2015, como hicimos estos 2 últimos años... CAGAMOS.
Quedate tranquilo Linus (el Neo-Arrepentido), que no se les escurre ningún voto en la Pcia de Buenos Aires. Quedate tranquilo que los votos quedan en las mismas manos del PJ Cancerígeno Clientelista que hace 30 años vota a las basuras mafiosas que gobiernan este país. Hoy, hasta el 2015, el PJ tiene olor a concha de Cristina. Después de 2015 tendrá el olor a río podrido de Tigre. MISMA MIERDA, CON DISTINTO OLOR... Hay que agarrar la Pcia de Buenos Aires y hundirla en el fondo del mar. Cómo si fuera la Atlántida. Desde San Nicolas, hasta Patagones. Hasta que eso no pase, nunca tendremos un país normal. Lo saben todos.
BorrarAnon 00:32..."Neo-Arrepentido" la pija, puto. Lo que pasó del 2003 en adelante no será causa de "arrepentimiento" JAMAS DE LOS JAMASES para todo aquel que tenga el justicialismo como bandera. A Perón lo enterró el neoliberalismo menemista y fue el mismo Peronismo quien lo reinvindicó en estos años que vivimos... a Raul Alfonsin lo enterró su propio partido de la misma forma, y al igual que Perón, fue también reinvindicado en estos años.... una y otra vez, la justicia social volverá por mas que traten de enterrarla a como de lugar.
BorrarSolo un antipatria hijo de remil putas puede "arrepentirse" de una década en que los chicos volvieron a comer, a vestirse, a tener salud, a estar orgullosos de ser Argentinos, a ser dignificados por padres con trabajo, volver a tener futuro y ser felices.
"No te preocupés" que estos años van a volver una y mil veces, porque justamente nadie se "arrepiente" de tener un país mejor y de haber sido felices. "SALUDOS"
Si, la pija y los putos te gustan, eso lo saben todos.
BorrarLo que pasó del 2003 a la fecha fue una mega-devaluación que se llevo puesto el ahorro de los argentinos mientras se subsidiaban a los bancos. Esto se llama "efecto rebote". ¿Rebote de qué? De la segunda crisis económica generada por el sistema económico de extranjerización de la riqueza que comenzó Martinez de Hoz. SISTEMA QUE HOY MISMO SIGUE MAS VIGENTE QUE NUNCA, y lo saben todos. Estamos yendo de cabeza a la tercera crisis generada por tu amado neoliberalismo.
Y ¿Qué es lo que hay, enfermo? ¿Migas para los pobres mientras los monopolios y oligopolios se la llevan en pala?... CHUPAME LA PORONGA LINUS.
Y a Perón no lo enterró Menem, lo enterró Lopez Rega mientras secuestraban y torturaban militantes de izquierda. PEDAZO DE GAY.
Ano 01:11...Como te comentaba, ESTA ETAPA DE RECUPERACION SOCIAL, estos años felices, esta década ganada, ya no la borra nadie de los libros de historia, al igual que con aquel primer peronismo. Sé que eso es lo que exacerba a un gorila sorete como vos, no lo soportás. Ver pibes felices, con futuro te provoca odio y ganas de entrar a matar "peronchos"... no? Y te venis a llenar la boca con los "militantes de izquierda torturados" pedazo de hijo de puta, si tu odio al pueblo lo tenes a flor de piel. Ves a un pibito feliz en tecnopolis y vomitás seguro pedazo de inmundo.
BorrarSi tenes tantas ganas que te la chupen andá a decirle al gordo Lanata que dijo en su programa que le gustaba... entre ustedes se entienden... "zurdo"... Jaaaaaa
Hay 30% de pobreza.
BorrarSin subsidios habria 50%.
Hay mas deuda.
Mas delincuencia.
Mas narcotrafico.
La desocupacion es la misma que dejó menem.
La educacion empeoró.
Basta de relato.
Se acabo la plata.
Viene el ajuste y la realidad.
No es clase media una flia tipo con 1600 pesos por mes.
No sos ignorante, sos complice.
Es injusto hablar de pibes felices, con futuro (de Palermo, probablemente), cuando todavía, aún con el crecimiento económico y el viento de cola sojero de estos diez años hay pibes que pasan hambre (porque la AUH no es tan universal y es casi una limosna). Sobre el futuro, no sé... la precarización laboral y la falta de empleo no esta ayudando demasiado. Uno puede salir adelante, con esfuerzo (y eso que nos han querido desacostumbrar al esfuerzo), pero hay que sortear los obstaculos que te ponen el gobierno y las grandes corporaciones (muchas de ellas aliadas a éste gobierno, por supuesto).
Borrar... Sé que la precarización laboral y la falta de empleo tambien afecta a los pibes de Palermo =p
BorrarLa aclaración del principio fue para diferenciar a los "niños felices" (mencionados por otro comentarista) de aquellos que viven en la pobreza y realmente pasan hambre, en el interior profundo del país.
El "futbol para todos" es "Propaganda para todos"
ResponderBorrarLa ley de medios no es antimonopolio, es antimonopolio ajeno.
El desendeudamiento es mentira.
La pobreza esta en 25% y crece.
Bajar el cuadro fue como escudo moral.
Y los militantes kk no son nenes inocentes tontos, son complices y otra vez van a tener su costo.
Saludos.
"otra vez van a tener su costo."
BorrarAndá a la puta madre que te parió impotente.Seguí chupando con Carrasco.
Lo eligieron ustedes.
BorrarOprimir y ser fascista tiene consecuencias.
¿A si? ¿El que no piensa como vos y no hace lo que vos querés es un opresor fascista? ¿Y por eso amenazás? Estás loco hermano, muy loco,y sos peligroso. Ahora te digo lo mismo que decís vos: Después no te quejes.
Borrar¿Y los que puteaban a Lorenzetti?
ResponderBorrar¿Y la vieja conchuda que quería tomar la Corte con su hija lesbiana?
¿Y Candela? ¿Quie´n mató a Candela?
Para aplicar la ley de medios hace falta otro proceso judicial.
ResponderBorrarFestejaron muy rapido.
Quedaron como LOS BOLUDOS DEL SIGLO.
PAtetico Sanatella en DDD. Castañeda le plantea: "Yo tengo dos medios y para adecuarme, debo vender uno. Pero nadie me lo quiere comprar. O lo que me ofrecen está muy por debajo de lo que consdiero que vale. ¿Qué pasa?".
ResponderBorrarTres veces le hizo la pregunta, y el pobre Sanata no sabía que decir. Al final, musitó algo como que el estado se hace cargo, pero no quedó nada claro.
Penoso.
La prohibici`´on de los avisos del rubro 59 lo único que hizo fue perjudicar a la gente de bajos recursos que se prostituye y que no puede pagar un aviso en las páginas web de escorts.
ResponderBorrarQue problema che!
ResponderBorrarAhora clarin tiene que poner todo a nombre de los hijos!
@marchettipablo: Ojalá la Ley de Medios sirva para transformar a un empresario vil e inescrupuloso como Magnetto en un empresario progre como Cristóbal López
ResponderBorrarYa pasaron las elecciones????
ResponderBorrarPorque me parece que Milani sigue ahí...
(Porque las elecciones son mas importantes que tener un torturador jefe de las ffaa)
Pero boludo no viste que el giro a la izquierda en las urnas votó a Mauricio y a Massa? Es solo cuestión de tiempo para que la izquierda tome el poder, el mensaje de las urnas fué claro: "Mauricio es revolución"!!! Se viene el zurdaje salame... no ves las señales?
BorrarMas a la derecha que el kirchnerismo no hay.
BorrarLa izquierda también creció. El FIT hizo una elección histórica, dentro de lo que se puede esperar de ese espacio político...
BorrarEs el piberio que despierta. En cuando se le pase la resaca y se tome el Vascolet, veremos que pasa.
BorrarCon 1700 pesos no sos pobre. 4 personas.
ResponderBorrarNo les importa esa gente con tal de seguir con la farsa ideológica.
Sin subsidios la pobreza seria de 50% después de haber exportado 300.000 millones de dólares de soja.
Un fracaso horrendo.
Milani jefe de las FFAA.
Borrar450 nietos que no quieren saber nada a pesar del millon de dolares que les corresponde.
La sociedad dividida.
Fuera del mundo.
Chupandole la pija a chevron por miseros 1000 millones.
20 tipos de dolares.
Pobres subsidiando a una empresa podrida y fundida como Aerolineas para que viajen los menemistas.
Persecusión.
Moreno.
Un desastre lo que hicieron con Argentina.
Y los idiotas complices siguen comprando el relato.
Ja jajajajajajajajaj!!!!!!!!!!!!!! Tas al horno hermano. ¿Que pachooooo?¿Te avivaste que no ganaron nada?
Borrarhttp://www.lanacion.com.ar/1633681-para-el-indec-no-hay-mas-indigencia-en-jujuy-la-rioja-y-salta
ResponderBorrarNo veo diferencias ideològicas ni doctrinarias entre los fanàticos K y los fanàticos anti-K, ambos sectores responden al mismo universo conceptual y de premisas: "la concha de tu madre" "hijo de puta" "sorete" etc etc a los cuales Roberto Fontanarrosa hubiera aprobado con el pulgar hacìa arriba. A seguir adoctrinándose leyendo los buenos textos escritos en las paredes de los baños pùblicos.
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